POR OSCAR VIGIL /TORONTO /
Durante dos años (Junio del 2007 a Octubre de 2009) la comunidad hispana tuvo dos Jueces de Paz en la provincia de Ontario: Jorge Barroilhet, que fue el primer latinoamericano nombrado para tan alto cargo el 22 de diciembre del 2002, y Félix Eduardo Mora Sanzana, que fue designado en la misma posición el 20 de junio del año 2007. Ambos son de origen chileno y llegaron a Canadá en calidad de refugiados políticos en la década de 1970.
Pero Barroilhet ya es historia en el campo judicial. El 16 de octubre del 2009, el Ontario’s Justices of the Peace Review Council recomendó que el hasta ese día Juez de Paz fuera removido de su cargo por “mala conducta”, que incluía tratar de influir en el caso de un amigo suyo acusado de conducción temeraria.
“Su conducta o mala conducta, como la hemos encontrado, demostró que estaba dispuesto a ayudar a un amigo de la familia en los tribunales de otra jurisdicción, utilizando su influencia como juez de paz, y con la asistencia de un empleado de la empresa de asesoría legal con la que tuvo relaciones inapropiadas”, reza la sentencia.
Barroilhet era el propietario, junto con su esposa, de la empresa “Stop All Traffic Tickets”, la cual presta servicios de defensa de infractores de tránsito. Y de acuerdo a la causa iniciada en su contra con base a una denuncia, el juez Barroilhet habría continuada ejerciendo funciones de asesoría a su empresa y habría escrito los borradores de algunos de los documentos de defensa de infractores que serían presentados ante los jueces de tránsito, e incluso frente a él mismo actuando como juez de tránsito.
Un panel compuestos por tres jueces lo encontró culpable y recomendó su destitución en el 2009, dejando a la comunidad hispana sólo con un Juez Paz: Félix Mora, quien recientemente acaba de cumplir cinco años en el cargo.
Durante su largo peregrinar en Canadá Mora ha sido Presidente del Congreso Hispano Canadiense, Miembro del Consejo de Inmigración y Refugio, miembro del Tribunal de la Salud de Ontario, y Productor de televisión entre otras funciones. Y ahora, como Juez Paz e Ontario, es definitivamente alguien con quien la comunidad hispana puede y debe contar.
REVISTA DEBATE: ¿Cuál ha sido la experiencia que has tenido como Juez de Paz, con un pasado de torturado, encarcelado, exiliado?
FELIX MORA: Es un motivo de gran orgullo por ser un chileno, un latino, un hispano nombrado en un cargo de esta categoría, y segundo, ha significado para mi un gran triunfo, en el sentido que desde que fui encarcelado, desde que estuve preso por la dictadura de Pinochet, y desde antes por mis convicciones y mis principios, siempre he creído que la justicia de debe ser igual para todos. Y hoy día, siendo juez, aplicando la justicia con la autoridad que me otorga la ley de Ontario, me ha significado que puedo ayudar a mucha gente y eso para mí es un gran motivo de orgullo.
RD: ¿Crees que el hecho de haber sido torturado y encarcelado en tu país ha influido en la forma cómo ves los casos y cómo aplicas la justicia?
FM: Indudablemente. La dolorosa experiencia de haber estado preso y haber sido torturado, hoy día me ha significado mucho, me ha ayudado a entender a mucha gente en términos de sufrimiento, en términos de gente que está presa por alguna acusación hecha, en los casos de “bail hearing” (audiencia de fianza), que son los casos de salida bajo fianza cuando la persona está acusada de algún delito. Y ha significado me ha permitido aplicar la justicia de una manera más amplia, de ser más sensible a los problemas humanos, y la verdad es que la visión que me ha dado, la sensibilidad que me ha dado el hecho de haber sido un preso político, de ser una persona que estuvo presa, realmente es increíble.
Indiscutiblemente que el hecho de haber sufrido la prisión y la tortura me otorga a mii una sensibilidad yo diría mayor, me otorga una visión mucho más amplia de la justicia, creo entender mucho más a las personas que están privadas de su libertad y que están pidiendo ser liberadas bajo fianza por ejemplo. Me ha permitido ver la dimensión humana detrás de un cargo o de un crimen u ofensa, y eso para mii es muy importante. Yo opino que la justicia debe ser igualitaria para todos, y uno tal vez pierde la perspectiva de eso en algún momento dado. Pero el hecho de haber sufrido esa prisión, esa tortura, a mi me ha servido mucho y me ha dado una nueva dimensión de la justicia.
RD: El provenir de una comunidad étnica, de América Latina, ¿es otro factor que entra en juego en la forma cómo se aplica la justicia?
