OSCAR VIGIL / TORONTO /
Marcela Romero tardó 25 años para alcanzar su objetivo, pero finalmente lo logró: que cualquier persona transexual pudiera cambiar legalmente el sexo en su tarjeta de identificación personal, algo que quedó plasmado en la legislación argentina en mayo de 2012 bajo el nombre de “Ley de Identidad de Género”.
Ella, que nació fisiológicamente como hombre pero que luego se transformó en mujer, es una activista argentina defensora de los derechos humanos de la población transgénero en América Latina y el Caribe, muy conocida a nivel internacional por sus importantes aportes en esta área
Esto le valió para que este año fuera designada como “International Grand Marshal” para todas las celebraciones del Pride Toronto, por lo que estuvo en la ciudad, donde aprovechó para colaborar con los movimientos LGBT (Gay, Lesbiana, Bisexual y Transgénero) hispanos, a quienes aconsejó sobre cómo se pueden cambiar leyes a punta de trabajo comunitario.
En un receso, conversó con Revista Debate.
REVISTA DEBATE: ¿Cómo ves la situación de la comunidad homosexual en Canadá en relación con los países de América Latina?
MARCELA ROMERO: Mi primera impresión es que me parece que están atrasados diez años. En esto días que he estado reunida he escuchado mucho debate y me hace acordar hace diez años en mi país. Quizás no están atrasados, pero lo que hay que hacer es generar esos cambios. Me parece que el tema de inmigración, de la documentación es muy fuerte, y me parece que el Estado, el Gobierno tienen que invertir más en políticas públicas para las personas transexuales, que las personas transexuales puedan transitar y que puedan ingresar al circuito laboral. Me parece que eso es lo que está faltando en este momento.
RD: ¿En qué áreas consideras que están más avanzados los países de América Latina?
MR: En Argentina, por ejemplo con la Ley de Identidad de Género, Brasil, Uruguay, México en el DF. Me parece que lo que está faltando es mas debate político, la comunidad LGBT de aquí de Canadá debe tener más debate político, y hay que debatir con los políticos si es necesario porque es una necesidad de poder tener la identidad, tener los documentos al día y que el gobierno de Canadá entienda que en nuestros países en América Latina y el Caribe hay una persecución hacia nuestra comunidad, como en México, el Caribe, etc., que hay una persecución de parte de la policía. Tiene que entender que es necesario que cuando vienen a Canadá como refugiados que le den su documentación, porque irnos de nuestros países, dejar todo es muy triste para cualquier ser humano.
RD: ¿Cuál fue la experiencia en Argentina con el tema de la identidad de género?
MR: Nosotros tenemos una lucha muy política y tenemos un debate político, hay que prepararse para debatir, hay que debatir con la iglesia, hay que debatir con los partidos políticos, con los diputados, senadores, hay que debatir con argumentos y hay que tener todos los argumentos, hay que decir qué está sucediendo en nuestro país, cuál es nuestra necesidad, nos están matando, hay impunidad social, no nos dan trabajo, no nos dan vivienda, nos maltratan, hay que tener todo el argumento y avanzar y no tener miedo porque son derechos humanos, nos están sacando nuestro derechos.
RD: ¿Qué tan difícil fue luchar contra esto en Argentina?
MR: Para mí fue muy difícil, yo vengo de la dictadura militar, estuve presa muchas veces durante la dictadura militar, me cortaban el pelo, me maltrataron, tuve mucha ansiedad cuando empezó la democracia en Argentina, pero como todas las compañeras en Argentina tuve que luchar, insistir e insistir hasta que lo logramos hace dos años con la Ley de Identidad de Género. Hay que poner todo, un activista pone todo y hasta la vida, porque todos los logros en el mundo se logran con la sociedad movilizada, así es que hay que movilizarse, hay que reclamar y no tener miedo a lo que es el reclamo y a reclamar lo nuestro.
RD: ¿Qué fue lo que se logró con la Ley de Identidad de Género en Argentina?
MR: Logramos el reconocimiento a nuestro nombre social, nuestro sexo y a poder realmente ser quien una realmente es frente a la sociedad, que no tengamos un documento que dice un nombre y la imagen es otra. Acá tengo mi documento con mi nombre, mi imagen, mi sexo y yo con mi vida tal cual está en el documento, y eso hace romper las barreras para ingresar a obtener cualquier beneficio que tiene cualquier ciudadano.
RD: ¿Cuál fue la clave para lograrlo?
MR: La clave fue exigir derechos humanos, ahí están, pero hay que exigirlos y hay que movilizarse y reclamar, insistir y debatir con la gente del gobierno.
RD: ¿Qué mensaje le enviarías a la comunidad LGBT hispana en Canadá?
MR: Que hay que seguir luchando, que hay que lograr que todo esto cambie en el tema de inmigración, que hay que generar espacios comunitarios en lugares como en este caso en Canadá, espacios comunitarios donde nos podamos juntar, podamos debatir, podamos charlar, donde tengamos talleres de vulnerabilidad, talleres de concepción, donde tengamos nuestros propios espacios, espacios latinos.
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