POR OSCAR VIGIL / TOTONTO /
Mayra y su pequeño hijo tienen cuatro años de vivir en Toronto, dos de ellos de forma indocumentada. Esto les dificulta enormemente acceder a muchos servicios fundamentales para su diario vivir, como es el caso de los servicios de salud.
Sin embargo, hace poco una amiga llamó a Mayra por teléfono para contarle que sabía de una Clínica Móvil “que no pedía papeles” para atender a las mujeres. Anotó la fecha, hora y lugar, y lo más temprano que pudo llegó al sitio.
La información era cierta. Esperó su turno y la atendieron en español, una doctora, y le hicieron todos los exámenes de rutina que una mujer debe hacerse por lo menos una vez al año.
“Es la primera vez en dos años que paso una consulta médica”, explicó Mayra, agregando que la doctora y todos sus asistentes fueron muy amables y, sobre todo, no le preguntaron su estatus migratorio ni le pidieron ningún tipo de documento.
“La verdad la consulta estuvo muy bien. Uno se siente en confianza con mujeres, porque a veces para estos estudios uno como mujer se siente un poco más en confianza con ellas, sobre todo porque son estudios para mujeres nada más”, explicó.
Algo similar dijo Doris, quien también tiene cuatro años de vivir en Toronto, dos de forma indocumentada, y a quien le hicieron examen de senos, el Papanicolaou y exámenes de prevención de enfermedades infecciosas.
“Me atendieron muy bien, estoy muy contenta con el servicio porque lo necesitaba mucho. Es importante saber cómo uno está y yo hace dos años que no me hacia estos exámenes”, apuntó.
Pero los casos de Mayra y Doris no son únicos en esta urbe de cerca de tres millones de habitantes, donde de acuerdo a diversas fuentes habitan por lo menos unas cien mil personas sin estatus migratorio.
Por suerte existen centros como el Immigrant Women’s Health Centre (IWHC), una clínica de salud sexual financiada por la ciudad de Toronto (a través de Salud Pública de Toronto), que por más de 30 años ha estado proporcionando servicio relacionados con la salud sexual de la mujer de forma gratuita y sensible con las diferentes culturas que pueblan la ciudad.
“El objetivo de la clínica Móvil, así como también de la Clínica que tenemos en la zona de College y Bathurst, es brindar servicios para mujeres, enfocado principalmente en el cuidado de la salud sexual, que son gratis, seguros y confidenciales”, dijo Yenis Machado, Consejera Hispana del Immigrant Women’s Health Centre (IWHC).
Señaló que todo el personal son mujeres que están enfocadas en la salud sexual de la mujer, particularmente en la de aquellas que no tienen un acceso adecuado a los servicios de salud del país.
“Prestamos todos los servicios relacionados con esta área, por ejemplo si una mujer quiere comenzar a usar anticonceptivos, si sospecha que puede tener una infección vaginal, si sospecha que puede estar embarazada, hacemos la citología que es al Papanicolaou, hacemos chequeo de los senos, es decir todas las cosas de rutina para la mujer”, apuntó.
Enfatizó en que todos los servicios se prestan de forma gratuita, y que incluso tienen un sistema que permite a las pacientes adquirir medicina a bajo costo. Por ejemplo, si una mujer quiere usar anticonceptivos le proporcionan una receta y puede comprar la medicina en el IWHC, la cual se la venden a bajo costo.
“Una caja de pastillas anticonceptivas en una farmacia regular le puede costar unos 30 dólares cada caja, es decir 30 mensuales, pero nosotros la vendemos entre 7 y 11 dólares cada caja, dependiente del tipo de pastilla. Igual, el Dispositivo Intrauterino (DIU), el costo es 60 dólares, pero si uno va donde su doctor particular le puede costar alrededor de 300 dólares”, explicó.
Machado contó que la organización tiene más de 30 años de existencia y que en la actualidad presta servicio en 11 idiomas, entre ellos el español, el cual tiene una gran demanda.
Muchas veces es por la barrera el idioma, pero otras también porque “aceptamos cualquier mujer, no importa su estatus migratorio, su estado financiero, etc. Lo único que pedimos es que tenga un número de teléfono para poder contactarla si acaso necesitamos darle seguimiento. No importa si tiene o no su tarjeta de OHIP”, aseguró.
Esto es precisamente lo que le llamó la atención a Laura, quien vive desde hace dos años en Mississauga.
“Vine a que me dieran un servicio médico, que me hicieran unos estudios y me fue muy bien. Uno se siente en confianza porque son mujeres las que lo atienden y el servicio es muy bueno. Es un servicio que hace mucha falta, porque es muy importante para uno como mujer hacerse cierto tipo de estudios cada año, y con mi estatus (migratorio) es difícil encontrar un lugar donde se lo hagan”, aseguró.
Para más información pueden contactar a Yenis Machado en el 489 College St, Suite 200, T: (416) 323-9986 Ext. 28
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