FM: Indiscutiblemente que sí. Quiero resaltar que provenimos de países subdesarrollados, de países donde la justicia no es aplicada igualitariamente en muchas ocasiones, procedemos de sociedades que han procesado muchas veces de forma injusta y por eso muchos de nosotros estamos viviendo en este país. Por eso, el hecho de vivir en un país con sistemas desarrollados, con muchas más posibilidad de aplicar justicia, en una sociedad igualitaria diría yo en general, obviamente que a mii el hecho de ser de Latinoamérica me permite ver la justicia con otra dimensión y poder aplicarla como hubiera querido que fuera aplicada en nuestros países.
RD: ¿Vos crees que aquí en Canadá la justicia se aplica justamente?
FM: Yo creo que la búsqueda de la justicia en el ser humano es una búsqueda milenaria y seguirá por muchos años más, que mientras existan sociedades la búsqueda de la justicia perdurará. Pero la justicia no es perfecta, la justicia puede ser muy injusta a veces… o la injusticia puede ser muy justa, pero lo importante es que creo que aquí se dan los elementos para aplicar justicia. El hecho por ejemplo de que tu llegues a un tribunal cuando hay una detención y la persona quiere salir bajo fianza, el hecho de que tu tengas un abogado ahí que te defiende sin costo y que te representa sin costo, eso significa ya un paso muy adelantado, muy adelantado, muy diferente a nuestros países es de origen.
RD: En una semana normal en tu posición como juez, ¿cuál es tu trabajo?
FM: En una semana normal, yo estoy dos o tres días en “Provincial Offended Acts”, que significa ofensas provinciales y que tienen que ver con regulaciones municipales, regulaciones provinciales, con todas las leyes que afectan a la provincia de Ontario, en este caso, desde las leyes de trafico, medio ambiente, regulaciones provinciales de cada municipalidad, etc. Eso se ve aproximadamente tres veces a la semana. Los otros días trabajamos en Corte Criminal, “bail hearing”, que significa personas que están arrestadas y buscan salida bajo fianza, y uno decide si la persona merece una libertad condicionada o simplemente permanecer en la cárcel hasta que tenga su juicio correspondiente.
RD: ¿Se te viene a la memoria un caso concreto en el cual tengas que hacer una aplicación justa de la justicia?
FM: Por ejemplo, una situación especial bajo las leyes de tráfico de Ontario: manejar sin seguro. Hoy día acá significa una penalidad de cinco mil dólares, y hay personas que están manejando sin seguro, y hay otras que están incluso manejando a su vez con la licencia suspendida. Muchas veces puede haber otros cargos y una persona puede enfrentar fianzas o pagos de 10, 12, 14 mil dólares. Cuando tu miras eso, que la persona es encontrada culpable después de todo un proceso, tu tienes que ver, y esa es la parte que a mi como juez me interesa muchísimo que sea aplicada lo más correctamente posible, es el hecho de que hay que ver si esta persona tiene alguna posibilidad en algún momento de pagar esa deuda. O si la estas condenando de por vida a estar en deuda con la sociedad y con los pagos que se van a ir incrementando en vez de ir descendiendo.
RD: ¿Qué haces en un caso como éste?
FM: Hay muchas posibilidades. Si una persona por ejemplo no tiene trabajo, no tiene educación, se encuentra desesperada por una situación personal difícil, etc., uno tiene que ver la situación, y la ley me permite a mi rebajar esa penalidad, desde suspensión del pago, y ponerla a prueba por un periodo que puede ser de un año o más, o reducir considerablemente el pago y extenderle ese pago hasta por mucho tiempo.
RD: Y esas son cosas que hace ¿considerando qué?
FM: La lógica es que cuando la persona está frente a mi, si entrega sus razones del por qué se le hace difícil, y yo les pregunto obviamente, cómo va a pagar ese dinero. Es muy importante ver el contexto social, para mi es relevante ver cuál es la situación en términos reales, si está trabajando o no, si es estudiante, si es madre soltera, si es una persona que tiene problemas psicológicos, si es una persona que lleva sin trabajar mucho tiempo, si es una persona que no tiene educación, que su nivel de educación le impide encontrar un trabajo de acuerdo a lo que hubiera ganado otro ser humano, si esa persona esta en asistencia, social, etc. Eso hay que tomarlo en cuenta para determinar si la penalidad del pago de 5 u 8 mil dólares es justa o no.
RD: En una semana típica de trabajo, ¿qué tantos hispanos ves en tu corte?
FM: Llevo cinco años en cortes en diferentes ciudades de Ontario, por ejemplo en Whitby, Oshawa, Newmarket, Barrie, Richmond Hill y en todas las cortes satélites que recorren ciudades como Orillia, Greensville y otras ciudades pequeñas, y la verdad es que el número de hispanos que he visto durante mi vida como juez no creo que alcance a ser el uno por ciento.
RD: Hay un mito de que los hispanos son proclives a delinquir en este país. Sobre la base de tu experiencia, ¿es eso cierto?
