FRANCISCO REYES / TORONTO /
Aunque el “Día Internacional de los Trabajadores” se celebró en la mayoría de los países del mundo el lunes 1º de mayo, en Toronto se rindió homenaje a la clase obrera la noche del pasado sábado. Artistas locales subieron al escenario del Centro Cultural Latinoamericano (CCL) con canciones y poemas para recordar tan memorable día para el movimiento obrero de América del Norte, que culminó con sangre y las sentencias de muerte dictada a los inolvidables “Mártires de Chicago”.
El acto se inició con la presentación de un video con escenas de los años de 1880 en que la crisis financiera de la década anterior creó desesperanza en los trabajadores de América del Norte sometidos a impositivas jornadas de 12 a 14 horas diarias de labores.
La Federación de Organizaciones Sindicales del trabajo y el Comercio de Estados Unidos, que con el tiempo fue ampliada como Federación de Trabajadores de Estados Unidos y Canadá, inició una serie de huelgas para exigir mejores condiciones de vida, entre ellas, la reducción a 8 horas laborales, forzando la promulgación de la Ley Ingersoll, que no entró en vigor el 1º de mayo de 1886, como se había establecido.
En consecuencia, cientos de miles de trabajadores y desempleados recorrieron las calles de muchas ciudades estadounidenses. En Chicago, que era el corazón del movimiento obrero, la huelga paralizó la ciudad.
Exigiendo la aplicación de dicha ley, los obreros continuaron la huelga y días después realizaron una asamblea en el lugar conocido como Haymarket, en Chicago. La lluvia dispersó a la mayoría de los concurrentes quedando sólo unos cientos de ellos, que fueron reprimidos por 200 policías fuertemente armados.
Una bomba estalló en la dispersión. Un agente policial murió y varios resultaron heridos. La policía arremetió acribillando asambleístas. Las calles de Chicago se tiñeron de sangre. Ocho de los cabecillas fueron apresados y, por su militancia en el anarquismo, fueron sentenciados el 20 de agosto de 1886.
Louis Lingg, Adolfo Fischer. August Spies, George Engels fueron ahorcados el 11 de noviembre 1887. Michael Schwab y Salmuel Fielden conmutaron la pena de muerte por cadena perpetua. Oscar Neebe, condenado a 15 años de prisión.
Al recordar el trágico 1º de mayo, artistas y líderes sociales y sindicales en Toronto realizaron el homenaje a los mártires obreros para mantener viva su memoria.
Los poetas Adrián Valdez, René Fuentes (Juan Don Neides) y Enrique Castro, así como María Elena Mesa, recitaron poesías. Varias personas leyeron la defensa de cada sentenciado frente al juez del tribunal parcializado.
Daniel Méndez se acompañó con su guitarra cantando folclore rioplatense e hizo un dúo con la cantante Silvana Ferreira, quien tiene voz de alondra.
El trío ocasional de los chilenos Juan, Miguel y Jerry, “se robó el espectáculo” con música del folclore brasileño, del “Cante Jondo” gitano y el famoso instrumental andino “Cóndor Pasa”.
Paradójicamente, en Canadá y los Estados Unidos no se conmemora el 1º de mayo como “Día del Trabajo”, sino como “Day Law” (Día de la Ley). En América del Norte se ha otorgado a los trabajadores el primer lunes de septiembre, para celebrar el “Labour Day” (Día del Trabajo) sin ningún sentido histórico. Pareciera haber una intención elitista para mantener en el olvido a los “Mártires de Chicago”, cuyo único gran delito fue luchar por el bienestar de los obreros.
La celebración del 1º de mayo fue adoptada en París en 1889, en el “Primer Congreso de la Segunda Internacional Socialista”.
La jornada de ocho horas laborales tardó años. Fue aprobada en 1935 durante el gobierno de Franklin D. Roosevelt, surtiendo efecto inmediato también en Canadá y en países distantes, como Uruguay.