Otro cuento Chino y el globo de la vergüenza tecnológica para Canadá y los Estados Unidos

POR GILBERTO ROGEL / TORONTO /

Está claro que este no fue otro cuento chino de esos muy famosos en nuestras latitudes latinoamericanas. El ahora famoso globo chino entró y salió del espacio aéreo canadiense sin que las autoridades militares encargadas de la seguridad nacional dijeran algo al respecto. De igual manera, “por error” entró al espacio aéreo estadounidense muy “cerquita” de instalaciones militares sensitivas, ósea de alta seguridad, y si no fuera por publicaciones en las redes sociales nadie se hubiese enterado. Qué vergüenza para dos potencias militares que destinan BILLONES de fondos públicos para la defensa.

La poca información que hasta el momento se conoce, empezando por la versión del gobierno Chino, el cual casi siempre es cuestionable por su poca transparencia en el manejo de temas sensibles, es que el famoso globo sin tripulación humana era uno de varios utilizados para recolectar información sobre el clima en varias partes del planeta, pero que este por la fuerza del viento se desvió y llegó a lugares no programados. Qué casualidad.

Igualmente curioso es que el globo pasó “como Pedro por su casa” por algunas zonas del centro de Canadá y las autoridades militares y los responsables políticos se quedaron con la boca cerrada por varios días, pese a tener información sobre el evento. A dónde quedaron las toneladas de información que a diario envían los cientos de satélites que vigilan nuestras ciudades ante amenazas extranjeras.

Ahora hemos conocido que el globo, construido en el siglo pasado, fue detectado volando sobre suelo canadiense allá por el 25 de enero y tres días después ingresó a territorio de los EE. UU., y derribado hasta el segundo fin de semana de Febrero, aproximadamente 10 días después, o sea, 240 largas horas volando libremente por doquier.

Para dos países que destinan cientos de millones de fondos públicos para equipar sus aparatos de defensa nacional contra amenazas de espionaje extranjero o ataques cibernéticos, el aparecimiento de un globo que se mueve a fuerza del aire, al mejor estilo de décadas atrás, ha venido a ser una tremenda humillación pública, con tintes risorios y hasta giros hollywoodenses.

Y al mejor estilo peliculesco, este cuento chino también salpica a ciertos países de Latinoamérica. El gobierno chino confirmó que otro globo se desvió accidentalmente de su ruta y entró al espacio de algunos países del Caribe y otros del Sur del continente, mayormente en Colombia, y que lamentaba el incidente por los problemas diplomáticos, ya que estos globos son utilizados para recolectar información meteorológica.

En definitiva y para mala suerte, esta saga ha reavivado las múltiples teorías conspirativas sobre el supuesto espionaje del gobierno chino contra muchos países, sus facetas, alcances y todo lo relacionado con ello. Lo cierto es que en lo que corresponde a Canadá este bochornoso incidente nos deja mal parados, porque las autoridades encargadas de velar por la seguridad de millones de habitantes no estuvieron a la altura de la situación y por el contrario tuvieron que esperar que sus contrapartes estadounidenses confirmaron la presencia del globo no tripulado y con ello admitir silenciosamente su error y su ineficiencia.