Los hispanos quieren hacer política en Canadá, o por lo menos están tratando de participar

S4C2023. Crónica de Susana Gonzalez, una inmigrante de origen mexicano que poco a poco se está abriendo espacio en la política canadiense

POR SUSANA GONZALEZ / TORONTO /

No es nada fácil, pero tampoco es algo imposible. Lo importante es querer hacerlo y buscar cuáles son las opciones que hay, las que por cierto abundan. En general, los inmigrantes latinos en este país no tenemos problemas de falta de interés, sino mas bien de falta de información.

Muchos de los miembros de la comunidad hispana migran hacia Canadá por razones de inseguridad, violencia y desgobierno en su país de origen; yo no soy la excepción, vine aquí para brindarles a mis hijos otras posibilidades de desarrollo y también para buscarme un escenario de acción como parte de un proyecto personal de realización.

Estando en casa, confinada por la pandemia, mirando información en redes sociales, me encontré con un curso que llamó mi atención porque el contenido proponía conocer el sistema político canadiense para que la comunidad hispana ejerza influencia positiva, era el Programa School4Civic patrocinado por el Consejo Canadiense para la Herencia Hispana (HCHC).

¡Gran idea!, pensé. Si bien es cierto que el gobierno de mi país de origen tiene incontables deficiencias, lo menos que puedo hacer es ver cómo se manejan las cosas en Canadá. Debo confesar que la afición a la política es algo que me ha llamado la atención desde siempre, pero nunca me di la oportunidad para ejercer, de cualquier manera pienso que estar al día en este tema debe ser prioridad de todos, si al final venimos huyendo regímenes antidemocráticos y autoritarios al menos estamos obligados a entender qué tenemos de frente.

Al concluir el curso investigué la ideología de cada partido en Canadá, on-line, y decidí que el Partido Liberal se acercaba a mis intereses, así que en dos minutos ya estaba inscrita en el partido como voluntaria. Me sorprendió que con sólo ingresar tu nombre y dirección en un sitio web amigable el algoritmo te dirige al “riding” o colonia a la que perteneces.

Coincidió que se acercaban las elecciones 2021 así que la primera invitación fue a tocar puertas en el vecindario. No era precisamente la actividad de mis sueños, menos a 30 grados, pero fui con mente abierta a disfrutar de lo que pasara y también con la idea de ejercitarme un poco, digo para aprovechar.

Así empezó una de las más significativas experiencias; he hecho muchos amigos, aprendo sobre el sistema político canadiense, estrategia en campañas; y algo sorprendente es la facilidad con la que puedes acercarte a conversar con tus autoridades de la ciudad y del parlamento.

Recientemente acudí a la Convención del Partido Liberal en Ottawa. Además de contemplar esa hermosa ciudad con sus magníficos edificios gubernamentales al lado del lago, junto con la energía contenida de los militantes -dado que no se llevaba a cabo la convención desde 2018 por la pandemia-, se trataron los temas que nos afectan a todos, desde la generación de trabajos, energías limpias, el fortalecimiento de la economía, racismo e inclusión; así como comisiones especiales para mujeres, personas indígenas, jóvenes y seniors.

Como ya iba a estar por allá me invitaron a participar unos días antes como voluntaria al evento Internacional Liberal, que es una organización que aglutina a partidos liberales del mundo. En esta ocasión líderes provenientes de Chile, República del Congo, Egipto, Ghana, Kosovo y Ucrania estuvieron presentes. Ahí se trataron temas de Derechos Humanos, Libertad, Equidad y Justicia, Comercio Justo; pero la plática que más me impactó fue sobre la Opresión Política. Tres personas compartieron su experiencia como familiares de actuales prisioneros políticos y uno de ellos, liberado recientemente y perteneciente a la comunidad hispana, Félix Madariaga, de Nicaragua, opositor al gobierno de Daniel Ortega, cumplió 20 meses de prisión y fue deportado a Estados Unidos; mucho que reflexionar y valorar.

Volviendo a la Convención del Partido Liberal, no puedo dejar de contarles acerca de las personalidades que pude escuchar, en primer lugar al Honorable Ministro Jean Chrétien, Primer Ministro de Canadá del periodo 1993-2003, al cual le envidio la lucidez y el sentido del humor a sus 90 años. También presencié la conversación entre Hillary Clinton y la Deputy PM Chrystia Freeland, con críticos temas de política internacional, Ucrania y China, hasta cálculos sobre el tiempo invertido en el cuidado del cabello y maquillaje para aparecer en medios. Por cierto, les piden disculpas por todas aquellas tomas en las que nos atormentaron con su apariencia.

Finalmente, entre recesos y café, y vagando por las salas de conferencia, I was “Just-in” time para tomarme la foto con el líder del partido, lo cual para mí fue la cereza del pastel.

Algo muy importante en mi proceso de participación cívica y política en este mi nuevo país es que estoy consciente de que apenas estoy comenzando, de que aún me falta mucho que recorrer para tener una participación realmente efectiva. Sin embargo, también estoy consciente de que ya comencé mi proceso y de que estoy, junto a miles de nuevos inmigrantes a Canadá, caminando en la dirección correcta.