Toronto celebró la beatificación de Oscar Romero, el nuevo “Santo de los Ateos”

RomeroMayo20151OSCAR VIGIL / TORONTO /
Decenas de católicos, anglicanos, presbiterianos, judíos, de otras denominaciones religiosas e incluso autodenominados no creyentes, celebraron en Toronto la beatificación el fin de semana del arzobispo mártir salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, quien con su práctica a favor de los más desposeídos, y con su muerte hace 35 años, pareciera que se ha convertido en el santo incluso de los ateos.

Eran apenas las 6:30 de la tarde del domingo 24 de mayo, domingo en que las iglesias tradicionales celebraron Pentecostés, o sea la venida del Espíritu Santo, y la Iglesia de Holy Trinity, ubicada detrás de Eaton Centre, en pleno centro de la ciudad, ya se estaba llenado de gente. No de feligreses, de gente representante de los diversos sectores de la sociedad, creyentes y no creyentes, teístas y ateos.

Algunos eran católicos, específicamente monjas de varias congregaciones religiosas, otros eran anglicanos (esta iglesia es anglicana), unos más decían que no pertenecían a ninguna religión, pero también los había quienes definitivamente no creen en Dios, en las iglesia, en los sacerdotes y en los pastores.

RomeroMayo2015Alfredo Barahona y su hijo Ernesto se preparaban para iniciar su homenaje musical al profeta salvadoreño cuando entraron dos travestis, signo de los tiempos, de la apertura que esta iglesia tiene para todo mundo, especialmente para los pobres y marginados.

Fue precisamente a esos pobres y marginados a quienes Romero les dio voz en El Salvador, a quienes defendió con su vida en un momento histórico en que hablar de justicia era ser considerado comunista y por tanto estar condenado a muerte.

La nave principal de la Iglesia Holy Trinity, una verdadera joya arquitectónica en el centro de la ciudad, construida con estilo gótico a mediados del siglo XVIII, se terminó de llenar mientras Alfredo y Ernesto Barahona maestralmente usaban la guitarra y la trompeta para entonar canciones alusivas al arzobispo salvadoreño. Con sus acordes y notas musicales dieron paso a la ceremonia, un Te Deum, un homenaje, una celebración comunitaria, popular, que estuvo repleta de música y arte y que fue concelebrada por los sacerdotes Maurice François, John Juhl y Bryan Husted.

François, anglicano de origen chileno, es el párroco de la Iglesia San Esteban, el ministerio en español que funciona en la Iglesia Holy Trinity; Juhl, también chileno, es el Párroco de la Iglesia Católica San Felipe Nery, ubicada en la zona de Jane y Finch; y Husted, quien estaba de visita en Toronto, ejerce un ministerio ecuménico en Monterrey, México.

Caricatura publicada en un medio de prensa salvadoreño

Caricatura publicada en un medio de prensa salvadoreño

Los tres concelebrantes abrieron el espacio para que la comunidad le rindiera homenaje al nuevo santo, a un obispo a quien en sus primeros años al frente del arzobispado de la capital salvadoreña se le acusó de estar demasiado vinculado a la oligarquía y la derecha de aquellos años, pero quien conforme pasaron los días y sucedían los cruentos asesinatos a manos de los terribles escuadrones de la muerte creados por la derecha, fue tomando una férrea posición a favor de los más desposeídos.

Según diversos analistas, Romero no fue realmente un teórico de la Teología de la Liberación. Al contrario, tenía fuertes diferencias con esta corriente teológica que tomó fuerza en la década de los años 70 en América Latina.

Sin embargo, todos coinciden también en que con su prédica en el culto y con sus acciones fuera de este, en su vida cotidiana, ha sido uno de los principales constructores, en los hechos, de esta corriente teológica que trata de colocar a los pobre del mundo como la opción preferencial de la iglesia, algo que el actual pontífice, Francisco I, también está predicando.

Esta es seguramente una de las razones por las cuales al evento del domingo en Toronto llegaron decenas de no creyentes, hispanos y canadienses para quienes en su léxico no existe el concepto eclesiástico de “santidad”, pero que definitivamente ven en Romero un ejemplo a seguir, es decir precisamente la idea que subyace en la concepción de la “santidad” católica.

RomeroMayo20152“Quien canta reza dos veces”, dice el adagio popular, y en ese sentido en el homenaje en Toronto los asistentes, creyentes y no creyentes, rezaron doble todo el tiempo: José González y Dalton Sánchez, del grupo Voces Poéticas, oraron con la guitarra, la flauta y el tambor, y luego Luis Ramírez también lo hizo con la guitarra para a continuacion darle el atrio de la prédica musical a Daniel Ian Franco.

Desde El Salvador llegó la conocida cantante de música sacra Inés Viaud, pero su vuelo arribó tarde, le extraviaron las maletas, y cuando finalmente logró cruzar la puerta de la iglesia justo acababa finalizar el homenaje.

Sin embargo, esto no fue razón para que Viaud, con una voz potente, sonora pero a la vez angelical, tomara su guitarra, se parara junto al altar, formara círculo con un gentío que no terminaba de salir del templo, y deleitara a los asistentes homenajeando con sus cánticos al nuevo santo.

Este es el halo que se formó alrededor del sol justo en el momento cúspide de la beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, lo cual fue considerado por los creyentes como un milagro del nuevo Santo de la Iglesia Católica

Este es el halo que se formó alrededor del sol justo en el momento cúspide de la beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, lo cual fue considerado por los creyentes como un milagro del nuevo Santo de la Iglesia Católica

La poesía también estuvo presente en forma de verso con Jesús Maya y de prosa con Ernesto Jobal Arrozales, en forma de memoria histórica con el Cónsul de El Salvador en Toronto, Oscar Toledo, quien brindó las palabras oficiales del homenaje, y en forma muda, a través de la exposición del último trabajo, cuatro cuadros en honor a Romero, pintados por el extinto maestro del realismo mágico Guillermo Martínez Canizales.

La noche fue esplendorosa, una celebración digna para un hombre de carne y huesos que con su conversión, con su opción preferencial por los pobres, con sus acciones a favor de los más necesitados, de los oprimidos y de los reprimidos, y con su asesinato por la defensa de su fe, ha sido alzado a los altares.

A un hombre a quien dicen que Dios también lo homenajeó el día de su beatificación haciendo aparecer un hermoso halo, un arcoíris alrededor del sol, justo en el momento cúspide de la ceremonia de beatificación. Ese fue sin duda el tema de conversación de todos los creyentes esa noche.

Algunos fieles incluso aseguran que se pudo observar el rostro del nuevo Santo en el cielo, otro milagro!

Algunos fieles incluso aseguran que se pudo observar el rostro del nuevo Santo en el cielo, otro milagro!

Científicamente, la formación de esos halos alrededor del astro mayor es un fenómeno climatológico que sucede con la penetración de la luz del sol a través de la humedad que dejan en el ambiente las lluvias, y en El Salvador llovió toda la noche anterior a la canonización. Sin embargo, las historias son las historias, y al final de cuentas bien se puede afirmar que efectivamente la madre naturaleza también homenajeó al nuevo santo, al santo de los ateos.

*Oscar Vigil puede ser contactado en oscarvigil2015@gmail.com