Latinos inician la siembra de maíz, frijol y legumbres en los campos del sur de Ontario

PortilloFarmMay20161OSCAR VIGIL / TORONTO /
Poco más de medio de centenar de hispanos, en su mayoría artistas o amantes del arte, aprovecharon el fin de semana largo para aprender cómo cultivar la tierra y, al mismo tiempo, disfrutar de una tarde de poesía bajo la sombra de los manzanos. El evento fue organizado en la finca “Portillo Organic Farm”, ubicada en la zona de Guelph.

La hora convenida era a las 9:00 de la mañana, pero como buenos latinoamericanos, a ese momento solamente tres personas se habían hecho presentes. Faltaría que el reloj caminara dos horas más para que, poco a poco, todos los demás invitados fueran llegando.

Ernesto, hijo de María y Ramón Portillo, dueños de la propiedad, tomó el liderazgo, sacó las herramientas y las semillas del granero, y comenzó a organizar la faena junto a su primo Mauricio. La tarea evidentemente no les resultó fácil con ese grupo improvisado de agricultores del arte mas no del campo.

Fue en ese momento que apareció Ramón, agricultor de pura cepa, agrónomo, poeta y exguerrillero, quien dio las instrucciones precisas de lo que se debía y lo que no se debía hacer con la tierra. “Los frijoles se siembran a 40cm de distancia en cada surco, y a un paso de distancia entre planta y planta”, explicó, agregando que el grano no debía ser depositado muy profundo para que pudiera nacer con facilidad.

Abatido por problemas de salud, Ramón, mejor conocido en el ámbito literario como Ernesto Jobal Arrozales, ayudó en las instrucciones y en la supervisión, relegando en sus hijos Oscar, Ernesto, Fabricio y Tania esa actividad milenaria que él mismo heredó de sus padres y abuelos en su natal El Salvador.

El grupo de artistas se reunió para aprender el oficio, dejar su huella en la tierra y hacer florecer la agricultura y la poesía

Los invitados, provenientes de México, Chile, República Dominicana, España, Irán y El Salvador, entre otros países, aprendieron un poco del arte de la agricultura sembrando semillas de frijol y de maíz, así como también diverso tipo de vegetales, los cuales al final del verano darán abundantes frutos que se convertirán en el sustento particularmente para familias las hispanas que residen en la región de Kitchener y Waterloo.

PortilloFarmMay20162Fueron varias horas de trabajo arduo, pero interrumpido convenientemente por las bromas, las bebidas frías y las infaltables ‘selfies’. Más de algún tamal, fruta, dulce y repostería tampoco se hizo esperar, en una mañana bastante fresca pero llena completamente de sol, algo típico de la primavera canadiense.

Como era de esperar, la jornada no fue suficiente para sembrar todo el campo que había sido preparado previamente por la familia Portillo, pues el cansancio y la sed de arte fueron jalando uno por uno a todos los invitados hacia el pequeño escenario improvisado bajo la sombra de los árboles.

Ahí, luego de una abundante parrillada acompañada de ensaladas y granos, comenzó la segunda jornada: la lectura de poesía, de historias cortas, de planteamientos filosóficos y música, particularmente de guitarra y de piano.

Jobal Arrozales habló de la tierra y de sus escritos, pero también expresó sus temores ante los retos de salud que está enfrentando en estos días. Sus colegas poetas y todos sus amigos dijeron “presente” para ayudarle en estos momentos de dificultad.