PASTOR VALLE-GARAY* / TORONTO /
Nadie se imaginó en un 19 de julio de 1979 lo que ocurriría en Nicaragua después del triunfo de la revolución popular sandinista que finalmente derrocara al último miembro de la dinastía somocista en esa fecha. Ese día Nicaragua despertó de la pesadilla de la dictadura somocista. Era una nación en bancarrota y físicamente destruida por la guerra, pero su población estaba embriagada del triunfo de la revolución y veía el futuro con entusiasmo y optimismo. La solidaridad mundial, y en particular la solidaridad canadiense, respondió de manera extraordinariamente generosa y espectacular.
Más de 100.000 nicaragüenses perdieron la vida en la lucha contra el somocismo. Lamentablemente el culto de personalidad se apoderó de la revolución. Daniel Ortega Saavedra, uno de los comandantes de la revolución, se dio a la tarea de eliminar a todo aquel que pudiera convertirse en oposición política. Su plan era suplantar a Somoza y gobernar la nación como si ésta fuese su finca personal. En efecto, Ortega se convirtió en el monstruo que había derrotado la revolución.
EFEMÉRIDES DEL MONSTRUO. Daniel Ortega Saavedra fue expulsado de un vientre el 11 de noviembre de 1945, en La Libertad, Chontales. Comienza así la negra pesadilla nicaragüense.
Apenas se bachillera. A los 15 años cae preso por actividades políticas en Nicaragua. Vuelve a caer preso en Guatemala. En 1967 asesina a un miembro de la Guardia Nacional y ese mismo año asalta a mano armada el Bank of América. Capturado por el robo fue sentenciado a 7 años de prisión.
En 1974 es canjeado tras el asalto de un comando sandinista al Palacio Nacional. Ortega se exilia en Cuba. En 1979 se casa en ceremonia secreta en Costa Rica con Rosario Murillo, madre de cinco hijos de diferentes padres. En 1986 Ortega había adoptado a Zoilamérica Narvaez, hija de Rosario Murillo. De un total de ocho hijos Ortega es el padre solamente de tres de ellos.
EL AUSENTE COMANDANTE GUERRILLERO. El 19 de julio de 1979 Ortega se encaja el uniforme y el rango de Comandante Guerrillero y entra triunfalmente a Managua celebrando la victoria de la Revolución Popular Sandinista sin haber participado ni en la Ofensiva Final ni en ningún encuentro guerrillero. Se pasó la guerra en su luna de miel en una casa de seguridad de Costa Rica.
EL VIBORAZO. En 1996 el Cardenal Miguel Obando y Bravo en su homilía califica a Ortega de víbora. Ya anteriormente el Papa Juan Pablo había suspendido a tres sacerdotes católicos por formar parte del Gobierno de Reconstrucción Nacional. Según el Papa, “un Ministro de Dios no puede ser Ministro del Estado.” A pesar de ello, el dictamen del Papa hace caso omiso de Obando y Bravo. Después de que en 2005 el maquiavélico Cardenal efectúa el matrimonio por la iglesia católica entre Rosario Murillo y Daniel Ortega en mayo del 2007. Obando y Bravo pasa de opositor de Ortega a Presidente de la Comisión de Reconciliación, Paz y Justicia con rango de Ministro. Roberto Rivas, protegido de Obando y Bravo, se convierte en el Presidente del Consejo Supremo Electoral, puesto que le asegura a Ortega el triunfo electoral cuantas veces quiera. Y de apegue, la Universidad Católica (ÚNICA) propiedad del Cardenal Obando y Bravo y dirigida por una hermana de Roberto Rivas, recibe una partida anual de C$12 millones de córdobas (más de medio millón de dólares), por capacitar y preparar al magisterio nacional. Ese monto sale del Presupuesto Nacional de la República.
VIOLACIÓN SEXUAL DE SU HIJASTRA. En 1998 Zoilamérica Narváez publica un documento de 48 páginas denunciando que fue víctima de acoso sexual de parte de Ortega desde 1979, cuando tenía apenas 9 años de edad, hasta 1990. Su madre apoya a Ortega en contra de su hija. El 4 de marzo del 2002 el documento pasa a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ya que Ortega controla las cortes de justicia en Nicaragua. Hasta la fecha Zoilamérica Narváez continúa su reclamo por violación sexual.
Ortega pierde las elecciones resultando electa Presidenta Doña Violeta de Chamorro. Anticipando la derrota, Ortega recurre a la infame “Piñata’ adueñándose de corporaciones, propiedades privadas y del estado, repartiéndoselas a si mismo y entre sus incondicionales. Se explica que el robo multimillonario de propiedades se hizo para fortalecer los fondos políticos del FSLN, cuando en realidad no fue mas que un robo generalizado.
