El nuevo ministro de Inmigración da buenas y malas noticias en sus primeras semanas en el cargo

Anunció que traería a venezolanos, colombianos y haitianos en un nuevo programa, pero resultó que dicho programa ya existía

POR OSCAR VIGIL / TORONTO /

La semana pasada, el Ministerio de Inmigración anunció un supuesto nuevo programa que busca traer al país a aproximadamente 11,000 personas de Venezuela, Colombia y Haití en calidad de refugiados. Pero esta semana se conoció que ese número era parte del compromiso de traer 15,000 inmigrantes “humanitarios” a cambio de cerrar la frontera terrestre a los solicitantes de asilo. Los otros 4,000 ahora serán trabajadores extranjeros temporales.

En lo que parece ser un juego de números que implica “buenas nuevas” y violaciones a acuerdos migratorios previos, el recién nombrado ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, Marc Miller, aun no deja ver con claridad cuál será su política en esta materia, dicen los expertos en el tema.

La semana pasada, dijo que por medio de esta nueva iniciativa el gobierno va a ayudar a los países de Latinoamérica que están recibiendo enormes cantidades de refugiados, de personas desplazadas, y a la vez tratará de que la inmigración sea regular, es decir, a través de estos programas.

Vilma Filici, catedrática en temas de inmigración y consultora, dice que lo que el gobierno canadiense ha creado es una vía que se llama “Economic Mobility Pathways Pilot” a través de la cual van a traer 11 mil personas de los países nombrados bajo estas vías, las cuales básicamente son muy parecidas a los programas de reasentamiento que se han usado con los refugiados sirios y los afganos, excepto que en este anuncio también existe la posibilidad de que se les ayude a venir de forma independiente.

“Es decir que estas personas no están siendo patrocinados por organizaciones específicas, como es el caso de los programas de reasentamiento, sino que estas personas pueden hacer la solicitud por ellos mismos, pueden tener una oferta de trabajo o pueden venir bajo programas específicos como las nominaciones provinciales, los programas de la costa atlántica o bajo los programas de las zonas rurales del norte de Ontario, Alberta, Saskatchewan y British Columbia”, explicó.

Agregó que las personas que cumplen los requisitos pueden aplicar por esas tres categorías o también pueden hacer una solicitud directamente con el gobierno bajo este programa, que se llama EMPP, donde hay dos maneras de hacerlo: una es teniendo una oferta de trabajo en cualquier tipo de trabajo, y la otra es buscando en todas las distintas avenidas que ofrece Canadá a los inmigrantes. No obstante aclaró que para que califique, la persona tiene que estar fuera de Canadá, debe estar buscando residencia permanente, y tiene que estar en necesidad absoluta de una solución durable y permanente, es decir que si ya está establecido en algún otro lugar entonces no califican para el programa.

“Luego, tiene que demostrar que cumple con los requisitos de un refugiado de convenio fuera de Canadá, o que cumple con los requisitos de otro programa que se llama Country of Asylum Class, que son programas de refugio fuera de Canadá. Para aplicar al Country of Asylum Class hay que demostrar que se encuentran en una situación de refugiados, tienen que estar fuera de su país de residencia y deben estar seria y personalmente afectados por una guerra civil, por conflicto armado o por violaciones masivas de Derechos Humanos. Y tampoco pueden tener una solución permanente, es decir que si ya se han establecido en un tercer país, entonces no pueden aplicar para Canadá”, explicó.

Ese cupo es para 11,000 personas en riesgo que ostenten la nacionalidad colombiana, venezolana y haitiana. La crítica está en que el anunciado no es ningún nuevo programa sino que es parte del cumplimiento del acuerdo de aceptar 15,000 migrantes por motivos humanitarios tomado cuando se cerró el conocido paso irregular de Roxham Road, en marzo pasado.

Pero ahora, el número se va a quedar solamente en 11,000, dado que esta semana el gobierno federal anunció que 4,000 de esos 15 lugares serán asignados para trabajadores extranjeros temporales.

“Es una degradación vergonzosa de nuestro compromiso con la protección de los refugiados en el hemisferio occidental. Estamos profundamente decepcionados por el retroceso del gobierno en objetivos ya insuficientes para la protección de los refugiados”, dijo al respecto Gauri Sreenivasan, codirector ejecutivo del Consejo Canadiense para los Refugiados.

Porque agregó: “Seamos claros: el programa de trabajadores extranjeros temporales no es un programa humanitario. Está diseñado para satisfacer las necesidades económicas canadienses. Sólo ofrece acceso temporal y se ve empañado por sus propias graves violaciones de derechos”.

Hay que recordar que en marzo de este año, el gobierno canadiense y el de los Estados Unidos ampliaron el Acuerdo de Tercer País Seguro entre ambos países a toda la frontera compartida, no sólo en los puertos de entrada oficiales. Y al hacerlo, cerraron una laguna jurídica que habían utilizado los inmigrantes irregulares para cruzar de un país a otro, a través de cruces fronterizos no vigilados, como era el caso de Roxham Road, en Quebec, para buscar asilo.

Tras el anuncio, emitieron una declaración conjunta en la que el gobierno canadiense dijo que traería 15,000 migrantes adicionales con carácter humanitario desde el hemisferio occidental a lo largo del año para ampliar vías seguras y regulares como alternativa a la migración irregular.

“No podíamos simplemente cerrar Roxham Road y esperar que todo se resolviera por sí solo”, dijo el primer ministro Justin Trudeau a los periodistas en una conferencia de prensa en ese momento.

“Al mismo tiempo, seguimos abiertos a los inmigrantes regulares y aumentaremos el número de solicitantes de asilo que aceptamos del hemisferio (el hemisferio occidental) para compensar el cierre de estos cruces irregulares”, agregó.

Pero parece ser que esas palabras se quedaron atascadas en la frontera.