Una ciudad digna para todas y todos, un reto para las nuevas autoridades políticas

POR GILBERTO ROGEL / TORONTO /

Hace unas semanas atrás pasaba por la estación de St. George, en el pleno centro de Toronto, cuando de inmediato me llamó la atención un jovencito con toda la pinta de recién llegado, quien miraba con desesperación su teléfono celular como quien busca el rumbo de algún lugar importante al que ya va tarde. Su nombre es Julian Alfredo, de apenas 28 años, originario de uno de los estados más pobres del Sur de México.

Alegremente me dijo que había llegado a Toronto apenas dos semanas atrás, que pretendía quedarse, trabajar de lo que fuese durante los seis meses que le permite su visa de turismo, ganar algún dinero y tratar de pagar las deudas acumuladas en su pueblo, en donde lo espera su mujer y sus dos pequeños hijos.

Según me comentó, por suerte ya había conseguido adonde dormir. Me alegré mucho por él, al saber por experiencia propia que Toronto es una de las ciudades más caras en todo Canadá en lo que se refiere a vivienda. Pero algo me erizó la piel segundos después, cuando me dijo que estaba compartiendo la cama… con el dueño de la casa. Pero eso no es todo, también me dijo que el dueño del inmueble tiene otros dos inquilinos a quienes les alquila la sala de su casa.

Después de darle un par de direcciones y números telefónicos de organizaciones de ayuda a recién llegados, le sugerí a Julian que tuviese mucho cuidado, ya que así como uno puede toparse con gente maravillosa en esta ciudad, como a mí me tocó muchas veces; también hay otros sin escrúpulos que se aprovechan de los demás, en especial si son jovencitos que han dejado sus familias por necesidad de pagar deudas.

El caso de Julian es un fiel ejemplo de una de las situaciones más problemáticas en la ciudad de Toronto, la falta de viviendas dignas y asequibles, inicialmente para los que hemos decidido quedarnos acá, y en segundo para quienes vienen buscando un mejor futuro. Las casas, los apartamentos, los cuartos y los sótanos son excesivamente caros y van para arriba sin que haya indicios de que tendremos un respiro a corto o mediano plazo.

La próxima semana los torontonianos iremos a las urnas para elegir alcalde y concejales municipales. Algunos candidatos se han atrevido a dar ideas novedosas de cómo afrontar el tema de la vivienda digna para todas y todos. Uno de los candidatos para alcalde, Gil Peñalosa, colombiano de nacimiento y experto en urbanismo, ha llamado la atención por sus novedosas ideas verdes que le vendrían bien a la ciudad y la pondrían adelante de muchas otras.

Peñalosa ha venido a ponerle color latino a esta contienda, quizás su Inglés no sea perfecto como el de la mayoría, quizás sus ideas sean muy avanzadas para esta ciudad un poco retrasada en materia de urbanismo, vivienda digna, transporte seguro y ecológico; pero sin lugar a duda ha venido a revolver una campaña electoral bastante aburrida y sin mayores sorpresas. Peñalosa merece un chance.