Concejal de origen hispano en Toronto, Alejandra Bravo, dijo que el reto de la ciudad en estos momentos es la vivienda
POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
A las oficinas del FCJ Refugee Centre, una de las principales organizaciones que ayudan a los refugiados en la ciudad, todos los días, sin falta, llegan solicitantes de refugio, solos, con familia, y más dramáticamente con niños, buscando un lugar donde dormir porque acaban de llegar al país y están durmiendo literalmente en la calle.
Y en esta organización comunitaria, que fue fundada hace casi 40 años por Francisco Rico, ya fallecido, y su esposa Loly Rico, efectivamente les ayudan a encontrar un lugar donde ubicarse, ya sea en un shelter, en un Airbnb o incluso en algún colchón en la misma oficina. Pero les ayudan, porque como dice Loly Rico, su directora ejecutiva, no se puede permitir que en un país del primer mundo un refugiado duerma en la calle.
Para hacer conciencia sobre la difícil situación que están viviendo los solicitantes de refugio en Toronto, la organización realizó una Fiesta de Calle el fin de semana, frente a sus oficinas, en la cual participaron decenas de personas interesadas con el tema de los refugiados, así como también antiguos clientes y políticos de los tres niveles de gobierno.
Hubo música, comida, bailes y por supuesto discursos, en un ambiente multicultural y diverso característico de Toronto y del origen de los solicitantes de refugio que llegan a Canadá. Y al evento asistió la MP de origen mexicano, Julie Dzerowicz, la MPP líder del NDP de Ontario, Marit Stiles, y la concejal de Toronto de origen chileno, Alejandra Bravo.
Las tres políticas representan al distrito electoral de Davenport, Toronto, donde están ubicadas las oficinas del FCJ Refugee Centre, y todas ellas han estado y están involucradas de alguna manera en el trabajo que esta entidad comunitaria realiza.
Pero la más envuelta en este momento es sin duda Alejandra Bravo, dado que la escases de lugares donde dormir para los refugiados es una responsabilidad directa de las autoridades municipales.
“El reto que enfrentamos todos es el reto de la vivienda, la falta de vivienda y la falta de albergues para acoger a la gente que está en situaciones de precariedad en términos de domicilio, porque la cantidad de refugiados que está llegado a Toronto está creciendo, pero no así el apoyo de la del Gobierno federal para proveer albergue para que la gente no esté viviendo en la calle”, dijo bravo.
Explicó que esa es una obligación fundamental cuando Canadá firma acuerdos internacionales de Derechos Humanos y cuando Canadá celebra el hecho de que recibe refugiados. Así como se celebra, “tenemos también que financiar, tenemos la obligación de asegurarnos de que esas personas tengan un techo sobre sus cabezas”.
Dijo que obviamente la vivienda a precios accesibles es la solución a largo plazo para la problemática, pero enfatizó en que la solución inmediata es que las familias puedan refugiarse en una casa sobre todo en estos tiempos en los cuales el clima está cada día más inclemente, ya sea verano como en invierno, porque no se puede entender que una persona que llega a Canadá a buscar refugio tenga que estar luchando por no estar a la intemperie.
Bravo es miembro del Comité de Presupuesto de la Alcaldía de Toronto, y dice que la situación económica de la municipalidad es muy difícil y que ella es testigo de las carencias que existen. Por ello, plantea que la solución inmediata a la problemática es que el gobierno federal tiene que inmediatamente agilizar el dinero con que se ha comprometido con la municipalidad y no interponer a la provincia en la discusión, a pesar de que una parte de ese dinero ha sido ya entregado a Ontario y Ontario aun no lo entrega a la municipalidad de Toronto.
“El gobierno federal está para defender a los refugiados y a las personas sin techo en esta ciudad, debemos tener un acuerdo diferente para asegurarnos de que no haya ningún refugiado que tenga que dormir en la calle”, apuntó.
No obstante dice que la ciudad, sin apoyo federal, sin recibir el dinero que le corresponde, ha abierto espacios para refugiados y ese es un compromiso que va a continuar. “Pero no da abasto, falta entonces para expandirlo, necesitamos la ayuda del gobierno federal y que la provincia agilice y suelte el dinero que ha recibido del gobierno federal. Tenemos que tratar a Toronto diferente porque los solicitantes de refugio, entren por cualquier punto de entrada al país, la gente termina acá, esta es la ciudad más grande y donde la gente se siente bien acogida por la diversidad, por la cultura, entonces el gobierno federal debe inmediatamente asegurar que la municipalidad tenga la capacidad de abrir más espacios de vivienda”, acotó.
Para terminar, dijo que tiene el honor de que en su distrito de Davenport se haya abierto un shelter específicamente para refugiados LGBTQ+, y que con las circunstancias difíciles en que llegan se les ha dado la acogida, así como también que se continúa trabajando con el FCJ Refugee Center, que es un ejemplo en Toronto.