FM: En mi área es un mito, no existe, en otras áreas lo desconozco, pero en general, de que el hispano es proclive a delinquir lo refuto. Las estadísticas a nivel nacional creo que demuestra que eso no es así.
RD: ¿Qué tan importante es para la comunidad hispana tener jueces de origen hispano?
FM: Yo diría que es importante que mucho más hispanos pudieran aplicar y pudieran ser parte del sistema judicial como de cualquier otra área. Insisto en algo que he dicho muchas veces, que la ausencia de hispanos en la vida política, económica y social de este país esta fuera de proporción. Cada día, cada mes, cada año que pasa llegan más hípanos aquí, más hispanos se integra a la vida laboral, o a la vida de estudio, pero en proporción hay menos hispanos participando de la vida política, cultural, económica del país, participando activamente, y más en el área de justicia donde puedo decir que prácticamente no hay hispanos en mi área.
Es un desafío para el Congreso Hispano Canadiense buscar fórmulas y estar pendientes de cada vez que hay vacantes y son publicadas en los medios, para ser un vaso comunicante con la comunidad en términos de dónde pueden aplicar para el trabajo. No es que le va a conseguir el trabajo, sino que puede informar. Porque hay mucha información de cómo aplicar para trabajos de este nivel, pero me da la impresión de que la comunidad no está siendo informada sobre esto. Pero es importante que haya más hispanos y que entreguemos la visión que tenemos nosotros de la justicia, es importante porque nosotros provenimos de sociedades diferentes, desiguales en la sociedad, y por lo tanto para nosotros la justicia es muy importante. Poder ser justo, aunque no puede uno ser perfecto, pero puede ser justo.
RD: Hace varios años la comunidad hispana tenía dos jueces de Paz en Ontario. ¿Por qué ahora solo tenemos uno?
FM: Tengo entendido de que el otro juez hispano que había ya no está ejerciendo su cargo, las razones haría que buscarlas, preguntarle a él o ver el website del Ministerio de Justicia de Ontario donde están las razones del porque ya no es juez.
RD: Las razones son públicas: Lo despidieron porque le encontraron actos de corrupción que aparentemente le comprobaron. Ahora, jugando con los números podríamos decir que el 50% de nuestros jueces ha sido despedido por actos de corrupción. ¿En que posición deja al otro 50%?
FM: Me deja con un mayor desafío, con un desafío de que nosotros debemos proceder correctamente, que debemos actuar justamente, porque en el punto de vista de nuestra comunidad es realmente importante que entendamos que no estamos como personas en estos cargos, sino que de una manera u otra estamos representando a toda una comunidad. Estamos hablando de países, de sociedades, de gente que fue perseguida, de gente que vivió injusticias, y por eso un gran numero de hispanos esta acá, entonces para nosotros eso es una gran responsabilidad de ser intachables en este aspecto.
RD: Tengo entendido que sos miembro de la Red Iberoamericana de Jueces. ¿Podrías explicarnos qué es lo que ustedes hacen exactamente?
FM: La Red Iberoamericana de Jueces es una red de aproximadamente un centenar de jueces proveniente de diferentes países de Iberoamérica, que nació en el año 2004 y que a mi me llena de orgullo que me hayan llamado para ser parte. Significa que somos parte de numerosas misiones a Latinoamérica para analizar, discutir, ver y entregar nuestros resultados de cómo consideramos que está la justicia actuando en nuestros países. La justicia bis a bis a la sociedad.
Estuvimos en Honduras días después del golpe de estado, entregamos los resultado de la misión, estuve ahora y estamos trabajando los resultado de la misión en Chile, visitamos y estuvimos con el Presidente de la Corte Suprema de Chile, recorrimos bastantes áreas de la sociedad civil chilena, desde los estudiantes a los trabajadores y organizaciones de derechos humanos, y emitiremos nuestro juicio nuestro análisis en las próximos meses. Y próximamente iremos a México, que tiene una realidad cruenta, una realidad que tiene más de 50 mil muertos en los últimos cinco años, donde la sociedad civil es la que más sufre, donde independientemente de dónde provenga la injusticia, el hecho de que mueran miles de personas anualmente en el país y que queden impunes esa muertes eso es injusticia y eso es lo que estaremos tratando de ver en México en los próximos eses.
Es una red de jueces que envía sus resultados de todas sus investigaciones a la Organización de Estados Americanos, OEA, a los organismos internacionales como también gobiernos, estados e instituciones con el fin de dar a conocer la situación en esos países.
RD: A cinco años de tu nombramiento como Juez de Paz: ¿te sentís satisfecho con lo que has hecho?
FM: Si. Aunque podría haber hecho mucho más, pero todo tiene su límite. Estoy muy satisfecho, estoy orgulloso de mí, orgulloso de mi comunidad y orgulloso de estar ahí y ser parte de un sistema que aplica justicia.
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