OSCAR VIGIL / TORONTO /
El tema de las personas de la tercera edad en nuestra comunidad es un tópico amplio, profundo y complejo, pero el cual, gracias a la iniciativa de sus propios miembros, ha estado caminando bastante bien en los últimos años. De hecho, el pasado 23 de marzo dos organizaciones hispanas, Latin@s en Toronto y la Asociación de Seniors Hispanohablantes del Área del Gran Toronto (Ashtor), celebraron la culminación de dos proyectos que, siendo diferentes, compartían objetivos comunes.
Para conocer más en profundidad dichos proyectos (“Hablemos” y “Vidas que Cuentan”) entrevistamos a Horacio Tejera, miembro de la Junta Directiva de Ashtor y de Latin@s en Toronto, quien participó en la planificación y ejecución de ambas iniciativas.
OSCAR VIGIL: ¿Qué características de Vidas que Cuentan y Hablemos nos permitirían entender el por qué de esta celebración conjunta?
HORACIO TEJERA: Vidas que Cuentan, una iniciativa de Latin@s en Toronto que contó con el apoyo del Departamento de Español de la UofT y fue financiada por el Gobierno Federal, se propuso abrir vías de diálogo intergeneracional a partir de las experiencias de adultos mayores de nuestra comunidad que llegaron aquí por razones muy diversas y que, tras atravesar procesos de adaptación no siempre sencillos y por lo general complejos y traumáticos, han realizado aportes significativos a nuestra propia comunidad y a la sociedad canadiense tomada como un todo.
Hablemos, un proyecto desarrollado por Ashtor con financiación del Gobierno Provincial, se centró en el trasvasamiento de experiencias en temas de interés para adultos mayores y sus familias que permitiera generar una “Caja de Herramientas de Buenas Prácticas” de utilidad para toda nuestra comunidad.
Hubo entonces diferentes planteos, pero objetivos coincidentes. En primer lugar, ambos proyectos tuvieron como protagonistas centrales a mujeres y hombres entrados en eso que solemos denominar “vejez”, pero que es una edad de maduración y acumulación de saberes. En segundo lugar, ambas iniciativas tuvieron como eje el diálogo y la participación. Y, en tercer lugar, y esto es algo que nos importa destacar, el resultado de las experiencias compartidas se ha recogido en publicaciones digitales que quedan a disposición de todas aquellas personas u organizaciones que deseen hacerlas suyas.
OV: ¿Qué significa el “diálogo intergeneracional”?
HT: La humanidad enfrenta una situación inédita en su historia: el envejecimiento demográfico. Esa es la razón por la que Vidas que Cuentan propuso, por un lado, desarrollar entrevistas en las que personas muy reconocidas de nuestra comunidad narraran sus experiencias de vida, y, por otro lado, que sus narraciones sirvieran de disparador para el debate acerca de temas como la identidad, el idioma, la discriminación, las brechas generacionales, la necesidad de empoderamiento individual y colectivo de los sectores vulnerables, y la posibilidad de construir sociedades integradas y justas.
OV: ¿Cuál ha sido el resultado?
HT: El resultado es algo inédito en nuestra experiencia comunitaria: un libro digital de más de 150 páginas, de libre acceso, en el que tratamos de reflejar el diálogo y el debate generado en un año de encuentros, presentaciones, foros y talleres en los que se trataron temas de interés intergeneracional que han ido desde la necesidad de que nuestros jóvenes no pierdan su lengua materna y las razones para ello, hasta la experiencia de las mujeres que hoy son abuelas y protagonizaron, en su juventud, las luchas por la equidad, la vida familiar sin violencia y el derecho a decidir sobre sus cuerpos.
OV: ¿Cómo se puede acceder a esa publicación digital?
HT: Está colgada en nuestra web (www.latinasentoronto.org). Se puede leer on-line o bajarla y guardarla para leerla sin necesidad de conexión. Y… ¿puedo decirlo? Esta es una muestra de que las personas “viejas” no estamos condenadas a ser pasivas consumidoras de entretenimientos livianos. Podemos asumir protagonismo y desarrollar formas de comunicación potentes e innovadoras.
OV: Hablemos de “Hablemos” entonces…
HT: Hablemos, como decíamos al comienzo, es una iniciativa de Ashtor en colaboración con Latin@s en Toronto concebida como un aporte a la actualización de saberes, el “aggiornamiento” de las metodologías de trabajo, y la generación de Buenas Prácticas.
Ya no podemos hablar de Alzheimer limitándonos a decir que se trata de un proceso irreversible y progresivo que afecta la memoria y la conducta. Debemos hacer referencia al sufrimiento de quien padece la enfermedad y a las disfunciones que esa situación entraña para todo el entorno familiar si no se cuenta con el apoyo social necesario.
No podemos hablar de abuso a las personas de edad sin profundizar en las situaciones de estrés que viven quienes tienen a su cargo las tareas de cuidados, tanto a nivel institucional como familiar. No podemos hablar de envejecimiento sin hablar también de lo que se conoce como feminización de la vejez y la pobreza. De esos temas hablamos en “Hablemos”. Y para que el resultado de esas charlas no quedara circunscripto a las personas que participaron en ellas, se prepararon tres publicaciones: Hablemos de Alzheimer, Hablemos de Abuso y Derechos, y Hablemos de envejecimiento, demografía y género, disponibles en www.ashtor.org, que han sido preparadas con el asesoramiento de instituciones especializadas como la Alzheimer Society.
OV: Eso celebraron, entonces…
HT: Eso celebramos… y sobre todo el habernos sentido acompañados por decenas de personas, la mayoría de las cuales no conocíamos antes… Laura Colantoni, Ana Teresa Pérez Leroux y Juan Carlos Rocha, de la Universidad de Toronto, que le dieron a Vidas que Cuentan una impronta fundamental, personas como Luis Fornazzari, Yasmina Barría, Juan Carranza que abrieron las puertas de sus vidas para que entendiéramos mejor lo que sienten las decenas de miles de emigrantes que en distintas circunstancias deben integrarse a una cultura diferente… Y todo ese apoyo se plasmó el día 23 casi sin que lo previéramos, con la presencia de la Ministra de Seniors Affairs Dipika Damerla, cuya visita no sólo nos emocionó, sino que nos confirmó que, aún con errores y muchísimo que aprender, estamos en un buen camino.