FRANCISCO REYES / TORONTO /
Una caravana de protesta por el asesinato de 43 estudiantes mexicanos en septiembre del año pasado llegó a Canadá desde hace ya semanas y ha recorrido varias ciudades del país, entre ellas, Vancouver, Edmonton, Montreal, Toronto y Guelph, recabando apoyo para esclarecer las circunstancias en que los normalistas desaparecieron y dónde fueron a parar.
La llamada “Caravana de la Esperanza” partió desde México, atravesó dos fronteras y llegó a Canadá para solicitar del Parlamento Federal y al gobierno del primer ministro Stephen Harper emitir un documento de condena por el asesinato de los 43 estudiantes de la Escuela Nacional Rural de Ayotzinapa, en el Estado de Guerrero, y a la vez pedir a las autoridades canadienses exigir al presidente enrique Peña Nieto que haga justicia, llevando al banquillo de los acusados a los verdaderos culpables de la matanza.
La noche del pasado viernes 24 de abril, los integrantes de la caravana, a los que se unieron miembros de las distintas comunidades hispanas de Toronto, realizaron una marcha de protesta que partió desde la Alcaldía local y culminó en la Iglesia anglicana de la Trinidad, en el centro de la ciudad, donde varios oradores tomaron la palabra para condenar la matanza de los estudiantes cuyos cuerpos, según se alega, fueron incinerados por los autores del crimen.
El reverendo Maurice François, encargado de la parroquia hispana San Esteban, adscrita a dicha iglesia, dio la bienvenida a las más de 200 personas congregadas en el interior del templo, al tiempo que deploró la masacre de Ayotzinapa.
Los asistentes portaban fotos de los estudiantes desaparecidos, brutalmente asesinados y quemados en el basurero municipal de Colula, Estado de Guerrero, según los medios de prensa mexicanos. También portaban cartelones en los que denunciaban la situación de inseguridad que se vive en el país azteca y condenaban al gobierno de Peña Nieto por la irresponsabilidad con que ha enfrentado los hechos.
Los manifestantes coreaban consignas contra el sistema judicial mexicano y contra el gobierno perredista, considerando que ha contribuido para que México se haya convertido en un narco Estado.
De acuerdo con las versiones de los medios de prensa, los estudiantes fueron apresados en la ciudad de Iguala por agentes policiales del Estado de Guerrero, así como de la Policía Federal, quienes supuestamente los entregaron a miembros del grupo Guerreros Unidos, que tiene vinculaciones con los cárteles de las drogas en México.
Ha habido contradicciones en torno a las versiones sobre las circunstancias en que los estudiantes desaparecieron. Incluso, las propias autoridades gubernamentales y judiciales del país, según se puede extraer de los informes de prensa, se contradicen cada vez que comparecen ante los medios de comunicación para justificar las acciones de los agentes policiales envueltos en este hecho de sangre.
Algunos de los oradores que intervinieron en el acto de protesta de Toronto enfatizaron las distintas versiones dadas por el gobierno mexicano, al extremo de que dudan cómo en verdad ocurrieron los trágicos hechos en Guerrero.
Hilda Legideño, madre del estudiante desaparecido Jorge Antonio Tizapa Legideño, al hacer uso de la palabra lanzó duras críticas al gobierno de Enrique Peña Nieto, diciendo que “no creemos en lo que nos dicen las autoridades. Nos dan versiones distintas de los hechos y el presidente de la República nada hace para aclarar los hechos”.
La señora Legideño, quien ha hecho el recorrido con la “Caravana de la Esperanza”, manifestó con la voz casi quebrada que ha llegada a Canadá buscando el apoyo necesario porque “aún tengo fe de hallar vivo a mi hijo. Los responsables de administrar la justicia en México nos han mentido muchas veces. Creo que los tienen detenidos en algún lugar y no quieren entregarlos”, aseguró.
La “Caravana de la Esperanza” de los mexicanos viajará próximamente a Ottawa para manifestarse frente al Parlamento federal, con el fin de que tanto los diputados como el gobierno canadiense escuchen sus quejas y se emita un documento de condena por el asesinato de los estudiantes, a la vez que presione al gobierno de peña Nieto para que se haga justicia.
El pasado miércoles 28 de abril, la caravana pernoctó en Guelph, donde hubo una marcha de protesta similar a la de Toronto.
Por otra parte, familiares de los 43 estudiantes desaparecidos se manifestaron el pasado domingo calles de Nueva York y frente a la sede de la ONU, prometiendo no descansar hasta que vuelvan a verlos.
Declararon, como lo hicieron los manifestantes de Toronto, que no creen en la versión oficial y reclamarán continuamente a las autoridades para que den con el paradero de los jóvenes.
Desde septiembre, las embajadas y consulados mexicanos de las principales ciudades del mundo han sido escenarios de protestas de grupos que exigen el regreso de los 43 estudiantes desaparecidos, bajo una sola consigna: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
*Francisco Reyes puede ser contactado en reyesobrador@hotmail.com