Tomará posesión el 12 de julio y promete buscar el apoyo de la provincia y del gobierno federal para sacar a Toronto hacia adelante
POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Depende de con quien se hable, Toronto va a enrumbarse por un mejor camino, o va a ir camino a la perdición, a partir del 12 de julio próximo en que sea juramentada como nueva alcaldesa de la ciudad Olivia Chow, la histórica figura del Partido Nuevo Demócrata (NDP). Quien sea que tenga la razón, o que no la tengan, lo cierto es que Toronto va a cambiar de rumbo a partir de este verano.
Porque con la elección de Olivia Chow como alcaldesa de Toronto le está poniendo fin a casi 13 años de gobiernos municipales de derecha en la ciudad y convirtiéndose en la primera mujer y en la primera persona de una minoría visible en liderar esta enorme urbe creada tras el amalgamiento de los anteriores municipios de East York, Etobicoke, North York, Scarborough, York y Toronto en el año 1998.
Chow, de 66 años, era la candidata favorita para ganar la elección desde el momento en el que lanzó su candidatura, era sin duda el nombre de mayor reconocimiento en la población y por tanto logró obtener una ventaja decisiva en las encuestas. No obstante, en la última semana y tras el apoyo que recibió la candidata Ana Bailao de parte del ex alcalde de la ciudad, John Tory, y de muchos concejales, MMPs, MPs y sindicatos, el liderazgo de Chow fue puesto en duda y el conteo de los votos el lunes terminó siendo un duelo entre ella y Bailao.
Pero al final, tras una campaña que contó con 102 candidatos, Chow, de línea política de izquierda, obtuvo 269,372 votos; Bailão, liberal, 235,175 votos; y Mark Saunders, de derecha y quien recibió el respaldo decidido del Premier de Ontario Doug Ford, alcanzó apenas 62,167 votos. Esto significa un triunfo para Chow con el 37.16% de los votos contra el 32,45% de Bailao y el 8.58 de Saunders, en una votación que atrajo al 38% de la población apta para votar.
“Vaya, qué noche”, dijo Olivia Chow, riendo y llevándose la mano al pecho, mientras la multitud se lanzaba a celebraciones que durarían hasta bien entrada la noche en su fiesta electoral en The Great Hall, en Queen St. West. “Si alguna vez dudaste de lo que es posible hacer juntos… Si alguna vez cuestionaste tu fe en un futuro mejor y lo que podemos hacer el uno con el otro, el uno por el otro, esta noche es tu respuesta”, dijo sumamente emocionada.
A este punto ya la mayoría de los contendientes le habían llamado para felicitarla y para ofrecerle la colaboración necesaria para sacar a Toronto hacia adelante, explicó, agregando que incluso tuvo una conversación muy distendida y positiva con el Premier Doug Ford, quien durante la campaña había anticipado un desastre para la ciudad se ganaba Chow.
“Esas son cosas que se dicen en campaña”, explicó más tarde, agregando que su objetivo como alcaldesa de la ciudad es buscar el acercamiento para trabajar juntamente con el gobierno provincial de Ontario y con el gobierno federal, dado que los retos que enfrenta la ciudad son difíciles.
Muchos analistas coinciden en que Chow logro capitalizar el deseo de cambio que tienen los residentes de Toronto y que con eso cimentó su triunfo, pero agregan que el camino a andar no es nada facial sobre todo si se consideran sus promesas de campaña que incluyen revertir los recortes de la TTC implementados por la administración de Tory y al mismo tiempo congelar las tarifas para ayudar a aumentar el número de pasajeros, así como también crear una constructora pública para ayudar a construir viviendas más asequibles. Solo esto podría costar alrededor de un billón de dólares.