Tras una racha de apuñalamientos, robos y asaltos, los usuarios están temerosos de usar el sistema de transporte público
POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
“Nunca pensé que la experiencia viajando en el metro de México me iba a servir tanto para usar el sistema de transporte público aquí en Toronto”, escribió la semana pasada un usuario en las redes sociales; y aunque parece una broma de mal gusto, tiene muchísimo sentido en el marco de la escalada de actos de violencia que actualmente se viven en la TTC.
En las diversas ciudades de América Latina, los usuarios del transporte público suelen viajar siempre atentos a lo que sucede en sus alrededores, sobre todo pendientes de un robo ya sea pacífico o violento. En Toronto en estos días, reina un tenso ambiente principalmente en los trenes, en el que los usuarios ven con desconfianza para todos lados tratando de evitar ser víctimas de un eventual hecho violento.
Porque estos hechos violentos se están convirtiendo en el pan nuestro de cada día, dicen algunos usuarios. El martes 31 fueron desviados de Union Station los trenes y los autobuses, en plena hora pico, debido a un incidente de seguridad en el cual dos personas se enfrentaron a cuchillazos.
El sábado 28, dos hombres robaron a una persona a punta de pistola en la estación de metro de Yorkdale. El 28 de enero, un hombre agredió a tres personas en el tranvía en Queen Street East y Victoria Street. El viernes 27 de enero, un hombre fue asaltado y robado por un grupo de jóvenes en la estación de metro de Pape, y más o menos a la misma hora, otro hombre fue agredido por un grupo de jóvenes en un autobús en la zona de las avenidas Pape y Cosburn.
Esto, solo para mencionar los hechos violentos acontecidos en los últimos días, pero la cuenta sigue e involucra el uso de réplicas de armas de fuego, de pistolas de aire comprimido, apuñalamientos en autobuses y en el tranvía, y muchos acontecimientos mas que usualmente no son denunciados ante las autoridades.
“Ahora uno tiene que andar con cuidado en los buses y en el metro, tenemos que estar pendientes, viendo para todos lados no vaya a suceder algo y nos agarre descuidados”, dice Sandra, de origen colombiano y madre de dos pequeños, a quienes tiene llevar y traer diariamente en el sistema de transporte público de la ciudad.
Primero quedaron atrás las masivas imágenes de personas leyendo libros en la TTC, las cuales fueron sustituidas por las masivas imágenes de personas viendo sus teléfonos celulares. Pero ahora, por lo menos temporalmente, pareciera que estas también están dando paso a imágenes mas tensas de usuarios pendientes de todo lo que sucede a su alrededor, como en cualquier ciudad latinoamericana.
Las razones de lo que actualmente está sucediendo son diversas, dicen los expertos, pero apuntan principalmente a una proliferación de personas con trastornos mentales que se acentuó durante los largos meses de la pandemia. Esto, sumado a la deficiencia gubernamental para garantizar la atención médica necesaria que esta población requiere.
El Alcalde de Toronto, John Tory, ha pedido la realización de una cumbre nacional para abordar los problemas de salud mental, en la cual alcaldes, ministros, premiers y el primer ministro debatirán sobre cómo apoyar mejor a las personas que viven con problemas de salud mental y adicciones. Pero mientras tanto, es importante ponerle una curita o “bandage” al problema, dice sin realmente decirlo.
Así, la Alcaldía de Toronto anunció esta semana que tomará medidas inmediatas para mejorar la seguridad en la TTC, después de toda la serie de asaltos y apuñalamientos que han dejado heridos a varios usuarios del sistema.
En un comunicado de prensa hecho llegar a los medios de comunicación, la alcaldía anunció que agregará más de 20 “embajadores de seguridad comunitaria” y más de 50 guardias de seguridad al sistema de transporte público.
Los embajadores de seguridad comunitaria trabajarán con las personas sin hogar conjuntamente con los miembros de la organización “Streets to Homes” para brindar servicios de atención, mientras que los guardias de seguridad tienen “experiencia diaria en el trato con personas sin vivienda en crisis”, explicó la municipalidad, agregando que los guardias también tienen capacitación en primeros auxilios de salud mental, prevención de sobredosis e intervención de crisis no violenta.
“La TTC debe ser segura para todos… A instancias mías, los funcionarios de la ciudad han estado trabajando con la TTC para brindar el apoyo necesario para ayudar a mantener seguro nuestro sistema de tránsito”, dijo el Alcalde John Tory en el comunicado.
Hay que recordar que la semana pasada la policía de Toronto aumentó la “presencia diaria” de oficiales dentro del sistema de tránsito, con más de 80 oficiales de policía en todo el sistema de tránsito todos los días. El jefe de policía Myron Demkiw dijo a los periodistas que la presencia de agentes mejoraría la seguridad pública y evitaría “crímenes de oportunidad”.
“Nuestros oficiales estarán en, dentro y alrededor del sistema de tránsito en toda la ciudad durante todo el día y hasta altas horas de la noche, todos los días”, explicó, agregando que los oficiales que patrullan la TTC lo hacen en horas extras, para no comprometer los esfuerzos para mejorar los tiempos de respuesta a las llamadas de la policía en toda la ciudad.
Sin embargo, los expertos, los trabajadores comunitarios y los defensores de los derechos humanos insisten en que estas medidas son una solución mínima al problema, y advierten que más policías en los trenes podría afectar negativamente a los pasajeros negros, a los indígenas y a las comunidades racializadas de la TTC, así como también podría criminalizar a las personas sin hogar que utilizan el sistema transporte público como un refugio o para obtener calor durante los meses de invierno.