Por Vilma Filici
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En las últimas semanas del año pasado se escuchó mucho sobre la posibilidad de que el sistema migratorio canadiense se endureciera en el sentido de que las personas que hicieran sus trámites a través de las provincias efectivamente se fueran a vivir a dichas provincias una vez arribaran al país.
La información tuvo su origen a través de un abogado en Vancouver, Richard Kurland, quien por medio de la Ley de Acceso a la Información obtuvo información de interés público del gobierno, en la cual se nota que las autoridades migratorias están haciendo estudios para tratar de detener algo que ha estado sucediendo desde hace algún tiempo, y es que muchas personas que solicitan la residencia permanente a través de alguno de los programas provinciales, o específicamente a través del programa de Quebec, no llegan a residir a la provincia a través de la cual han obtenido su residencia permanente.
La ley establece claramente que durante todo el proceso y hasta que la persona llegue a Canadá, la intención del solicitante tiene que ser la de vivir en la provincia que los ha seleccionado, dado que los programas provinciales están diseñados específicamente para llenar las necesidades que tiene esa provincia ya sea en términos de mano de obra, de profesionales, de inversionistas o de personas de negocios.
No obstante, lo que ha estado sucediendo desde hace ya muchísimos años, yo diría incluso que desde que empezó el programa de Quebec, que fue la primera provincia en establecer su propio programa de inmigración, es que las personas que no calificaban o que no califican bajo los programas del gobierno federal (los cuales le permiten al inmigrante radicarse donde ellos quieran), pero que sí calificaban o califican bajo un programa provincial, hacen su trámite para venir a estas provincia pero después en ningún momento llegan a la provincia que los aceptó sino que se va a vivir a otras ciudades.
Lamentablemente el gobierno no ha podido hacer mucho con respecto a esta situación dado que la carta de derechos y responsabilidades del ciudadano que está en la constitución canadiense, dice claramente que un inmigrante o un ciudadano canadiense tiene el derecho constitucional de mudarse de provincia en provincia de busca de un mejor empleo, entonces lo que ha estado sucediendo es que las personas llegan a Canadá por medio de por ejemplo el programa de Quebec, pero en ningún momento viven en esta provincia y en algunas ocasiones ni siquiera llegan a la provincia de Quebec, sino que se van a otras provincias.
Esto es un problema, porque si Quebec está necesitando por ejemplo mecánicos industriales, electricistas, plomeros o soldadores, y las personas que solicitan su residencia permanente bajo estas categorías se están yendo a otros lados, las necesidades de la provincia misma no se están cumpliendo. El mismo problema sucede con los programas de inversionistas, dado que el proceso para los inversionistas que van a Quebec es mucho más rápido y entonces muchas personas están usando también la provincia de Quebec únicamente para acelerar el proceso.
Lo que el gobierno de Quebec empezó a notar es que muchos de los empresarios que vienen bajo el programa a de empresarios y que tienen la obligación de abrir un negocio en Quebec y cumplir con otras requisitos que sirven para estimular la economía y para dar trabajo a los quebequenses, se han ido a vivir a otras provincias. Entonces lo que han comenzado a hacer es a investigar dónde es que las personas están pagando sus impuestos, y por medio de los impuestos se están dando cuenta dónde es que están viviendo estas personas, y están estudiando alguna forma de forzar a que estos inmigrantes vivan cuando menos un año en la provincia para la cual llegaron a Canadá
Esta situación afecta todos los programas provinciales. Hay que recordar que cada provincia tiene sus propios programas, Quebec por ejemplo tiene sus propios programas de inmigración que incluyen patrocinios, trabajadores calificados, inversionistas, empresarios, empleados autónomos, etc. La provincia de Ontario tiene los programas de trabajadores calificados, estudiantes e inversionistas, etc., es decir, cada provincia tiene sus propios programas, entonces, si la persona solicita para ir a Alberta tiene que ir a Alberta, si solicita para ir a uno de los territorios del norte tiene que ir a esos territorios.
Caso contrario, la persona tendría que tramitar su solicitud de residencia permanente a través de los programas federales, bajo los cuales puede ir directamente a vivir cualquier lugar del país menos a Quebec. Los programas federales son para trabajadores calificados, inversionistas, empresarios, trabajadores autónomos, refugiados, casos por razones humanitarios que se hacen desde dentro del país, casos de patrocinio, etc., es decir todos los programas que estamos acostumbrados a oír frecuentemente.
En mi opinión, lo que las autoridades migratorias están tratando de resolver en estos momentos es correcto en el sentido que los programas provinciales requieren que la persona tenga la intención de residir en esa provincia, y si el oficial de inmigración antes de que la persona obtenga la residencia permanente se da cuenta o sospecha de que la persona en realidad no tiene la intención de ir a la provincia de destino, puede negarle la residencia aunque ya hayan calificado para la provincia en sí.
Ha habido casos de personas que ni siquiera han llegado a la provincia a la cual tenían que llegar sino que directamente se fueron donde querían irse, y hasta recientemente los oficiales en el puerto de entrada no le han prestado mucha atención a esto, pero estoy más que segura que un resultado de esta investigación va a ser directivas de que en el puerto de entrada el oficial de inmigración que recibe al inmigrante le niegue la entrada a la persona por sospechas de que ésta no va a residir en la provincia a la cual supuestamente vino.
La ley requiere que la persona vaya a vivir a la provincia para la cual aplicó y calificó, para la cual fue seleccionada por la misma provincia, entonces eso lo que la persona tendría que hacer. Tiene que ir y tiene que establecerse en dicha provincia, y si en algún momento no puede encontrar trabajo, no se siente cómoda, no está bien establecida, etc., entonces sí, nadie puede forzarla a quedarse a vivir toda la vida en ese lugar. Pero inicialmente tendría que hacerlo.
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