Se inscribieron 102 candidatos para competir por la silla dejada por John Tory. Únicamente tres o cuatro tienen posibilidades reales
POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Sí, esta parecía una campaña electoral aburrida a pesar de la abundancia de candidatos, algunos de ellos muy conocidos pero la mayoría famosos únicamente a la hora de cenar con sus familias en sus casas. Pero parece que la dinámica va cambiando y que los candidatos con posibilidades reales de un triunfo se van definiendo claramente.
Esta semana se realizó el primer debate de la campaña, y como era de esperar, los organizadores únicamente invitaron a los candidatos “serios”, es decir a los que tienen reconocimiento mediático, son populares entre la población y van adelante en las encuestas de opinión pública.
¿Quiénes son? Al juicio de muchos: Ana Bailão, Brad Bradford, Olivia Chow, Mitzie Hunter, Josh Matlow y Mark Saunders (en orden alfabética, no necesariamente de popularidad en las encuestas).
De estos seis, únicamente los primeros cinco participaron en el primer debate, que fue organizado por el Daily Bread Food Bank y que se centró en “los problemas clave de la ciudad: asequibilidad, inseguridad alimentaria, pobreza y más”. Saunders, que las encuestas lo colocan en el segundo lugar de preferencias después de Olivia Chow, declinó la invitación debido a un conflicto con otro evento, según informó su casa de campaña.
El debate se desarrolló con bastante normalidad durante la primera hora de duración, tiempo en el cual los candidatos hicieron gala de sus conocimientos y habilidades de oratoria para tratar de promover de la mejor manera posible sus plataformas programáticas. Pero el ambiente comenzó a calentarse después de las ocho de la noche, específicamente cuando el formato de la actividad permitía que los candidatos se preguntaran entre sí.
Por lógica, todos los contendientes la enfilaron en contra de Chow, quien puntea las encuestas y a quien cuestionaron sus propuestas de campaña. Chow, que se caracteriza por tener una personalidad tranquila y apacible, se vio claramente alterada en sus respuestas, tensionando aún más el ambiente.
Estando así las cosas, alrededor de las 8:40pm, y cuando ya la actividad estaba en sus últimas refriegas, un manifestante irrumpió en el escenario con un teléfono y gritando, siendo detenido por los elementos de seguridad. No se entendió qué era lo que decía, pero en el alboroto, el telón de fondo que estaba colocado detrás de los candidatos se vino abajo y hubo que detener el debate. La policía sacó del edificio al protestante, los trabajadores acomodaron nuevamente el telón de fondo y pocos minutos después el debate continuó, esta vez con preguntas del público presente. Ninguno de los candidatos fue lesionado en el incidente.
“Para aquellos que usan bancos de alimentos, entiendo lo difícil que es”, dijo Olivia Chow en sus palabras de cierre, y le pidió a la gente que se uniera a ella para “crear una ciudad que sea asequible, solidaria, más segura, donde todos podamos unirnos y sentir que pertenecemos”.
Ana Bailao por su parte dijo que estará lista el día 1 para “arreglar servicios y construir viviendas”, agregando que otros candidatos no podrían trabajar con otros gobiernos o construir viviendas. Prometió “traer de regreso” el Toronto que recuerda de su juventud, cuando a los 13 años de edad llegó como inmigrante a la ciudad.
Brad Bradford dijo que se postula para ser un “alcalde de acción fuerte”, agregando que hay muchos candidatos que pasan demasiado tiempo en Twitter en lugar de escuchar a la gente. Dio que “los políticos de carrera no son la respuesta”.
Josh Matlow dijo que “las personas con las que realmente desearía poder debatir aquí esta noche no están aquí. Mark Saunders, hola Mark, ¿estás mirando?, y Doug Ford, que debe comenzar a dar un paso al frente y ayudar a la gente, a la gente a la que dijo que serviría”.
Mitzie Hunter dijo “si crees que todo está bien, entonces vota por otra persona”, agregando que la ciudad necesita resultados diferentes y que “necesitamos arreglar Toronto”.