Por Vilma Filici
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TORONTO. Para nadie es un secreto lo caro que están las viviendas en Canadá, particularmente en las principales ciudades como Toronto y Vancouver, lo cual ha hecho prácticamente imposible para una pareja joven o para una pareja que no proviene de familias de dinero, poder comprar sus casas. Y se culpa de este incremento básicamente a los inversionistas extranjeros que han venido y han estado especulando con las propiedades aquí en Canadá, muchas veces invirtiendo y haciendo subir los precios.
Como resultado de esto, el Primer Ministro de Canadá dijo que las casas no son para inversionistas sino que para que la gente pueda vivir. Y propuso una ley que se llama “Prohibición de compras de propiedades residenciales para quienes no son ciudadanas”, la cual fue aprobada en junio del 2022 y comenzó a implementarse el 1 de enero de este año.
Esta ley lo que hace básicamente es prohibir la compra de residencias y de propiedades residenciales a los inversionistas extranjeros, es decir a personas que no son ciudadanos canadienses ni residentes permanentes. Este reglamento va estar vigente durante dos años y luego va a ser cancelado automáticamente, y la idea es que los precios van a bajar porque todos sabemos que en los últimos años han habido ofertas múltiples en las casas y que quien tiene más poder adquisitivo es quien al final se queda con la vivienda. Y no necesariamente esas casas se han estado vendiendo en los precios justos sino que más bien a precios exorbitantes.
Pero esta ley da la posibilidad de que algunas personas que no son ciudadanos canadienses o residentes permanentes puedan comprar propiedades aquí en Canadá. Primeramente, los inversionistas todavía pueden comprar propiedades que son para recreación, como por ejemplo cabañas o casas para ir a vacacionar, y también pueden adquirir casas que se encuentran fuera de las zonas metropolitanas, es decir en ciudades cuya población es menor a los 100,000 habitantes.
También la legislación hace excepciones para personas que no son canadienses o residentes permanentes, pero que están casados o viviendo en unión libre con una ciudadana canadiense o con un residente permanente. De igual forma también hace excepciones para los estudiantes internacionales que se encuentran estudiando aquí en Canadá y para las personas que se encuentran con un permiso de trabajo, quienes también pueden comprar residencias.
No obstante, las personas que se encuentran en Canadá con residencia temporal tienen que probar que tienen la intención de, en algún momento, convertirse en residentes permanentes y establecerse definitivamente en Canadá. De igual forma también tienen que demostrar que han presentado las declaraciones de impuestos en cada uno de los últimos 5 años de estar viviendo en Canadá antes de hacer esa compra, que han residido en Canadá por lo menos por 244 días en cada año de esos 5 años antes de comprar la propiedad, y hay una restricción en el monto de dinero que puede costar la propiedad que ellos compren: estas deben ser propiedades que no cuesten más de 500,000 dólares. Y pueden comprar solamente una propiedad, es decir que no pueden comprar otras propiedades para inversión.
Obviamente que esto limita dónde es que los estudiantes internacionales y los trabajadores temporales pueden comprar sus propiedades, porque sabemos que en las ciudades principales no vamos a encontrar casas que se estén vendiendo por 500,000 dólares o menos. En las ciudades principales las casas más baratas, si es que se llegaran a encontrar disponibles, cuestan como mínimo 800,000 dólares, por lo que los estudiantes internacionales y los trabajadores temporales van a tener que comprar sus viviendas en las afueras de las zonas metropolitanas, si es que deciden hacerlo antes de ser ciudadanos canadienses o residentes permanentes.
Por otra parte, si un inversionista extranjero encontrara alguna forma, alguna laguna legal por medio de la cual pudiera comprar una propiedad residencial en Canadá, o cualquier persona que los asista o los ayude en poder conseguir y comprar estas propiedades, van a estar cometiendo una ofensa criminal y pueden llegar a tener una penalidad de 10,000 dólares, así como también se les puede ordenar, en las Cortes de las zonas donde se encuentran estas viviendas, a que vendan estas propiedades.
Esta es definitivamente una muy buena legislación para Canadá. Si leemos los comentarios del Real State Board obviamente nos daremos cuenta de que ellos la ven como una mala ley, alegando que Canadá está básicamente discriminando en contra de los inmigrantes que vienen a invertir en el país y que algunos países como México o como Estados Unidos, donde muchos de nuestros adultos mayores compran propiedades para escaparse del invierno, etc., pudiesen tomar represalias y también prohibir que los canadienses compren propiedades en dichos países.
Pero yo personalmente creo que esta una buena ley porque no estamos hablando de que la prohibición es para el extranjero trabajador que viene a trabajar con la intención de superarse, sino que está ley está atacando a los inversionistas que vienen a especular con las viviendas, y a enriquecerse comprando casas baratas y subiendo los precios de estas, creando una burbuja inmobiliaria.
Si ponemos atención a lo que sucedió en Vancouver años atrás, fue que hubo un incremento enorme en los precios de las casas y el gobierno tomó medidas como cobrarle a los inversionistas o a los compradores extranjeros un impuesto adicional alto para tratar de disuadirlos de hacer esas compras. Pero cuando las autoridades establecieron dicho impuesto en Vancouver, los inversionistas y especuladores se movieron a Toronto y esto hizo que los precios de las propiedades aumentaran tremendamente también aquí.
Pero desde que el gobierno federal aprobó la ley de “Prohibición de compras de propiedades residenciales para quienes no son ciudadanas”, y también a causa el incremento en las tasas de los intereses de las hipotecas, hemos empezado a ver que los precios de las viviendas empezaron a bajar, permitiéndole a los jóvenes ciudadanos canadiense y residentes permanentes, y a las personas que querían comprar una casa por primera vez, de tal vez poder ahora sí hacerse de su hogar que en los últimos años había sido imposible.
Entonces, en ese sentido, esta sí es una buena legislación. Obviamente que va a haber algunos extranjeros que quisieran comprar su primera casa y van a ser impactados por esta ley, pero yo creo que el crecimiento de esta burbuja inmobiliaria se tenía que parar de alguna manera. También debemos recordar que la validez de esta legislación va a ser solamente de dos años para tratar de controlar los precios, y que después de los dos años vamos a volver a lo normal, esperando que para entonces ya se haya calmado la especulación con esta inversión extranjera.
El otro problema también que no hay que perder de vista es que a raíz de esta enorme ola de compras de vivienda por parte de inversionistas extranjeros y especuladores, se tenía un enorme inventario de casas vacías, cuando simultáneamente hay una demanda alta de vivienda a través de las principales ciudades del país. Esperamos que con la implementación de esta nueva legislación este problema también sea afectado positivamente.
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