GABRIELA GONZÁLEZ / TORONTO
El cinco de mayo fue un día histórico en Canadá. Primero que todo, el Partido Conservador perdió la elección provincial en Alberta por primera vez en más de cuarenta años. Aunque se sentía una ola de inquietud durante la elección, nadie se esperaba un cambio tan significativo.
No sólo el partido conservador, liderado por Jim Prentice – exministro del gabinete de Stephen Harper, perdió, sino que Rachel Notley, la carismática líder del Partido Nuevo Demócrata, logró llevar su partido a una victoria nunca antes vista en Alberta.
Esta provincia más bien conocida por sus montañas rocosas y su riqueza petrolera concentrada al norte de la provincia en el área de Fort McMurray, decidió probar su surte con una propuesta política moderada y que realmente toma en consideración la fluctuante realidad económica en Alberta. Con los precios del petróleo por debajo de lo normal y cientos de personas de la industria petrolera fuera de trabajo, es inevitable que las personas busquen un cambio de liderazgo.
Este cambio de poder en Alberta es significativo por muchas razones, pero mirándolo desde el punto de vista político y hacia las elecciones federales que están planeadas para octubre de este año, vemos que un cambio de poder es posible.
Es importante que los políticos y gobierno que elegimos representen nuestros intereses, calmen nuestras inquietudes y presenten un plan realista y positivo para mejorar al país y nuestras vidas. Sabemos que a lo largo y ancho de Canadá, la clase media esta lamentablemente desapareciendo. Esto es un síntoma de que el costo de vida está aumentando mientras que los trabajos bien remunerados están desapareciendo.
El gobierno federal conservador cada vez nos brinda menos ayuda y en vez de enfocarse en desarrollar un plan para ayudarnos con los temas más importantes, pasa su tiempo explotando el tema del terrorismo y promoviendo el miedo en nuestra sociedad.
Necesitamos un gobierno federal que se enfoque en la creación de nuevos y mejores trabajos, mejores sistemas de salud en todo Canadá, mejor transito público e infraestructura pública, apoyo económico para un mejor sistema de guarderías para niños pequeños y desarrollo de la energía renovable. Justamente Justin Trudeau y sus candidatos Liberales tienen este plan.
Regresando al tema de la elección en Alberta y el gran significado que tuvo… tres hispanos fueron elegidos como Miembros de la Asamblea Legislativa. Este es un gran acontecimiento y como comunidad latina todos deberíamos estar muy orgullosos de sus logros.
Estos tres políticos, Estefanía Cortes-Vargas, Ricardo Miranda y Rod Loyola fueron elegidos no por ser latinos, sino por ser líderes comunitarios, con gran experiencia y con planes para mejorar sus comunidades. Además de estas cualidades, también tienen mucho que aportar al gobierno porque al ser inmigrantes, entienden los retos que muchos de nosotros enfrentamos y cómo adaptarnos ante diferentes situaciones y ser victoriosos.
Como comunidad ya nos hemos ido integrando en la sociedad canadiense y hemos desarrollado una reputación como comunidad trabajadora y emprendedora. Ahora, el próximo paso es involucrarnos incluso más en nuestra sociedad y políticamente, no sólo como voluntarios en campañas y proyectos sino que también como candidatos/as.
Este es nuestro momento. Tenemos que hacerlo no porque somos inmigrantes sino porque tenemos la experiencia, liderazgo, cualidades y sobretodo tenemos el bienestar de nuestra ciudad, provincia y país como objetivo principal.
Las elecciones federales de este año nos presentan un muy buena oportunidad para involucrarnos políticamente, ya sea joven, adulto, mujer, hombre, recién llegado o no. Todos somos bienvenidos en las campañas electorales para elegir un mejor gobierno federal en Canadá.
La próxima oportunidad para involucrarse y quizás postularse como candidato municipal o provincial será en el 2018. Así que piénselo bien, participe desde ahora y ayude a crear un mejor país, provincia y ciudad, todos nos beneficiaremos de su participación cívica.
*Gabriela González tiene una maestría en Políticas Públicas de York University, está involucrada en varias organizaciones sin fines de lucro y es asesora de la Primera Ministra de la Provincia de Ontario.