OSCAR VIGIL / TORONTO /
En promedio tienen 30 años de haber salido de su país, apurados por una guerra civil que en aquel momento cobraba vidas sin piedad. Muchos de ellos incluso no tienen memoria de una vida en El Salvador, mas que las visitas que en los años recientes, después del fin del conflicto bélico, han realizado para rencontrarse con su pasado.
Sin embargo, en su mayoría no olvidan sus raíces, su herencia, su pasado, y tanto en público como en privado reclaman que a pesar de que con sus remesas constituyen la principal fuente de ingresos de su país de origen, no se les permite tener influencia política en lo que ahí sucede.
Decena de salvadoreños radicados en Toronto celebraron, reclamaron, e incluso votaron simbólicamente este domingo 11 de Marzo, por las elecciones para Alcaldes y Diputados que se llevaron a cabo en el pequeño país centroamericano.
“El objetivo de esta concentración es celebrar un acto cívico del pueblo salvadoreño, y en segundo lugar apoyar la plataforma política del FMLN. Esta actividad está organizada por un comité de base del FMLN y vamos a celebrar lo que nosotros consideramos la victoria del FMLN”, dijo Luis Rodríguez, Coordinador del principal grupo de base en Canadá del ex – guerrillero y actual partido político Salvadoreño Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), durante un evento que reunió a cerca de un centenar de personas.
Niños, mujeres, jóvenes, ancianos, mayormente vestidos con los colores rojos típicos del partido político actualmente en el poder, desfilaron en las instalaciones de un sindicato de trabajadores en el centro de la ciudad, en una noche que se caracterizó por presentaciones artísticas, discursos políticos, y las infaltables “pupusas”, el platillo típico salvadoreño.
“La respuesta de la comunidad ha sido positiva, la gente ha participado, el local estaba casi lleno, y eso nos da alegría porque nos manda el mensaje que la comunidad está atenta al evento electoral y está atenta también a los resultados y cuales son específicamente los resultados del FMLN”, aseguró Rodríguez.
No lejos de ahí, en la zona oeste de la ciudad, en una cooperativa de vivienda, otro grupo de salvadoreños hacía lo propio. Sin colores partidarios, pero con una tendencia también marcadamente roja, celebraba las votaciones en El Salvador pero a la vez también hacía un reclamo político a su gobierno, actualmente de izquierda, para que se les conceda el derecho al voto en el exterior.
“Celebramos un acto cívico que lo hemos venido realizando como asociación durante las últimas tres o cuatro fiestas electorales en El Salvador, y el objetivo es el ejercicio, aunque sea simbólico, del voto, ya que no tenemos todavía voto en el exterior”, explicó Eusebio García, dirigente de la Asociación Salvadoreño Canadiense (ASALCA).
Igual que en la otra celebración, aquí tampoco faltaron las presentaciones artísticas, los discursos políticos y las tradicionales pupusas, pero aquí adicionalmente se hizo presente una votación simbólica que, al cierre del escrutinio, otorgó un 85 por ciento de favoritismo para el FMLN, un seis por ciento para el derechista partido ARENA, otro seis por ciento para el también derechista partido GANA, y una abstención del tres por ciento.
Previo al evento, en la actividad de ASALCA se daba por descontado un triunfo arrollador del FMLN, pero todo indica que, al igual como sucedió en El Salvador donde en estas elecciones el FMLN perdió importantes bastiones electorales, en Toronto también se está generando cierto descontento con el partido de izquierda.
“Aquí en Toronto es la misma situación que en El Salvador, hay gente apática que ni siquiera se da cuenta de lo que está sucediendo en el país, pero la actividad ha sido exitosa en el sentido de que siempre hay gente pendiente de lo que está sucediendo en El Salvador, y la votación simbólica es importante también porque los salvadoreños en el exterior somos parte importante de la económica del país y no tenemos representación política”, aseguró García.
Ejercicio simbólico, celebración a medias, participación baja (en El Salvador fue de aproximadamente el 50%), lo que queda claro es que los salvadoreños en Toronto, cuando menos un sector importante de la comunidad, todavía vibra con la política de El Salvador y está buscando a como de lugar mayor participación política en el país en el cual tienen sus raíces y al cual envían sus remesas.
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