CANAL FANTASMA. En diciembre del 2014, el empresario chino Wan Jing viaja a Nicaragua para anunciar el comienzo de la construcción del Gran Canal de Nicaragua. Ningún detalle se dio a conocer del arreglo entre el chino Wang y Ortega. Afortunadamente, el chino de marras desapareció del escenario antes de comenzar el trabajo. Nadie sabe tampoco por cuántas monedas de plata vendió Ortega la soberanía de Nicaragua a un empresario desconocido, pero nadie duda que fue un proyecto descabellado. La construcción del Canal habría desalojado a más de 120.000 campesinos de sus tierras.
Luego de perder dos elecciones presidenciales y de gobernar “desde abajo.” Ortega decide eliminar a los partidos políticos y a líderes políticos que amenacen sus diseños presidenciales. Algunos, como Herty Lewites, muere de sospechoso ataque al corazón en Julio del 2006, cuando se perfilaba como el ganador obvio de las elecciones del 9 de noviembre del 2006, que gana Ortega con el mínimo porcentaje del voto nacional. El 10 de enero del 2007, Murillo es juramentada vicepresidente de Nicaragua.
EL ALEMANAZO. Al expresidente Arnoldo Alemán, condenado a 20 años de cárcel por multimillonario fraude a la nación durante su Presidencia, Ortega lo convence del pacto político de rebajar el porcentaje electoral de votos al 35% a cambio de perdonarle a Alemán la sentencia de cárcel. Dicho y hecho. Ortega queda asegurado de ganar las elecciones presidenciales del 2006 con una ínfima minoría. Sin mayor oposición, Ortega regresa a la Presidencia con Murillo de vicepresidente.
En los próximos años, el descontento político se generaliza en Nicaragua. Ortega recurre a la Policía Nacional, a fuerzas de choque, a pandillas delincuenciales y al Ejército Nacional para impedir manifestaciones y atacar brutal y sangrientamente a los campesinos que defienden el derecho a sus propiedades en la sección del proyectado Canal y en los bosques protegidos de la reserva biológica Indio Maíz, una de las reservas biológicas más frágiles e importantes en la América Latina. Es obvio que los valiosos exóticos árboles de la región convertidos en madera para exportación valen más para Ortega y sus rapaces socios, que la protección del medio ambiente. El despale es descomunal.
NICARAGUA ESTALLA. En abril del 2018, decenas de miles de estudiantes universitarios de la nación, sin más armas que la bandera azul y blanco de Nicaragua y la autorización constitucional de protestar libremente, se lanzan en manifestaciones oponiendo en primer lugar los recortes de fondos al Seguro Social que dejarían a los ancianos sin recursos económicos. Por otra parte, también protestan la construcción del Canal y la destrucción de la biosfera Indio Maíz.
Ortega no pierde tiempo. Envía brutales fuerzas de choque de la Policía Nacional, del Ejército Nacional, de turbas orteguistas y de grupos delincuenciales con órdenes de detener de cualquier manera a los manifestantes. Aunque los autoconvocados son originalmente estudiantes universitarios, se les unen padres y madres de familia, maestros, profesores, campesinos y personas de la tercera edad.
La Policía dispara sin piedad con armas militares. Desde abril del 2018 hasta octubre 2018 más de 521 manifestantes han sido cobardemente asesinados por los grupos militares. Hay miles de heridos. Miles de desaparecidos y cientos de estudiantes y adultos en las cárceles de la nación. Sus crímenes: protestar contra las arbitrarias medidas del gobierno de Ortega.
Unos 30.000 nicaragüenses se han refugiado en Costa Rica, en otros en países centroamericanos y en los Estados Unidos. Tanto la Organización de Estados Americanos como la Comisión de los Derechos Humanos de la Naciones Unidos, la Unión Europea y otros países de América Latina han condenado el genocidio de Ortega. A pesar de ello, los asesinatos, encarcelamientos, vejaciones y secuestros de los manifestantes continúan a diario. Nicaragua es un país sin gobierno responsable al borde de un enorme desastre humano, económico y político.
Nadie sabe qué ocurrirá. Pero la oposición a Ortega continúa demandando que cese de atacar a la población indefensa, que abandone el poder y que Nicaragua tenga elecciones libres y democráticas. Ortega por su parte insiste en retener la Presidencia. En estas circunstancias, la vida en Nicaragua se vuelve imposible.
*Pastor Valle-Garay, Senior Scholar, York University
Foto: La Prensa.com.ni