Por Vilma Filici
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Toronto. En las últimas semanas hemos visto a través de los medios de comunicación dos casos muy interesantes de dos familias inmigrantes en Canadá, una en la provincia de New Brunswick y la otra en la provincia de Ontario. Ambas familias hicieron su trámite para la residencia permanente en Canadá y ambas familias fueron inicialmente rechazadas porque uno de los hijos en cada familia fue encontrado inadmisible por razones médicas, y porque el oficial de inmigración, después de ver los resultados médicos, llegó al fallo de que los jóvenes podrían causar gastos excesivos al sistema de salud canadiense.
En ambos casos toda la familia pasó a ser inadmisible a Canadá, dado que la ley de inmigración canadiense establece que para que una persona pueda obtener la residencia permanente en Canadá, no importa bajo que categoría de inmigrante este aplicando, la persona tiene que probar que tanto el solicitante principal como todos los miembros de su familia no tienen problemas médicos.
Hay tres categorías de problemas: una es que la persona pueda tener una enfermedad contagiosa que se pueda desparramar y crear una epidemia. La segunda es que la persona tenga algún tipo de problemas y que por tanto la persona pudiera ser un peligro para la sociedad en términos de actuar de manera violenta y poder lastimar o matar a alguien (por ejemplo si una persona tiene alguna enfermedad mental), y la tercera, que es la más común, es que la enfermedad de la persona pudiera llevar a ocasionar gastos excesivos al sistema de salud o al sistema social de Canadá. En el caso de estos dos jóvenes, ambos fueron declarados en la tercera categoría, es decir que por sus enfermedades podrían causar gastos excesivos al sistema canadiense.
En la provincia de New Brunswick, aparentemente debido a que la familia solicitante es muy conocida en la comunidad dado que son dueños de un negocio en la población donde viven, la gente empezó a pedir y a dar firmas de apoyo para el chico logrando juntar más de siete mil firmas que fueron enviadas a los diferentes niveles de gobierno. También hubo manifestaciones ante la casa de gobierno de la provincia, y en conjunto esto resultó en que el gobierno de la provincia de New Brunswick se pusiera en contacto con el gobierno federal y firmaran un acuerdo en el que se establece que la provincia se haría cargo de todos los gastos que cause la enfermedad del jovencito, y de esa manera el Ministro de Inmigración de Canadá, después de haber obtenido el acuerdo por escrito y firmado por parte de la provincia, accedió a permitirle a esta familia que obtuviera su residencia permanente en Canadá a pesar de la enfermedad del niño.
Al analizar toda esta situación hay que tener en cuenta que cuando se trata del programa de nominaciones provinciales, la provincia se encarga de la selección del inmigrante en términos de la categoría del inmigrante, ya se trabajador calificado, inversionista, empresario, o cualquier otra categoría, pero después es el gobernó federal el que se encarga de la parte de la admisibilidad. Y el gobierno federal tiene la responsabilidad justamente de ver si la familia es inadmisible por razones médicas o si tienen algún problema criminal, y de haberlos, automáticamente se le rechaza, es decir, si un miembro de la familia tiene algún problema médico o criminal automáticamente se rechaza a toda la familia.
La familia de la provincia de Ontario fue rechazada por las mismas razones que la familia de New Brunswick, pero hasta el día de hoy no se tienen noticias de que el Ministro de Inmigración federal haya intervenido con esta familia para parar la deportación. En Ontario realmente no se ha escuchado que haya habido ningún tipo de manifestación, ningún tipo de pedido a la oficina del Ministro o a la oficina de Inmigración de Ontario para pedir que esta familia permanezca en el país, y por lo tanto no se sabe hasta el momento que es lo que finalmente va a suceder.
Porque hay que tener en cuenta que es muy importante la fuerza que tiene la opinión pública en estos casos de inmigración. No es la primera vez que después de que una historia de este tipo sale en la prensa, en los medios de comunicación, que el gobierno accede a dar un permiso especial para que los aplicantes afectados puedan permanecer en el país.
En la ley migratoria canadiense hay nada más una sola instancia de excepción cuando una persona está haciendo una solicitud de residencia y tiene problemas médicos que podrían ocasionar gastos excesivos al sistema de salud. Automáticamente hay una excepción a la regla y se le permite a la persona obtener su residencia permanente a pesar de la enfermedad cuando una persona está patrocinando a su esposa o a su esposo o a hijos menores de 22 años dependientes del patrocinador. Esto es algo que surgió con la ley de inmigración del 2002 donde, a pesar de que la persona pueda tener una enfermedad que pueda ocasionar gastos excesivos al sistema de salud, de todas maneras puede seguir adelante y obtener la residencia permanente, pero es solamente cuando se trata de gastos excesivos, ya que si se trata de una enfermedad que podría ser contagiosa o de una enfermedad en que la persona podría ser peligrosa para la sociedad, en este caso esta excepción no aplica.
Hoy por hoy vamos a tener que esperar y ver de qué manera va a reaccionar el gobierno con la familia de Ontario, ya que la historia de este jovencito ha estado en los medios de comunicación con bastante difusión. Vamos a ver si con esta situación se le ablanda el corazón al Ministro de Inmigración y le otorga también a esta familia el permiso para poder permanecer en el país.
Y la semana que viene vamos a hablar de por qué en realidad jóvenes como estos ciertamente no ocasionan gastos excesivos al sistema de salud del país.
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