Primer Ministro anuncia que Canadá comenzará a producir vacunas contra el Coronavirus

POR OSCAR VIGIL / TORONTO /

La lucha por combatir la pandemia del COVID-19 continúa alrededor del mundo, y esta semana el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció un nuevo frente de batalla: a partir del otoño de este año nuestro país comenzará la producción de vacunas, algo que hacía hace tres décadas pero que fue eliminado por el gobierno conservador de Brian Mulroney

El Primer Ministro Justin Trudeau anunció el martes que se ha llegado a un acuerdo con la empresa Novavax para producir su vacuna contra el COVID-19 en Canadá, producción que podría iniciar en el otoño de este año una vez que se termine de construir una nueva instalación de Montreal que está en proceso de construcción

“Este es un gran paso hacia adelante para lograr que las vacunas se fabriquen en Canadá, para los canadienses… Necesitamos tanta capacidad nacional para la producción de vacunas como sea posible”, dijo Trudeau el martes, agregando que dichas instalaciones estarán diseñadas para producir alrededor de dos millones de dosis al mes y, en caso de que la vacuna Novavax se considere segura y eficaz, se producirían en el país “decenas de millones” de dosis.

Trudeau también anunció que otras dos empresas más podrían comenzar a producir vacunas en el país a partir del próximo año, concretamente en Saskatchewan y Vancouver, pero explicó que esos acuerdos aun no han sido firmados.

Novavax, con sede en Maryland, solicitó la semana pasada comenzar el proceso de revisión regulatoria para su vacuna experimental aquí en Canadá, luego de anunciar que un ensayo clínico en el Reino Unido mostró que era más del 89 por ciento efectivo contra COVID-19.

Según cables internacionales, dicho ensayo en el Reino Unido mostró una efectividad significativa tanto contra el virus original detrás de COVID-19 como contra la variante conocida como B. 1.17 que se identificó por primera vez allí. Un ensayo de fase dos más pequeño en Sudáfrica mostró que la vacuna también era eficaz contra una variante que surgió por primera vez allí, conocida como B. 1.351.

“Ya sea para nuevas oleadas de este virus o para virus futuros, Canadá se ha comprometido a garantizar que tengamos la capacidad científica y de producción para satisfacer las necesidades de los canadienses, independientemente del futuro”, dijo el Primer Ministro, agregando que su gobierno sabía desde un principio que habría algunos obstáculos en el camino con la imprevisibilidad y el aumento de la demanda de producción, y que “es por eso que aseguramos tantas opciones como sea posible… y es por eso que estamos invirtiendo en el desarrollo y la fabricación de vacunas aquí en casa”.

El Dr. Jorge Filmus, científico del Sunnybrook Research Institute y profesor de la Universidad de Toronto, explicó que hace varias décadas Canadá tenía laboratorios públicos de producción de vacunas, los cuales lamentablemente fueron vendidos a compañías privadas por gobiernos conservadores y es la razón por la cual hasta la fecha Canadá ha estado dependiendo de la producción en el extranjero para obtener dosis de COVID-19. Tanto las vacunas Pfizer-BioNTech como Moderna, las dos aprobadas hasta ahora para su uso en Canadá, se fabrican en Europa.

“Yo trabajé por un año y medio en una empresa que se llamaba Connaught Laboratories, era una empresa pública que fabricaba vacunas para la población de Canadá. Lamentablemente en el año 1991, cuando estaba en el poder el gobierno conservador de (Brian) Mulroney, la empresa fue vendida a un laboratorio privado francés que actualmente se llama Sanofi Pasteur”, dice el Dr. Filmus.

“Yo estaba trabajando para Connaught junto a muchos otros científicos y todos nos opusimos a la venta porque considerábamos que era importante que Canadá mantuviera su producción local de vacunas en manos públicas, pero el gobierno conservador de ese momento desoyó los reclamos de mucha gente y autorizó la venta de Connaught.  Esto lo conozco muy bien porque trabajaba ahí. Sanofi prometió que iba a mantener la producción acá, que iba a mantener la investigación, pero seis meses después renegó de sus promesas, dejó sus promesas de lado y el resultado final es que hoy en medio de esta emergencia sanitaria Canadá está dependiendo de empresas que están radicadas en otros países y que por lo tanto no somos prioridad”.

Tres décadas después el gobierno liberal de Justin Trudeau está tratando de traer nuevamente la producción de vacunas al país y regresarla a manos privadas, aprendiendo de las lecciones obtenidas durante esta pandemia en la cual se está exacerbando el “nacionalismo” en relación con las vacunas.

El anuncio del Primer Ministro se produce precisamente en un momento en que a nivel mundial se comienza a vivir lo que se ha dado por llamar “Nacionalismo de la Vacuna” (Vaccine Nationalism), mediante el cual los países en cuyo territorio se producen las vacunas están tratando de regular las exportaciones de esta hacia otros países, con el objetivo de garantizar que primero sean vacunados sus ciudadanos.

“El nacionalismo de las vacunas puede servir para objetivos políticos a corto plazo. Pero, en última instancia, es miope y contraproducente. No pondremos fin a la pandemia en ningún lado hasta que lo hagamos en todas partes”, dijo esta semana el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.