Los Servicios de Policía de Toronto tuvieron un encuentro con lideres de la comunidad latina en el GTA la semana pasada
POR LAURA SILVA / TORONTO /
“Mi casa es tu casa”, dijo Oscar Vigil, periodista y director del Hispanic Canadian Heritage Council (HCHC), para dar la bienvenida a la Policía de Toronto (Toronto Police Services, TPS), a una importante reunión que está dando inicio a un proceso de trabajo conjunto
El pasado jueves 19 de septiembre marcó un hito para la comunidad latina en Toronto bajo el título “TPS: Problemas y preocupaciones de la comunidad hispana/latinoamericana”, ya que se llevó a cabo un encuentro histórico entre representantes del TPS y líderes latinos locales.
Fue un momento largamente esperado, pues la última vez que se facilitó un espacio similar fue en la década de 1990, según recordó Oscar Vigil. Esta vez, el propósito fue claro: abrir un diálogo sincero y transparente para fortalecer los lazos entre la policía y una comunidad en crecimiento que busca ser escuchada.
Desde el inicio, el ambiente era cálido. Los asistentes, reunidos desde las 6:00 de la tarde, fueron recibidos con tacos y bebidas, lo que preparó el terreno para una tarde que prometía ser reveladora.
Al caer la noche, la conversación inició bajo la moderación de Jenniffer Quintero, líder de proyecto en el TPS, quien con un tono empático y firme, invitó a todos a expresarse y recordó el propósito del encuentro: que la policía escuchara las preocupaciones de la comunidad, y así mismo, conocer más sobre los programas, procesos y las funciones generales que realiza la policía de Toronto.
Entre los asistentes del encuentro estuvieron presentes miembros clave de diferentes divisiones del TPS, como el Equipo de Estrategia de Recopilación de Datos Basados en la Raza y la Identidad, la Unidad de Asociación y Participación Comunitaria, y la Unidad de Equidad, Inclusión y Derechos Humanos. También se destacó la participación del Programa de Oficiales Comunitarios del Vecindario y la Red de Apoyo Interno Latinoamericano e Hispano.
Un aspecto crucial que se mencionó durante la reunión fue el trabajo de los Neighbourhood Community Officers (Oficiales comunitarios del vecindario), un programa que se introdujo en 2013 y ha evolucionado desde entonces. Estos oficiales están asignados a un vecindario específico durante al menos cuatro años, tiempo necesario para construir relaciones de confianza con los residentes. Uno de los oficiales explicó que a veces lo más difícil es que los jóvenes acepten y confíen, subrayando que el tiempo prolongado en una comunidad les permite conocer a fondo las dinámicas locales y trabajar mano a mano con los habitantes.
La comunidad latina, por su parte, estuvo representada por abogados, trabajadores comunitarios y sociales, académicos, empresarios, líderes sociales y delegados de algunos consulados. Los asistentes compartieron inquietudes que abarcaron algunas barreras de comunicación y la desconfianza que en ocasiones se presenta por diversas razones hacia los agentes y el reto que estas situaciones generan. Para encontrar soluciones, los representantes policiales enfatizaron que ellos no pueden crear seguridad por sí solos; necesitan de la colaboración activa de la comunidad. El desafío es construir juntos un programa que nos conecte y empodere, mencionó uno de los agentes.
La discusión no se detuvo ahí. Temas graves como el tráfico humano, la violencia doméstica y el aumento de armas en las calles también salieron a la luz. Algunos de los asistentes expresaron su preocupación por los jóvenes latinos, y con razón. Las pandillas se han convertido en una amenaza creciente para ellos, y tanto la comunidad como la policía están conscientes de la urgencia de actuar.
Adicionalmente, la falta de información clara y accesible sobre leyes, los derechos y deberes en Canadá es un vacío que debe llenarse, y hacerlo en español, involucrando a los jóvenes y a través de redes sociales podría marcar la diferencia.
En consecuencia, una de las propuestas más sobresalientes fue la creación de campañas educativas dirigidas a los latinos. Una de las invitadas compartió su experiencia trabajando con la comunidad china, donde estos esfuerzos ya están en marcha por medio de videos, y sugirió replicar el modelo para los latinos.
No obstante, la solución no será sencilla. La comunidad latina en Toronto es diversa, y lo que funciona para un grupo puede no ser relevante para otro. Como bien mencionó un líder comunitario: Debemos tener en cuenta que dentro de nuestra propia comunidad existen diferencias sociales, económicas y raciales. Es un reto, pero debemos afrontarlo juntos.
El encuentro culminó con un sentido aplauso y un mensaje claro: este no es el final, sino el comienzo de un camino hacia una mejor integración entre la comunidad latina y el TPS. Viviana Santivañez, líder comunitaria y fundadora de Vivi’r LGBTQ+, cerró la reunión con una poderosa invitación: “Recuerden que mi casa es tu casa. Les abrimos las puertas, pero más que palabras, ahora necesitamos acción”. La reunión dejó en claro que tanto la comunidad latina como el TPS están comprometidos a seguir adelante con este diálogo, trabajando de la mano por un futuro más seguro, inclusivo y colaborativo.
Ahora, si deseas ser parte de estas conversaciones y trabajar en conjunto con la policía en beneficio de nuestra comunidad latina, comunícate con el HCHC. ¡Te invitamos a sumarte y hacer la diferencia!