POR FRANCISCO REYES / TORONTO /
Ante un público selecto de las diferentes comunidades hispana/latinoamericana de esta ciudad, la pintora Flor de María Mejía exhibió en la galería de artes del Consulado General del Perú cuadros de distintos tamaños que reflejan aspectos esenciales de la diversidad del país andino, abundante en culturas milenarias.
Sus obras no se limitan a dar a conocer solo los rostros de la simbiosis racial en aquellas “tierras del Inca” tras la llegada de los conquistadores españoles, que para algunos significó un “choque cultural” mientras que para otros fue el “encuentro de culturas”, y que hoy definen los rasgos distintivos del hombre y la mujer de la sociedad peruana, sino también el quehacer de la vida cotidiana en un escenario geográfico de llanos costeros, mesetas desérticas, altas montañas de Los Andes volcánicos y selvas amazónicas llenas de exotismo.
Con el patrocinio del Consulado de Perú y de la dirección del Patronato de las Artes del Perú, la exhibición permanecerá abierta al público durante un mes para que los interesados puedan apreciarla en dicha sede diplomática localizada en el 67 de Yonge St, con King St.
En la apertura de este evento, el cónsul general del Perú, ministro Ítalo Acha, destacó los esfuerzos que el consulado ha puesto en la realización de actividades culturales, labor iniciada con ahínco por su antecesora Ana Cecilia Gervasi, ex viceministra de Relaciones Exteriores para Canadá y los Estados Unidos, y ex cónsul general en Toronto.
“Esta es su casa y este es su lugar: nuestra galería de arte donde hoy presentamos una maravillosa exhibición de la pintoresca Flor de María Mejía. Compartir con ustedes un trozo del Perú en una colección de 40 obras que reflejan lo que es nuestro país”, expresó.
“Nosotros, los peruanos, estamos muy orgullosos de lo que somos, de nuestro patrimonio cultural, de nuestros ancestros”, destacó.
En declaraciones para la prensa, recalcó que “esta expresión que se está exhibiendo hoy, del arte elaborada por una artista peruana, refleja de una manera brillante la diversidad de nuestro país y se puede apreciar en la calidad de sus obras”.
Por su parte, la directora del Consejo de las Artes del Perú, al presentar una semblanza de la artista, dijo que, “como curadora de esta galería de arte, estoy muy satisfecha de organizar los interesantes trabajos artísticos de Flor de María Mejía, cuya contribución enriquece a nuestro país”.
Antes de relatar la vida de la artista, dio la bienvenida al maestro Raúl Cárdenas, quien se encuentra de visita en esta ciudad y “ha dedicado gran parte su vida a educar y enseñar a la nueva generación de pintores peruanos.
Contó de manera anecdótica que desde la edad de cinco años Flor de María Mejía se sentía atraída por la pintura, escondiéndose debajo de su butaca escolar para hacer dibujos. Pero, “al ser sorprendida haciendo dibujos –según relató la curadora de la exhibición-, la maestra le dijo que estaba en la clase equivocada y que debía estar en un salón de pintura. Desde ese día Flor de María asumió que debía estudiar artes plásticas”.
La artista dijo a la prensa que el objetivo de su exhibición era “mostrar la cultura peruana en todo el sentido de la palabra. Las personas, mayormente pobres de nuestro pueblo. Dentro de sus carencias hay la alegría. La alegría que se ve en los niños, en la gente trabajadora, en la gente ambulante que emigra de su ciudad natal para irse a vivir a Lima, pero sigue trayendo sus costumbres, sus colores”.