Por Vilma Filici
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Toronto. Hace varias semanas, cuando el gobierno del Partido Conservador aun no había recibido el voto de no confianza por parte del Parlamento Federal, el Ministro de Inmigración y Ciudadanía, Jason Kenney, se encargó de presentar y hacer aprobar un reglamento que vino a cambiar el cuerpo que regula a los consultores de inmigración, un tema que se venía estudiando desde hace aproximadamente cuatro años y que el ministro Kenney se encargó de promover y hacerlo aplicar de tal forma que quedara vigente aun si eventualmente el gobierno conservador era derrotado en las urnas. Sobre esta nueva normativa legal hablamos recientemente en una de nuestras columnas.
En esos mismos días, el Ministro Kenney también trató muy activamente de hacer aprobar varios al programa de patrocinio por matrimonio, con los cuales trataría de parar lo que él llamó abuso del programa de patrocinio de esposos y esposas.
Para entender esta segunda propuesta del Ministro Kenney hay que tener en cuenta que en este momento, cuando una persona hace un trámite para la residencia permanente patrocinado como esposo o esposa de un residente o de un ciudadano canadiense, o como pareja en unión libre o como cónyuge (que son las tres categorías bajo las cuales se puede patrocinar a una pareja), el nuevo inmigrante llega a Canadá de una vez con su residencia permanente después de haber pasado todo el proceso migratorio.
También, actualmente, la ley sólo estipula que en la eventualidad de que haya una separación de la pareja, la persona que patrocinó a su pareja no puede volver a patrocinar a otra pareja (esposo, esposa, compañero o compañera, o cónyuge) durante tres años después de haber hecho este patrocinio. Pero no obstante, en este momento el solicitante, es decir el nuevo inmigrante que ha sido patrocinado, no tiene ningún tipo de restricciones de este tipo después de haber obtenido la residencia permanente.
Es probablemente a la luz de esta situación que durante los últimos años se ha formado en el país una asociación de canadienses que sienten haber sido abusados por sus parejas a quienes patrocinaron, quienes luego de haber recibido su residencia permanente y llegar al país los han abandonado.
Pues bien, la nueva propuesta que introdujo el Ministro Kenney antes de que el gobierno del Partido Conservador fuera derrocado cambiaría dramáticamente esta práctica, dado que de ser aprobada esta nueva propuesta el inmigrante llegaría a Canadá no con la residencia permanente sino que con una residencia condicional, y la condición sería que la persona, después de llegar a Canadá, tiene que vivir durante dos años como mínimo con el residente o ciudadano canadiense que lo patrocinio, y que después deberá demostrar al Departamento de Inmigración que esta condición se cumplió para que solo en ese momento le quiten la condición y por lo tanto sería solamente en ese momento que la persona obtendría su residencia permanente.
Obviamente de ser aprobada esta nueva normativa las personas que usualmente se están casando con residentes o ciudadanos canadienses solamente para obtener la residencia permanente lo pensarían dos veces dado que prácticamente tendrían que permanecer en la relación por un mínimo de tres años.
Pero junto a esta modificación en los reglamentos el Ministro Kenney también ha propuesto otro cambio, que es imponerle una barrera al inmigrante de tal forma que durante cinco años después de haber obtenido la residencia permanente en Canadá patrocinado como esposo o esposa, este nuevo inmigrante no pueda patrocinar a otro esposo o esposa aun si el patrocinado ya se haya divorciado de la persona que lo trajo a Canadá.
Obviamente estas modificaciones a los reglamentos de patrocinio de esposo o esposa han sido presentados porque ha habido muchos casos en los cuales el nuevo inmigrante, tan pronto como llega al país con su residencia permanente, se separa o divorcia del patrocinador y trata él de patrocinar a otra persona que han dejado en su país de origen.
En este sentido, según el Ministro Kenney todos estos cambios darían más integridad al sistema de inmigración canadiense y pararían el abuso del cual caen víctimas muchos residentes permanente y ciudadanos canadienses, quienes en realidad creen que han encontrado el amor de su vida y luego se dan cuenta que únicamente fueron usados para lograr obtener la residencia permanente en Canadá.
¿Son estos cambios buenos o malos? Dependiendo desde que perspectiva uno los vea realmente pueden ser positivos o negativos. Si los miramos desde el punto de vista de las personas que han sido abusadas por extranjeros para poder obtener la residencia permanente en Canadá obviamente esto es algo muy positivo. Pero si lo miramos desde el punto de vista de una persona que se casó porque estaba enamorado o enamorada y llegó a Canadá con todas las expectativas de formar una familia y vivir con sus parejas, pero que al llegar se encuentra con situaciones que están fuera de su control, los cambios son negativos dado que colocan al mismo inmigrante con situaciones de abuso porque las cosas no eran como se las habían presentado. O también puede suceder que simplemente la relación no funciona porque al llegar a Canadá es la primera oportunidad que esta pareja tiene para vivir juntos, y entonces resulta que la relación de estas personas inicialmente fue genuina pero se deterioró, y ahora con la nueva normativa podrían ser penalizadas.
Es importante tener en cuenta que la nueva normativa que cambia el cuerpo regulador de los consultores de inmigración ya fue presentada, fue promulgada y va a ser implementada en este verano, pero que esta nueva propuesta en relación a las normativas de los patrocinio por matrimonio aun no ha sido aprobada, y que por lo tanto si como resultado de las elecciones del 2 de Mayo próximo el Partido Conservador no es elegido para gobernar el país, lo más probable es que la misma no sea promulgada por el nuevo Parlamento Federal.
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