Por Vilma Filici
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TORONTO. Desde hace varias semanas estábamos a la espera de la respuesta que daría el gobierno canadiense a toda la publicidad negativa que circuló en relación a los trabajadores temporales traídos de china para trabajar en las minas del oeste y en el reciente caso del Royal Bank of Canada. Finalmente el pasado lunes 29 de abril el Ministro de Inmigración, Jason Kenney, y la Ministra de Trabajo, Diane Finley, brindaron una conferencia de prensa en la cual dieron a conocer lo que piensan hacer para reformar el Programa de Trabajadores Temporales. El objetivo, dijeron, es asegurarse que los canadienses tengan siempre la primera opción para los trabajos disponibles en el país.
Como recordarán, toda esta reforma precipitada es el resultado del despido de 45 trabajadores canadienses del Royal Bank of Canada, especialistas en tecnología sustituidos por 45 trabajadores de la India que fueron traídos al país para que fueran entrenados por los trabajadores canadienses. Una vez entrenados, éstos regresarían a la India desde donde harían el trabajo para el Royal Bank.
El problema realmente nunca estuvo relacionado con los trabajadores temporales, pero definitivamente esta subcontratación de servicios en la India despertó el interés de los sindicatos y de la prensa, y produjeron que ante tanta publicidad negativa el gobierno tuviera que tomar acciones al respecto.
En toda esta situación hay que tomar en cuenta que antes de que el gobierno conservador tomara las riendas del gobierno canadiense, los trabajadores temporales que año con año llegaban al país eran menos de cien mil. Sin embargo, desde que ellos asumieron el poder, y particularmente en los últimos años, el número ha crecido sustancialmente y se ha más que triplicado.
Es más, cuando el año pasado se presentó el presupuesto nacional, la señora Finley dio a conocer una sección en la cual aprobó que las compañías pudieran pagarle un 15 por ciento menos a los trabajadores temporales, siempre y cuando pudieran justificar que le pagaba esa misma cantidad a los trabajadores canadiense dentro de la compañía.
Hay personas que consideran que este crecimiento de trabajadores temporales, y el hecho de que se les diera permiso para que se les pagara menos que a los trabajadores canadienses, era la manera como el gobierno estaba ayudando a mejorar las ganancias de las empresas privadas a costa de los trabajos y de los sueldos de los mismos trabajadores canadienses.
La verdad es que desde que comenzó el Programa de Trabajadores Temporales, la base fundamental para poder obtener un permiso para traer un trabajador extranjero al país (que a través de los años ha cambiado y hoy se llama Labour Market Opinion, LMO) fue siempre que el trabajador temporal se usara solamente donde no se pudiera conseguir canadienses que tuvieran las habilidades necesarias para llenar esas plazas específicas de trabajo.
Siempre la política fue “canadienses y residentes permanentes primero”, y de hecho, cuando se hace una solicitud para que una compañía pueda darle trabajo a un trabajador temporal extranjero, primero se tiene que poner un aviso en la prensa a nivel nacional y en el National Job Bank, que es la bolsa de empleo del Departamento de Recursos Humanos de Canadá.
De igual forma, para que a la compañía le den el permiso debe asegurarse que al trabajador extranjero se le esté ofreciendo y se le esté pagando la misma cantidad de dinero que se le tiene que pagar a un trabajador canadiense de acuerdo a los estándares para dicha ocupación, los cuales han sido establecidos por el mismo Departamento de Recursos Humanos.
Tampoco se puede poner requisitos de idioma que no sean inglés o francés, a menos que la compañía o el tipo de trabajo que se esté haciendo requieran que la persona hable otro idioma. Por ejemplo, si una persona viene a enseñar hebreo obviamente debe conocer ese idioma, o si viene a trabajar a un periódico étnico debe poder comunicarse en ese idioma.
En este sentido, algunos de los cambios que presentó el Ministro de Inmigración el pasado 29 de abril en realidad no son cambios sino que más bien son parte de los reglamentos que ya existen.
Lo único que en realidad va a ser diferente es que, en el pasado, cuando se hacía una solicitud para un LMO no se tenía que pagar nada, y ahora el Ministro dice que los empleadores van a tener que pagar un monto para el procesamiento de éste. De igual forma dijo que los trabajadores temporales también van a tener que pagar mucho más de lo que están pagando en este momento para el permiso de trabajo, que son 150 dólares y van a quitar el permiso a las empresas para que al trabajador extranjero se le page el 15% o el 5 % menos. (Cambio que el gobierno presentó en el presupuesto nacional del 2012).
Otra cosa que el Ministro dice que va a cambiar es que las compañías deben tener un plan bien definido y demostrar cómo van a usar a la persona que viene con un LMO para asegurarse de que esa vacante eventualmente se llene con un trabajador canadiense. Esto también ya es parte de los reglamentos actuales. Precisamente una de las preguntas bien claras que se hace en la solicitud para obtener un LMO, y que es parte de los factores que debe evaluar un oficial del Departamento de Recursos Humanos cuando está procesando esta solicitud, es si esta persona va a entrenar a residentes permanentes o ciudadanos canadienses para que posteriormente puedan hacer ese trabajo.
Otro elemento que introdujo el Ministro Kenney es la suspensión de algo que el mismo gobierno implementó cuando asumió el poder en el 2006: que si una compañía que ya había tenido trabajadores temporales en el pasado se encontraba en la necesidad de contratar más trabajadores temporales, podía tener acceso a un proceso acelerado a través del cual en un periodo de cinco días podía obtener el LMO. El proceso regular puede tardar entre tres y cuatro meses, y la suspensión inmediata de este programa acelerado.
Otro cambio importante es que se va a cambiar la ley para darle al gobierno la autoridad de suspender o anular los LMO y también los permisos de trabajo que hayan sido otorgados como resultado de ese LMO.
Obviamente aún hay que esperar a que las medidas y los procedimientos sean redactados y entren en efecto, ya que lo que se dio el pasado lunes fue solamente el anuncio de los cambios. Sin embargo, lo que queda claro hasta el momento es que efectivamente va a haber algunos cambios en el sistema, que se van a implementar probablemente con más fuerzas leyes que ya existían, y que se van a cancelar programas que el mismo gobierno conservados presentó en los últimos siete años de gobierno. Lo que también queda muy claro es que la presión de los medios y la opinión pública han forzado al gobierno a tomar medidas con respecto al programa de trabajadores temporales. Esto es un aliciente para pelear por otros cambios importantes.
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