Una propuesta para los amigos de Haití

POR JOSÉ TORIBIO / TORONTO /
El 24 de Abril  del año 2003, un reducido grupo de familia  dominicana así como también una pareja de amigos mejicanos decide conformar una organización  en la ciudad de Toronto, Ontario,  Canadá,  con el objetivo de ayudar a algunas familias de las más olvidadas en la Republica Dominicana y Haití.  Nace  así QUISQUEYA  COMMUNITY AID FOR THE NEEDY.  Desde ese entonces, y junto a  LA FUNDACION PATRIA MIA INC., radicada en Juan López, Moca, Provincia Espaillat, estamos sirviendo a:

1-  Los niños del área de Juan López, Villa Trina, Las Lagunas, La Barca, La Lomita, La Penda, etc., con útiles escolares y deportivos, así como con entregas de Juguetes en cada Navidad. Entre esos niños hemos encontrado a algunos provenientes de familia de nuestra hermana República de Haití y que estudian en escuelas dominicanas. No los hemos discriminado.

2- A familias de escasos recursos, proveyéndoles alimentos y medicinas, así como también con la reparación de algunas viviendas. Entre dichas familias hemos encontrado a algunas provenientes de nuestra hermana República de Haití y que se han establecido  como cualquier otra familia nuestra en algunos de esos barrios y lugares poco accesibles.  No las hemos discriminado.

Soy de los que fervientemente cree que todo ser humano tiene derecho tiene a vivir en cualquier lugar que desee en éste  nuestro planeta por ser la única casa que como civilización poseemos. Sin embargo, la realidad es diferente. El hombre creó a conveniencia las fronteras y hoy llevamos el sello que nos hemos impuesto. Mi propuesta entonces para aquellos que dicen amar al pueblo haitiano y que de  manera hasta maliciosa se han dedicado a atacar a la Republica Dominicana por lo que cree debe defender:

PRIMERO: Que Francia, Estados Unidos, Canadá, Venezuela y los países de la Commonwealth en el  Caribe abran sus fronteras a todos los haitianos que deseen emigrar hacia  sus territorios. Una vez establecidos, les ayuden a crecer con programas de educación para su desarrollo.
Bien entendemos que con los males que nuestros hermanos están enfrentando, miles, por no decir medio país, se irá del Haití empobrecido, masacrado, violado, olvidado y tiranizado para  buscar una mejor calidad de vida en donde lo alojen.

SEGUNDO: Con el restante que quede en territorio haitiano, pido que los llamados amigos de Haití le faciliten programas de educación y desarrollo así como en el  2011 hizo uno de nuestros  dirigentes que en nombre del pueblo dominicano les construyó en su territorio una universidad para cooperar con el desarrollo del pueblo haitiano.

TERCERO: Que cada nación de los llamados amigos de Haití inviertan en el pueblo haitiano la misma proporción que ha estado haciendo el Estado Dominicano para que de ese modo el pueblo aprenda a ser productivo y se incorpore luego al desarrollo industrial del siglo XX1 en que vivimos.  Sin embargo, y dada la deforestación de Haití, sugiero a los llamados amigos del tan sufrido pueblo haitiano que lleguen y le ayuden a reforestar su territorio como ha sido la propuesta y el trabajo de algunos de nuestros dirigentes.

CUARTO: Que los organismos financieros internacionales le condonen la deuda al pueblo haitiano.

QUINTO: Que la comisión internacional de los derechos humanos, así como los organismos financieros, monten una  vigilancia permanente en Haití,  si es que desean velar por la justicia en los pueblos, y vigilen su desarrollo con una buena administración del dinero que los llamados amigos de  Haití puedan facilitarle para su crecimiento. De ese modo podrán evitar la malversación de recursos que han hecho muchos de sus políticos-tiranos. 

Estoy en creer que  si así lo hicieran, el pueblo haitiano saldría en poco tiempo del marasmo en que lo han empujado. Pero desafortunadamente tengo una corazonada, y es que a medida que doy un teclado para escribir estos pensamientos, algo me hiere y es que muchos de los que proponen que La Republica Dominicana abra su frontera saben que lo que ellos dicen tiene un trasfondo político: Que la isla sea una sola  y que La Republica Dominicana se haga cargo de los males de un Haití que históricamente ha sido vejado, olvidado, discriminado y tiranizado.

La pregunta que a mi mente llega es: Si otros teniendo tanto territorio, y muchos no lo dicen, pero escasamente aceptan a los haitianos por mirarlos como una carga. ¿Cuál sería el destino de una República Dominicana  con apenas 48, 448 km cuadrados y con un Haití en su mayoría viviendo  en el siglo XVI y con una mentalidad de victima?

Son muchas las mujeres haitianas que embarazadas y estando preparadas ya para dar a luz las llevan a La República Dominicana para que en los hospitales la socorran.  Claro está que por razones humanitarias se le prestan los servicios. ¿No es ese un plan para que el gobierno dominicano gaste más de lo estipulado en el presupuesto de salud cuando a Haití le llegan tantas ayudas por medio de las ONG supuestamente? ¿No sería esto un plan preparado maliciosamente para una invasión pacifica?

Entonces, si otros construyen grandes murallas para que pasen solamente los que ellos permitan ¿Por qué Republica Dominicana tienen que abrir su frontera? Cada quien tiene derecho a defender su nacionalidad.

Cuando la comisión internacional de los derechos humanos llegó a la Republica Dominicana encontró un pueblo de pies y diciendo: Aquí mandamos nosotros. Es decir que todo pueblo tiene derecho a ejercer su libre albedrío.  Al pueblo haitiano no se le discrimina, por el contrario, mucho se ha beneficiado del pueblo dominicano.

Cuando la verdad sea lo único que nos guie, seremos felices. Y cuando la verdad y solo la verdad toque  nuestras puertas, nos daremos cuenta que lo que hemos sembrado de nada nos sirve. El planeta seguirá girando, el hombre vivirá en él pero no será su dueño.

*Jose Toribio es un poeta y escritor canadiense de origen dominicano radicado en Toronto.

(Foto cortesía de: alrevesyalderecho.infolibre.es)

 

Be the first to comment on "Una propuesta para los amigos de Haití"

Leave a comment