Pese a la actual crisis política, los liberales confían en recuperar la confianza del electorado

GILBERTO ROGEL / TORONTO /
A menos de nueve meses para las próximas elecciones federales, el Partido Liberal sigue enfrentando una fuerte crisis política motivada por evidentes discrepancias internas, mientras la población en general continúa esperando respuestas específicas al llamado escándalo SNC-Lavalin en el que miembros del círculo cercano al Primer Ministro supuestamente habrían estado involucrados.

Los daños de esta crisis todavía no se pueden cuantificar, pero para la diputada federal Julie Dzerowicz representante del distrito electoral de Davenport, en Toronto, dice que lo primero que hay que admitir que “no se ha manejado adecuadamente la información que llega a la población”, por lo tanto, existe mucha desinformación que está circulando con el propósito de mantener abierto el debate y confundir a todo mundo.

La diputada Liberal, al participar en la primera jornada del segundo curso de la escuela cívica (School4Civic Program) del Consejo Canadiense para la Herencia Hispana (HCHC por sus siglas en inglés) dijo en exclusiva que, a título personal, ella “cree totalmente que el Primer Ministro Trudeau y los funcionarios de su círculo cercano no hicieron algo inapropiado o pusieron presión inapropiada sobre la ex Ministra de Justicia y a la vez Fiscal General del país, Jody Wilson-Raybould, para que hiciera algo que la ley no contemplara”.

A juicio de la representante de Davenport en Ottawa lo claro de toda esta situación es que el gobierno presidido por Justin Trudeau estaba explorando “todas las posibilidades y encontrar las soluciones correctas para no perder más de 9 mil empleos en todo el país sin interferir en ningún sentido con la ley. Si esto es considerado como una interferencia, absolutamente debe ser ya que cada miembro del Parlamento Federal debe luchar por defender cada puesto de trabajo en su distrito electoral”.

Julie Dzerowicz, diputada fuertemente vinculada con la comunidad hispana dada sus raíces mexicanas por parte materna, suena convencida que la población entenderá que nada ilegal o inapropiado ha ocurrido en torno a este sonado caso, lo que sí ha ocurrido es diferentes interpretaciones sobre el uso de una herramienta legal contemplada en las leyes canadienses.

Aun y cuando los liberales están tratando de pasar la página en este sonado caso, lo cierto es que el sentir en las calles parece diferente ya que muchas personas todavía no entienden cómo el gobierno liberal pretendió “echarle una manita” a una empresa que mediáticamente ha sido señalada por evidentes actos de corrupción en varios países, por ejemplo en Libia cuando fue gobernada por el fallecido dictador Muammar Gaddafi durante los años 2001-2011.

Para muchos canadienses el tema SNC-Lavalin es todavía una telaraña sin fin. Hasta el momento lo que se conoce es que esta firma de ingeniería y construcción fundada hace más de 100 años en la provincia de Quebec, con proyectos de gran escala a nivel, fue acusada por la Real Policía Federal Canadiense (RCMP) de múltiples actos de corrupción.

De ser juzgada y ser encontrada culpable la empresa no podría participar en las licitaciones gubernamentales por un periodo de 10 años, lo cual afectaría a miles de familias canadienses, en especial en la provincia de Quebec, que por cierto uno de esos distritos electorales, Papineau, es representado por nada más y nada menos que Justin Trudeau, líder del partido Liberal que hace más de tres años logró una victoria histórica contra el partido Conservador que se había mantenido en el poder por una década.