Proponen realizar acciones conjuntas para ayudar a disminuir al alto nivel de interacción con las entidades encargadas de la protección infantil
POR GILBERTO ROGEL / TORONTO /
La grave situación de los niños y niñas de familias latinas cuando interaccionan con el sistema canadiense de protección a la niñez ha llamado la atención de representantes de diversas organizaciones sociales y comunitarias que dicen estar preocupados por este panorama que cada día se vuelve más delicado.
La semana pasada, un grupo de representantes de una veintena de organizaciones sociales, comunitarias, empresariales, pedagógicas y periodísticas, entre otras, atendieron el llamado del Consejo Canadiense para la Herencia Hispana (HCHC), para analizar los primeros resultados de una investigación universitaria, la cual está poniendo en el ojo público este fenómeno social con implicaciones de variada naturaleza.
La investigación es encabezada principalmente por expertos de las Universidades de Toronto y Ryerson, y reveló que los niños de origen latino enfrentan graves y profundas dificultades cuando de una u otra manera tienen que entablar una relación con las instituciones que conforman el sistema de protección de la niñez en Ontario, por cierto la provincia en la que residen la mayoría de las familias latinas en Canadá.
Por ejemplo, este estudio ha confirmado que en el 2018 un niño latino tuvo más de dos veces posibilidades de ser sujeto de una investigación de maltrato que una niña o un niño de familia blanca. De igual manera, se encontró que los niños latinos tienen más de dos veces posibilidades de ser transferidos para una investigación posterior, y siete veces más posibilidades que estos sean removidos de sus familias y transferidos a los hogares temporales o ‘Foster homes’.
Visiblemente afectado por estos resultados, Mauricio Opina, representante de la Hispanic Business Alliance, fue enfático en señalar que los resultados de la investigación son abrumadores y preocupantes; y que pese a que no se analizan las causas del fenómeno, de igual manera “sí nos da una idea de dónde estamos ubicados y de la necesidad de comenzar a accionar de manera conjunta” para afrontar el problema.
Otra de las participantes fue Claudia Montoya, trabajadora de asentamiento en Toronto y con muchos años de lidiar de cerca estas situaciones entre las familias latinas. Conocedora de primera mano de esta situación, enfatizó que el sector de asentamiento debería ser uno de los más indicados para participar de lleno en esfuerzos para combatir estos hallazgos, debido a que muchas familias con poco o nulo conocimiento de la realidad canadiense tienen su primer contacto con estas organizaciones y sus trabajadores, esencialmente con el personal de asentamiento.
Precisamente sobre este aspecto, el Dr. Henry Parada, experto de la Universidad de Ryerson que lidera esta investigación, enfatizó que los resultados son datos estadísticos y no tienen la intención de analizar las múltiples y variadas causas del fenómeno. Sin embargo, el investigador fue claro en insistir que debido a la naturaleza de este “hay que trabajar directamente con las mismas comunidades latinas para que los hallazgos sean conocidos y discutidos”. Por ello mencionó como ejemplo el caso de las comunidades negras en el país, que por muchos años han trabajado en el mismo tema y ahora tienen mucha incidencia en las acciones gubernamentales enfocadas a buscarle soluciones.
Otra de las participantes en el foro virtual fue la psicóloga Rosa Cervantes, quien en su rol profesional ha estado vinculada por algunos años con organizaciones comunitarias y de asentamiento, y también últimamente en la práctica independiente, y quien apuntó que este momento debería ser aprovechado para “socializar estos datos, y lograr que la comunidad latina se empape de los mismos”, ya que de esta forma se atacará el problema desde sus raíces.
En similares términos, la docente Sandra Cordero llamó la atención en el papel que debe tener la “educación para la prevención”, principalmente por el rol de los docentes en su labor enfocada a apoyar acciones concretas y efectivas sobre el tema. Cabe mencionar que por ley en Canadá, cuando un docente conoce de un presunto caso de abuso infantil debe notificarlo de inmediato al sistema de protección, principalmente a cualquiera de la Sociedades de Ayuda a la niñez (Children Aid Societies) y a la delegación de la policía local.
Ante esto, el doctor Parada pone mucho énfasis en detallar que “hay una desproporcionalidad de las niñas y los niños que han sido investigados por el sistema de protección en relación con la población total de niños latinos, así como la disparidad comparando las familias blancas con las familias latinoamericanas. Es claro que hay divergencias, hay una disparidad porque hay una sobrerrepresentación de las familias latinas”.
Es por ello por lo que la mayoría de los participantes coincidieron en el mismo aspecto. En la urgencia de empezar a trabajar acciones conjuntas que involucren a la mayoría de los sectores latinos en la provincia, primero para que haya mayor divulgación de estos resultados, y segundo para que el fenómeno no siga creciendo a niveles alarmantes como está pasando en la actualidad.
Los asistentes al encuentro virtual comenzaron a lanzar una serie de ideas y propuestas de acciones prácticas y coordinadas en diferentes frentes de trabajo que buscarán cohesionar a las comunidades latinas en torno a esta temática delicada.