POR GILBERTO ROGEL / TORONTO /
Para ciertas personas, Toronto es una ciudad pequeña si se compara con otras urbes más desarrolladas; sin embargo, para los que ya estamos dentro, esta es una metrópolis que cada día crece y recibe a cientos de recién llegados, y con ello crecen las oportunidades y también sus problemas. Y el mejor termómetro para medir este fenómeno se da a las puertas de la elección del jefe municipal, como la que se llevará a cabo próximamente.
Como se sabe, esta elección será muy sui generis por la forma en que fue llamada, luego de la arrebatada salida del anterior alcalde John Tory, quien renunció al cargo producto del descubrimiento de un desliz amoroso que tuvo con una joven empleada de su círculo cercano. Es por ello por lo que esta contienda será especial, por el tipo de candidatas y candidatos, por el tipo de injerencias, y por las propuestas, algunas descabelladas y otras brillantes.
La contienda, muy reñida desde ya, ha puesto sobre la mesa la discusión de una serie de temas que durante muchos años fueron relegados a segundo plano, como la necesidad de una política que afronte la falta de vivienda digna para miles de familias de escasos recursos económicos, el incremento en los impuestos a las viviendas, la disponibilidad de espacios públicos para un sano esparcimiento y la alarmante situación de las personas que viven en las calles.
Por si esto fuera poco, esta contienda está demostrando que la ciudad de Toronto también forma parte de las ambiciones desmedidas de otro personaje clave y polarizante en la política local, como es el Premier Doug Ford. Este político, líder del partido conservador en la provincia, no se ha quedado atrás y en las últimas semanas ha metido sus narices en esta contienda con el claro propósito de mantener a raya a sus lejanos contrincantes y de paso ratificar su presencia política arrolladora.
El Premier Ford, fiel a su credo conservador, no pierde oportunidad para demostrar quien tiene el poder, y que cuando es absoluto es mucho mejor. Por ello, en las últimas horas ha develado los futuros planes para uno de los principales centros de aprendizaje familiar en la provincia, el Ontario Science Centre, que de cumplirse este plan se moverá de su actual lugar a las orillas del lago de Ontario y pasará casi exclusivamente a ser administrado por una empresa extranjera por un acuerdo de alquiler por 95 años.
Si a usted amigo o amiga le parece un error, pues no lo es, estamos hablando que un bien público de la provincia, situado a pocos kilómetros del pleno centro de la ciudad de Toronto, estará siendo usufructuado por una empresa privada que desde ya cuenta con la bendición de los conservadores. Partido que gracias a la mayoría que posee en el parlamento puede hacer lo que se le antoje por los próximos tres años, sin que nadie se oponga.
Bueno, de regreso a la contienda electoral en la ciudad, es claro que la plaza es grande y en ella caben muchos candidatos. Es evidente que a la fecha ningún candidato o candidata puede asegurar que la tendrá fácil. Solo basta mirar los últimos datos y según la mayoría de las encuestas los “frontrunners” apenas y llegan a tener alrededor del 15 por ciento de la intención de voto. No cabe duda de que en materia de educación cívica electoral estamos en pañales y es acá en donde hace falta potenciar mayores esfuerzos cívicos que ayuden a la población a entender mejor cómo funciona nuestra democracia y cuáles son los caminos para fortalecerla.