CHIQUI RAMÍREZ / TORONTO /
En un país racista como es Guatemala, desde pequeños identificamos de qué lado estamos dentro de la sociedad: somos “ladinos” o “indios”. Lo Ladino se identifica con la situación económica (de buenas familias dice la gente), apellido extranjero y muchas veces color de la piel, que no siempre juega con el apellido, y que hablamos castellano.
Lo indio identifica específicamente a los pueblos de origen Maya, por el uso del traje, hablar la lengua de origen, hablar mal el castellano, vivir en pobreza, en la marginación. Conviven con otros grupos marginados como Xinkas (que no son Mayas) y los Garífunas de orígen africano que llegaron posteriormente.
Durante la Colonia, los hijos de padres europeos se auto llamaron “Criollos” dice Severo Martínez, en el libro “La Patria del Criollo”, y eran y siguen siendo los que, despojando con cruz y fuego a los Primeros Habitantes de estas tierras, siempre han vivido en abundancia y del trabajo de servidumbre y mal pagado.
Todos los países del continente Abya Yala, nos guste o no, está habitado por mestizos. Se puede asegurar que no hay razas puras, ni superiores. Aparte del mestizaje entre las diferentes culturas que los europeos encontraron a su llegada, los europeos violando a las mujeres nativas, dieron paso al mestizaje. Nuestro origen mestizo, es producto de violaciones.
Duele pensar en la difícil situación de las mujeres que tuvieron que aceptar parir a esos niños y niñas, producto de la violación. Niños y niñas que fueron rechazados antes y después de nacer. En Guatemala esos mestizos rechazados por sus propias madres, despreciados por los padres, se reprodujeron rápidamente, creando cinturones de marginados alrededor de las ciudades de españoles. Por su origen oscuro no eran aceptados en los “pueblos de indios”, ni en las ciudades de los españoles. No tenían derecho a comprar tierra y algunos podían aprender algún oficio, que nunca los liberaba de la servidumbre.
La palabra “ladino” significa astuto, malvado, que habla varias lenguas. Biológicamente eran más fuertes, quizás no los más “bonitos” pero sí más resistentes en todos sentidos. Eso somos “Los Ladinos” en América. Con diferencias, la Colonia española, inglesa, francesa, portuguesa reprodujo ese origen mestizo.
Pero como el ser humano siempre ha inmigrado, desde hace varias décadas, llega a Canadá y Estados Unidos una nueva ola de inmigración en donde nuestros principios y valores entran en conflicto.
Refiriéndose a la identidad en Guatemala, Héctor Rosada opina que: “El proceso de identidad está completo en el momento en el que me identifico y me ubico donde quiero estar”. Lo que no pasa en Canadá u otro país a donde inmigramos.
En esta ciudad multicultural; ¿Con qué grupo me ubico? ¿A qué pertenezco? ¿Dónde está mi familia extendida? ¿De quién puedo aprender mi propia historia? ¿Quién soy realmente?
IDENTIDAD es el conjunto de características que posee tanto una persona como un grupo de ellas. Dicen en Quebec que la integración se logra hasta la tercera generación, cuando se ha dejado de hablar la lengua materna y/o que asumimos que ya somos parte de esta sociedad porque dejamos de comer frijoles y tortillas cambiándolos por las hamburguesas y gaseosas, aunque sigamos trabajando en la servidumbre, ganando el salario mínimo y aceptando todo lo que impongan los que llegaron antes que nosotros. Eso sí, pagando impuestos.
Necesitamos conocer de dónde venimos, nuestra herencia de Primeras Naciones o india, africana, asiática, europea y más. El estereotipo de “HISPANOS” o “LATINOS” sinónimo de bailador, bullanguero, siete oficios, o de mujer latina HOT, no es lo único que nos une. Nos une un idioma que viene del latín que es como quien dice la herencia paterna, pero nos olvidamos o queremos esconder nuestra herencia india-africana-asiática- materna, aunque la cara, el color, el cuerpo nos lo recuerde al vernos al espejo, que nuestro acento nos denuncia.
Sería saludable juntarnos y hablar sobre nosotros mismos, en español por supuesto. Discusiones respetuosas que nos ayuden a aceptarnos dentro de esta dinámica de inmigración y poder ser parte de esta sociedad desde nuestra identidad y dejar ese legado a nuestros hijos y nietos. Podríamos hacerlo en octubre, en el marco del mes de la herencia hispana. Están todos invitados para el jueves 1 de septiembre, a las 6:00 pm, en el 1541 Davenport Rd., Primrose Coop, Common Room. Esto queda al oeste de Dufferin y al sur de St. Clair.
*Chiqui Ramírez puede ser contactada en ixlajuj@gmail.com