Por Vilma Filici
filici@filici.com
TORONTO. En medio aun de la pandemia, esta semana ha sido noticia una información publicada por un columnista del periódico Toronto Sun, en la cual dice que el nuevo gobierno minoritario del primer ministro Justin Trudeau está planeando eliminar casi todos los motivos que usa el Departamento de Inmigración para excluir a los solicitantes de refugio.
No es nuevo que el objetivo del gobierno de Trudeau desde el año 2020 ha sido aumentar la entrada de inmigrantes y refugiados en Canadá en casi un tercio hasta 400,000 al año, esto ha sido anunciado ampliamente sobre todo en el marco de la disminución de ingreso de inmigrantes debido a la pandemia del COVID-19.
Pero según el columnista, la forma en que el gobierno liberal planea alcanzar este nivel de inmigración está escrito en un borrador de documento interno enviado a los jueces de inmigración y refugiados, al cual él tuvo acceso, y son medidas sumamente radicales.
Explica que estas nuevas medidas fueron enviadas en un correo electrónico a todo el personal y a los jueces el 20 de septiembre por Richard Wex, quien ha sido designado por los liberales como presidente y director ejecutivo de la Junta de Inmigración y Refugiados de Canadá (IRB).
“Según las nuevas pautas, contenidas en un documento marcado como ‘Borrador’ y cubierto por el privilegio abogado-cliente, a los funcionarios de la administración pública que realizan una evaluación inicial de las solicitudes de inmigración y refugio, además de los jueces de inmigración y refugiados que escuchan las apelaciones de las decisiones de los oficiales, se les indica que acepten a cualquier solicitante que tenga un reclamo ‘interseccional’. La interseccionalidad se define como dos o más de ‘raza, religión, indignidad, creencias políticas, estatus socioeconómico, edad, orientación sexual, cultura, discapacidad o estatus migratorio’, que impactan la experiencia vivida de discriminación, marginación u opresión de un individuo’”, cita el columnista.
En este sentido, plantea que los solicitantes de refugio “ya no tendrán que demostrar, por ejemplo, que se enfrentan a la tortura o la muerte si se les obliga a regresar a sus países de origen. Tampoco tendrán que satisfacer la definición de la ONU de un ‘refugiado’”, entre muchas otras cosas.
Yo no puedo confirmar si efectivamente este documento es real o no, pero lo que si puedo asegurar es que debido a la situación de pandemia que vive el país el Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía ha flexibilizado sustancialmente muchos de los requerimientos que tiene establecidos. Y es lógico, dado que en medio de una cuarentena como en la que hemos estado viviendo durante los últimos 18 meses, por ejemplo, sería imposible que muchos solicitantes de refugio que ya están en el país puedan obtener, desde sus países de origen, muchas de las pruebas que en tiempos normales les serían requeridas.
Se sabe que ha habido un poco de flexibilidad en el manejo de las pruebas, y se sabe también que las personas que han llegado como solicitantes de refugio al país durante los últimos años, y que están a la espera de sus audiencias de refugio, están siendo citadas el IRB para el procesamiento de sus audiencias.
En este sentido, si el solicitante de refugio tiene un representante legal, debería acudir a él/ella para que envíe una carta requiriendo ser contactado antes de que se fije una fecha para la audiencia, a fin de asegurarse de que estará disponible.
También es muy importante que el IRB tenga la dirección actual de la persona. Si se han cambiado de dirección, deben haber hecho el cambio con el departamento de Inmigración, Refugio y Ciudadanía, pero también con el Consejo de Inmigración y Refugio. Estos son departamentos distintos y no comparten información. Si no lo han hecho deben hacerlo de inmediato.
En el momento que pidieron refugio se les entregó una carpeta con documentos, y entre ellos hay un formulario donde pueden poner su cambio de dirección y una vez completado lo pueden enviar por fax. Si no tienen ese formulario pueden enviar una carta o una nota a la División de Protección al Refugiado dando su cambio de dirección. Es importante, para que puedan identificarlo y poner la información en su expediente, poner el nombre completo, la fecha de nacimiento y el número de expediente. Luego pueden enviarlo al número de fax del IRB: 1-833-534-2292.
El contacto con su representante legal también es importante dado que probablemente haya que poner el expediente al día. Si ha habido cambios, si miembros de la familia o amigos han tenido problemas, se debería incluir la información en la narrativa. En algunos casos ha habido cambios en la situación que forzó a la persona a salir del país y por lo tanto hay que reevaluar el caso y ver de qué manera se pueden manejar esos cambios.
Muchos de estos refugiados están preocupados porque ha habido una apertura en su país, un tratado de paz o cambios en el gobierno. Pero el que haya habido cambios no significa que la persona va a ser rechazada automáticamente. Puede que haya cambios que son puramente legales pero que en la vida real no se han implementado o no han hecho diferencia y por lo tanto las personas continúan en la misma situación y corriendo el mismo peligro que corrieran en el momento de salir de su país.
Generalmente la información objetiva del caso queda en manos del representante legal, parte de nuestro trabajo es hacer las investigaciones pertinentes para ver si en realidad ha cambiado o no la situación para el refugiado en su país y si hay peligro de que sea perseguido si es regresado. El refugiado debe preocuparse y usar el tiempo entre hoy y diez días antes de la audiencia (la evidencia para corroborar el caso se debe enviarse diez días antes de la audiencia) para conseguir cualquier documento personal de eventos o incidentes que hayan sucedido en los últimos años.
Por ejemplo, se puede incluir si algún miembro de la familia que aún está en el país de origen ha recibido amenazas por parte de los perseguidores. Yo vi un caso por ejemplo donde un primo muy cercano al solicitante de refugio fue asesinado por problemas relacionados con los del solicitante de refugio. Por supuesto que ese lamentable incidente es relevante para el caso de refugio y se debe agregar la información y conseguir pruebas de su defunción y pruebas de la relación sanguínea entre ellos. Cualquier evento que haya sucedido debe ser evaluado ya que podría ser importante.
Las personas que se encuentran dentro de estos casos esperando su audiencia durante mucho tiempo han estado con mucha ansiedad e incertidumbre. El saber que sus casos están siendo agendados para la audiencia les dará un poco de tranquilidad, pero también les preocupará cual será el resultado ya que ha pasado mucho tiempo desde que pidieron refugio.
El temor del rechazo es válido, pero hay que recordar que hay soluciones legales. Por ejemplo, podrán apelar a la División de Apelaciones de Refugio y pedir una revisión judicial ante la Corte Federal. En muchos casos, especialmente donde hay niños involucrados, se puede hacer una solicitud por Razones Humanitarias y de Compasión.
En realidad, yo iría más allá de lo que plantea el columnista del Toronto Sun, y diría que además de flexibilizar las medidas para aceptar más solicitantes de refugio lo correcto sería que se declare algún tipo de programa especial que les permita procesar su residencia permanente sin tener que pasar por la audiencia de refugio. Esto ya fue hecho en 1986 y en 1989 y funcionó exitosamente. Se le dio la residencia a personas que lograron demostrar que se encontraban establecidas en Canadá y que no presentaban un peligro para la sociedad. Este nuevo gobierno de minoría debería anunciar algo similar.