VILMA FILICI / TORONTO /
En los últimos meses se ha estado produciendo un fenómeno que inquieta bastante a quienes trabajamos en el área migratoria, dado que una legislación que tenía como objetivo proteger de abusos a los ciudadanos canadienses y residentes permanentes, podría estar siendo usada precisamente para empeorar estos abusos.
En repetidas ocasiones he recibido consultas últimamente de personas que han llegado a Canadá patrocinadas por sus parejas, y que ahora pareciera que quieren usar en contra de ellas las nuevas leyes de inmigración implementadas justamente para proteger a estos patrocinadores de posibles abusos. Me refiero específicamente a los casos de patrocinio por matrimonio o vida conyugal.
Hay que recordar que el gobierno cambió las leyes de inmigración para proteger a los ciudadanos canadienses y residentes permanentes que se casan y luego patrocinan a sus parejas para que vengan al país. Estos cambios fueron hechos precisamente para que las personas que tenían planeado casarse con posibles patrocinadores simplemente para poder obtener su estatus en Canadá fueran disuadidas de hacerlo.
Fundamentalmente, la nueva legislación estableció que las personas patrocinadas por matrimonio o vida conyugal, al llegar al país, no obtendrían automáticamente su residencia permanente sino que serían puestas en una especia de prueba durante dos años, con una visa condicional, y que luego de residir en Canadá y demostrarle al Departamento de Inmigración que en realidad han vivido con el patrocinador durante dos años, se les quitaría la condición y ya entonces podrían quedarse definitivamente en el país como residentes permanentes con su pareja.
Sin embargo, pareciera que en algunos casos este plan de protección al ciudadano canadiense y residente permanente está dando un resultado contrario al esperado, ya que muchas personas sin escrúpulos están usando las medidas tomadas por el gobierno para continuar con el abuso y, aun más, duplicarlo hacia el ciudadano canadiense o residente permanente.
Porque ahora, estas personas inescrupulosas no solamente están abusando emocionalmente de sus parejas haciéndoles creer que están enamorados de ellas, sino que además, para evitar la condición impuesta de permanecer dos años en el matrimonio, están acusando a sus patrocinadores de cometer delitos en contra de ellos.
Esto está sucediendo dado que hay algunas excepciones a la condición de vivir con el patrocinador durante dos años. Entre otras, estas excepciones son haber vivido con la pareja durante dos años antes de casarse y hacer el trámite de patrocinio, tener un hijo con la pareja, o si el patrocinado muere durante el proceso.
Pero otra de las excepciones es si ha habido abuso físico, emocional o psicológico por parte del patrocinador. En estos casos en particular, la persona patrocinada, que es quien debe demostrar que ha vivido con el patrocinador durante dos años, es exonerada de esta condición.
En mi experiencia cotidiana, generalmente me doy cuenta de forma instantánea que algo no anda bien cuando una persona me llama o visita mi oficina y me dice que ha llegado a Canadá patrocinada hace poco, dos semanas, un mes, dos meses, etc., y que su pareja la está abusando. Seguidamente me preguntan que tipo de documentación necesitan preparar para no perder su estatus migratorio si dejan al patrocinador. Y estas historias las recibo tanto de mujeres como de hombres.
Estas personas generalmente me dicen que su pareja las están maltratando, que les pegan, las abusan, e incluso algunas me dicen que ya han ido al médico o que está viendo un psicólogo, o hasta que ya fueron a presentar la denuncia a la policía.
Obviamente hay situaciones donde estas cosas efectivamente suceden y uno rápidamente se da cuenta también de que son circunstancias verídicas, sin embargo, la frecuencia con la que últimamente están sucediendo estos casos es demasiado alta en relación al pasado, precisamente en comparación de antes de que existieran estas condiciones y excepciones para este tipo de casos de patrocinio.
También, dada la forma en que algunas de estas personas formulan las preguntas revela como que se está preparando toda una trama, y como que la persona ya vino al país con un plan bien definido sobre qué hacer para poder salirse de la relación y al mismo tiempo no perder su residencia permanente.
Estas situaciones me parecen atroces, es un delito criminal por parte de estos individuos, quienes no solamente abusan emocionalmente de sus parejas sino que ahora también las están acusando de haber cometido un delito. Porque hay que tener bien claro que aquí en Canadá el asalto físico de un esposo a una esposa o viceversa conlleva a un cargo criminal de asalto muy serio, el cual le va a ocasionar enormes problemas y puede llevarlo incluso a la cárcel.
Yo creo que en su momento los funcionarios gubernamentales que redactaron esta legislación nunca se imaginaron que se iba a llegar a este punto. Sin embargo, con el objetivo de proteger al ciudadano canadiense o residente permanente, pareciera que lamentablemente han creado un riesgo más grave que el simplemente ser abusado emocionalmente por alguien para obtener la residencia permanente.
La solución a este problema es bastante compleja, y pasa porque que los abogados que se encargan de trabajar los casos criminales se den cuenta de que existe este problema, que los fiscales y los jueces también se den cuenta de que está sucediendo esta situación problemática, y que las personas que se encuentren metidas en ella puedan tener una defensa apropiada.
Es absurdo que algunos canadienses y residentes permanentes terminen con un record criminal cuando en realidad son ellos quienes están siendo víctimas de personas que no tiene escrúpulos y que por lo tanto son capaces no solamente de mentirle a alguien diciéndole que están enamorados y que quieren vivir con ellos, sino que también llegan al descaro de hacerles cargos criminales que tienen consecuencias serias para el futuro de sus vidas.
Como mínimo, una persona que esté siendo víctima de una situación como estas tiene que asegurarse, tan pronto se dé cuenta de lo que está sucediendo, de hablar con un abogado criminalista para poder protegerse, porque sabemos muy bien que en el momento en que una persona acusa a otra de asalto físico, asalto sexual o asalto psicológico, la policía tiene que actuar. Y una vez que son impuestos cargos criminales, el proceso de defensa es largo y costoso.
En este sentido, lo más importante de entrada sería poder evitar que se hagan esos cargos criminales. Pero si se llegara a esa situación, es vital que el patrocinador se pueda defender de tal forma que en su expediente no quede un record criminal.