Por Vilma Filici
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Toronto. La semana pasada llegó a mi oficina una persona solicitando ayuda porque tenía problemas con su residencia permanente, dado que se quedó fuera del país por más tiempo del permitido por la ley. Coincidencialmente, en esos mismos días fueron dados a conocer unos reportes de análisis que se han hecho sobre las personas que obtuvieron la Tarjeta de Residencia Permanente, y a quienes ya se les ha vencido.
Hay que recordar que hasta el año 2002 los residentes permanentes de Canadá no tenían necesidad de tener una Tarjeta de Residencia Permanente, simplemente tenían un documento de Residencia Permanente con el cual podían salir y entrar al país sin ningún problema. Sin embargo, en el año 2002 se impuso el uso de esta tarjeta, y la necesidad de renovarla cada cinco años.
Como resultado de esta nueva medida, lo que se está observando ahora es que el número de personas que está perdiendo el status de residentes se ha triplicado en los últimos años, y la razón de este fenómeno es porque antes realmente no había tanto control sobre los tiempos de permanencia de las personas en el país.
Sin embargo, ahora, cuando la tarjeta se vence y es necesario hacer el trámite para renovarla, hay que llenar un formulario en el que hay que dar detalles de las veces que se ha salido del país, por cuanto tiempo se ha salido, y los motivos por los cuales se ha salido.
Por diversas razones, en algunas ocasiones las personas ocultan la verdad, pero el Departamento de Inmigración tiene maneras de controlar y saber cuánto tiempo las personas han estado fuera de Canadá.
En relación a cómo mantener la residencia permanente en Canadá, la Ley de Inmigración dice que hay que permanecer en Canadá físicamente durante 730 días en cada periodo de cinco años, lo que significa que la persona sólo puede salir de Canadá por un máximo de tres años en un periodo de cinco años.
Obviamente hay excepciones a esta regla de residencia física, y estas son cuando una persona está trabajando para una compañía canadiense fuera del país, ya que aquí el tiempo que esta persona se encuentre fuera se cuenta como tiempo dentro de Canadá.
Otra excepción es cuando un residente permanente está acompañando a su pareja o sus hijos que son ciudadanos canadienses, y en el caso del esposo, este se encuentra trabajando fuera del país. Aquí también el tiempo que esta persona permanezca fuera de Canadá se le considera como tiempo dentro del país.
Otra excepción puede suceder cuando se dan situaciones en las cuales la persona tuvo que permanecer fuera del país por razones que estaban fuera de su control, pero aquí se debe hacer una solicitud por razones humanitarias para que a esa persona no se le quite su estatus de residente permanente.
Precisamente el caso de la persona que llegó a mi oficina la semana pasada cae dentro de esta situación, ya que estaba fuera de Canadá visitando a su familia, se enfermó su madre y por tanto tuvo que quedarse con ella durante todo el periodo de la enfermedad. Lamentablemente su madre falleció y todavía tuvo que quedarse un mes más para hacer los arreglos del funeral, de la herencia y todo lo que se tiene que hacer cuando sucede este tipo de situaciones. Esta persona se quedó en su país a pesar de que ya se le había terminado el tiempo máximo de estancia fuera de Canadá.
En el caso de esta persona precisamente se va a argumentar que la situación estaba fuera de su control, dado que nadie espera que uno deje a un padre enfermo, solo, abandonado, únicamente porque tiene que cumplir con los requisitos de residencia permanente en Canadá. En estos casos la persona no necesariamente pierde la residencia permanente.
Cuando sucede este tipo de situaciones, los argumentos se pueden hacer dependiendo dónde se encuentre la persona. Por ejemplo, si a la persona ya se le venció la residencia permanente y tiene que obtener un documento de viaje para poder regresar a Canadá, y si el consulado donde la persona hace esta solicitud no considera que hay razones humanitarias que ameriten que se le dé el documento de viaje para poder venir a Canadá, la persona puede hacer una apelación ante la Corte de Apelaciones de Canadá.
En esta instancia la persona va a presentar este argumento por razones humanitarias nuevamente, y la Corte de Apelaciones tiene el poder de cambiar la decisión tomada por el oficial en el consulado que haya decidido simplemente que la persona perdió la residencia. De la misma manera, si la decisión es tomada dentro de Canadá, el residente permanente tiene derecho a hacer una apelación ante la Corte de Apelaciones.
Estos obviamente son casos extremos. Lo mejor para todos los residentes permanentes es que tomen nota de las veces que han salido del país, que vayan anotando las fechas cuando salieron y cuando regresaron a Canadá, por qué motivo viajaron, etc., dado que en algunas situaciones cuando se está tratando de hacer una solicitud para revalidar la Tarjeta de Residente Permanente, es difícil encontrar estas fechas.
En su mayoría las personas se basan en los sellos de entradas y salidas que tienen en el pasaporte, pero si la persona ha viajado mucho es bastante complicado no solamente encontrar los sellos porque los oficiales de inmigración abren y sellan los pasaportes en cualquier página, sino también porque con muchas salidas es muy difícil acordarse exactamente de las fechas y el tiempo que se estuvo fuera del país.
Y aquí hay que tener en cuenta que si se omite alguna salida, esto podría llegar a ser interpretado por el Departamento de Inmigración como una intención de cometer fraude, y eso no solamente podría resultar en la perdida de la residencia permanente sino también en cargos por hacer declaraciones fraudulentas.
En conclusión, lo más importante es que las personas que únicamente son residentes permanentes en Canadá tengan mucho cuidado con el tiempo que salen del país, que no olviden que solo pueden estar ausentes físicamente de Canadá durante tres años en un periodo de cinco años (a menos que haya razones fuera de su control), pero sobre todo que tan pronto como tengan el tiempo necesario para hacer el trámite de la ciudadanía que lo hagan y se conviertan en ciudadanos canadienses. Recuerden que solamente los ciudadanos canadienses no tienen límite de tiempo de cuanto puede estar fuera del país.
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