En el Día de Canadá: El país celebró su fundación con la bandera a media asta y con reflexión

POR OSCAR VIGIL / TORONTO /

Durante las últimas semanas ha habido una gran discusión sobre la celebración o no del Día de Canadá, debido al descubrimiento hasta el momento de más de mil fosas de niños y adultos de las primeras naciones en antiguas escuelas residenciales. El debate ha sido fuerte también al interior de la comunidad hispana en el país.

Eran las 7:15 de la tarde cuando las sirenas de los cuerpos de socorro interrumpieron la quietud del lago. Al principio el sonido era lejano, pero poco a poco se fue sintiendo más cerca hasta llegar a donde estábamos nosotros. El ulular era aún intenso por toda la zona, cuando aparecieron en la playa dos rescatistas del cuerpo de bomberos, seguidos de cuatro policías. Minutos después llegaron cuatro rescatistas más y dos paramédicos.

Se ubicaron en la playa y todos fijaron su vista hacia el lago, donde a lo lejos se divisaba una lancha aparentemente varada con el motor apagado, desde la cual un tripulante solitario levantaba las manos y hacia sonar consistentemente un pito como señal de auxilio.

Uno de los vecinos ofreció a los rescatistas una lancha que tenía en su propiedad, pero estos ya habían desamarrado una balsa portátil y la estaban inflando. Comenzaron a hacer los preparativos para tomar acción, mientras que al fondo una persona en un kayak se había acercado hasta la lancha en un aparente esfuerzo por ayudar.

La conmoción era evidente. Todos los bañistas veían con expectativa los movimientos de los cuerpos de socorro, el despliegue de la balsa y la llegada de otros cuatro oficiales de policía, con lo que el número de “first responders” aumentó a 16.

Un vecino me preguntó qué era lo que sucedía, le expliqué lo que yo entendía, y me dijo que era una gran suerte tener acceso a los cuerpos de socorro que estaban ahí listos para ayudar. Otro vecino especuló que de seguro se le había averiado el motor de la lancha, o tal vez se quedó sin gasolina, pensé yo, condicionado por los marcos de referencia en nuestros países de América Latina.

Los rescatistas estaban por subir a la lancha cuando un ruido ensordecedor interrumpió el ambiente: era una lancha de motor, aparentemente de rescate, que cruzaba la extensa Georgian Bay, en el Lago Huron, en busca del náufrago.

A lo lejos se veía la interacción entre los tripulantes de las dos embarcaciones, y entre ellas, cuando la lancha de rescate lanzó lo que parecía ser una soga a la lancha que estaba varada. Acto seguido, el náufrago solitario era remolcado al mejor estilo de los autos en América Latina: ¡halado con una soga!

Los aplausos para los miembros de los cuerpos de socorro sonaron fuertemente en la playa cuando estos tomaban sus equipos y salían de la escena, al tiempo que yo únicamente atinaba a pensar: ¿seis rescatistas, ocho policías, dos paramédicos, una ambulancia, dos patrullas policiales y dos camiones de bomberos para rescatar a un lanchero varado en medio del lago, cuya lancha eventualmente se quedó sin gasolina?

No hay duda de que, con todos los pecados y problemas que tiene, este es un gran país. ¡Feliz Día de Canadá!