Familias con niños y con enfermos aun pueden solicitar residencia en el país por razones humanitarias

Por Vilma Filici
vilma@filici.com

Toronto. La columna de hoy va a ser un poco positiva, ya que en los últimos meses hemos dado noticias muy negativas para las personas que llegan al país tratando de pedir refugio, y para quienes en general hoy va a ser mas difícil poder obtener la residencia permanente en Canadá dadas las nuevas regulaciones impuestas a partir del fin de semana por el actual gobierno conservador.

En medio de todas las restricciones que en materia migratoria ha promovido el Ministro de Inmigración Jason Kenney, parece que hay una pequeña luz a final del camino para ciertas personas que han solicitado refugio en Canadá y cuya solicitud de refugio y/o apelación ha sido rechazada por el Consejo de Refugio y por la Corte Federal.

De la manera en que está explicada la nueva ley de refugio, ésta dice que las personas no pueden hacer una petición de residencia  por razones humanitarias y que tampoco pueden solicitar una Revisión de su Caso Antes de la Deportación (mejor conocida como Pre Removal Risk Assessment – PRRA) a menos que ya hayan pasado por lo menos doce meses desde que su caso de refugio haya sido rechazado.

El problema con esto es que, de acuerdo a las instrucciones del Ministro de Inmigración, una vez que las personas son rechazadas en su caso de refugio, y una vez que utilicen todas las posibilidades de apelación de que disponen, van a ser deportadas del país de manera inmediata, por lo que lo mas previsible es que casi nadie va a lograr permanecer los doce meses en el país después de haber sido rechazado su caso de refugio.

Esto implica que realmente será un número muy bajo de personas la que podrá hacer una solicitud de residencia en Canadá por razones humanitarias y de compasión.

Pero revisando detenidamente la nueva legislación, podemos encontrar que la ley también dicta que si una persona está procesando un caso de razones humanitarias, y estas razones humanitarias se basan principalmente en dos motivos: el bienestar de los niños y/o el acceso a la salud, dichas solicitudes deberán ser tomadas en consideración por el gobierno.

En este sentido, si la solicitud de residencia por razones humanitarias y de compasión incluye a niños, ya sea que hayan nacido en Canadá o no, pero que van a ser afectados de manea negativa si la familia es deportada del país, definitivamente esa familia puede presentar una solicitud de residencia por razones humanitarias y de compasión.

Esto es así porque el gobierno no podía impedir a las personas con niños que hagan una solicitud de este tipo desde dentro del país dado que el Acta de Inmigración dice específicamente que cuando un oficial está procesando una evaluación para ver si una familia amerita ser aceptada como residente permanente en Canadá por razones humanitarias, tiene que tomar en consideración el mejor interés de los niños que van a ser afectados por esta situación.

Esta es una decisión de la Corte Suprema de Canadá de 1999, que se incorporó en el Acta de Inmigración del 2002 y por lo tanto el gobierno está obligado a velar por el mejor interés de los niños.
De la misma manera, si hay alguien en la familia que tiene una enfermedad para la cual no hay tratamiento en su país de origen, esa persona también puede hacer una solicitud de residencia en Canadá por razones humanitarias y de compasión.

Por ejemplo, una familia que tiene un hijo con autismo, y que el niño está recibiendo tratamiento médico aquí en Canadá, y que en su país de origen no existe el mismo nivel de atención médica que el  niño está recibiendo aquí, puede argumentar que el niño va a ser tratado de manera desfavorable en el país de origen y que por lo tanto estará perdiendo los beneficios que está recibiendo aquí en Canadá. Es decir, pueden argumentar que el niño va a ser afectado de manera negativa si es regresado a su país de origen

En este sentido, con respecto al sistema de salud se puede argumentar situaciones similares dependiendo de la situación específica de cada caso, si los niños van a perder beneficios educacionales, sociales, etc. Todo depende de cada caso en particular y  hay que hacer los argumentos correspondientes.

Siempre en los casos de salud, por ejemplo hay personas que tienen problemas renales y que están atadas a una máquina de diálisis. Canadá tiene programas muy avanzados de tratamiento de diálisis, donde la persona puede recibir esos tratamientos en su casa ya que se les entrega una maquina y se entrena a un familiar para que la opere. Entonces, se puede argumentar, dependiendo del país de donde provenga la persona, que puede peligrar la vida de esta persona si es regresada a su país de origen ya que este tipo de tratamientos no existe en dicho lugar.

De la misma manera puede suceder con las personas que son VIH positivas, quienes aquí en Canadá reciben tratamientos que en muchos países no existen. De hecho, en muchos países alrededor del mundo, y particularmente en América Latina, el tener VIH tiene connotaciones muy negativas y las personas no solamente son discriminadas y perseguidas por ello sino que también el sistema de salud no les da el tratamiento que necesitan para poder vivir una vida saludable y digna.

Entonces, esos son algunos de los argumentos que se podrían hacer para lograr que una solicitud de residencia por razones humanitaria y de compasión sea tomada en consideración por el Departamento de Inmigración de Canadá.

Por lo tanto es importante que las personas cuya situación caiga dentro de estos escenarios sepan que sí, que efectivamente pueden procesar sus casos por razones humanitarias, y que sepan que aparte de probar problemas con la salud y el mejor interés del niño, es importante también destacar que como familia están bien establecidas en Canadá tanto social como cultural y económicamente.

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