Capturan a escritor salvadoreño-canadiense por leer la constitución en elecciones en El Salvador

Salvadoreños votaron en Toronto para elegir presidente, vicepresidente y diputados de la Asamblea Legislativa en El Salvador

POR OSCAR VIGIL / TORONTO /

A pesar de que lo prohíbe la Constitución Política, El Salvador reeligió al actual presidente Nayib Bukele con un amplio apoyo, tanto en el interior del país como de la diáspora alrededor del mundo, entre ella la de Toronto. Y quienes no lo apoyaron, y sobre todo quienes protestaron, están sufriendo las consecuencias.

Ese es el caso del escritor salvadoreño-canadiense Carlos Bucio Borja, quien el domingo pasado, mientras se realizaban las elecciones para la presidencia y la Asamblea Legislativa en El Salvador, fue capturado y permanece en la cárcel por haber leído en voz alta los artículos de la constitución política salvadoreña que prohíben la reelección presidencial continua en el país centroamericano.

De acuerdo con amigos y familiares de Bucio Borja, quien vivió en Toronto hasta hace poco, este fue capturado en un centro de votación y llevado al centro de detenciones conocido como “El Penalito”, en la capital salvadoreña, donde está detenido sin que hasta la publicación de esta nota se le hayan imputado cargos criminales.

Hay que notar que en El Salvador actualmente rige una ley especial de excepción que le permite a las autoridades detener a una persona bajo sospechas de cualquier tipo y retenerla en vías de investigación en los centros penitenciaron hasta por seis meses. Es decir, la persona no necesita tener cargos criminales ni haber sido juzgada y condenada para guardar prisión por largos periodos.

Esta ley de excepción “temporal” fue impuesta por el presidente Nayib Bukele en su campaña por bajar los índices de criminalidad en el país y su duración es de un mes, sin embargo, la Asamblea Legislativa, bajo control gubernamental, la ha prorrogado ya durante 24 meses.

Cerca de un centenar de escritores, artistas e intelectuales salvadoreños y latinoamericanos denunciaron la captura de Bucio Borja, quien llegoo a Canadá como refugiado político en la década de 1990.

“Nosotros, los abajo firmantes, escritores y artistas, denunciamos ante la comunidad salvadoreña e internacional, la captura arbitraria del escritor y ciudadano salvadoreño-canadiense Carlos Bucio Borja, acaecida en el marco de las elecciones de presidente y Asamblea Legislativa este domingo 4 de febrero de 2024, por parte de elementos de la Policía Nacional Civil (PNC). Bucio Borja leía los seis artículos de la Constitución salvadoreña que prohíben la reelección presidencial continua; además, citó palabras de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, canonizado en 2018 por la Iglesia Católica. Esto sucedió en el centro de votación del Centro Escolar Concha viuda de Escalón, en San Salvador. En ese momento, alrededor de seis elementos de la PNC lo sacaron del centro de votación y procedieron a su detención”, dicen en el comunicado hecho llegar a los diferentes medios de comunicación y publicitado ampliamente en las redes sociales.

Plantean que la reelección presidencial continua en El Salvador está prohibida textualmente por la Constitución; sin embargo, ha sido permitida en un contexto de concentración de poder y deterioro democrático que ha sometido la mayoría de las instituciones al poder del presidente de la República, incluidos el poder judicial y las autoridades electorales. Así, leer la Constitución en público debiese considerarse un acto cívico, propio del ejercicio de la libertad de expresión y, por tanto, no debiese arbitrariamente ser perseguido, agregan.

En este sentido, dicen que considerar el acto de Bucio Borja como un delito es una clara violación al derecho a la libertad de pensamiento y expresión.

Ese día mismo día, 4 de febrero, pero en Toronto, Mirtala se levantó temprano para acudir al puesto de votación habilitado en el centro de la ciudad, donde emitió su voto por Nayib Bukele, ya que considera que el ahora reelegido presidente está llevando la tranquilidad y desarrollo al país centroamericano con el encarcelamiento de mas de 75 mil personas que se cree son miembros de las pandillas.

Aproximadamente a la misma hora y en la misma ciudad, Lorena hizo lo mismo, pero llegó al centro de votación en Toronto para emitir el sufragio en contra de Bukele, ya que asegura que éste está destruyendo la incipiente democracia que había en el país y está violando flagrantemente los derechos humanos.

Lorena dice que está de acuerdo con la reducción de la criminalidad a través del encarcelamiento de los pandilleros, pero está en contra del encarcelamiento de miles de personas inocentes que son retenidas en los centros penales bajo sospechas o porque alguien que no los quiere los denunció sin pruebas. A la fecha, el gobierno ha reconocido que ha dejado en libertad a alrededor de siete mil inocentes desde que inició con la campaña hace 24 meses.

Los organismos salvadoreños e internacionales defensores de los derechos humanos coinciden con la visión de Lorena, pero un poco más del 85 por ciento de salvadoreños, tanto en El Salvador como alrededor del mundo, coinciden con Mirtala y votaron por cinco años más de Bukele como presidente, a pesar de que a todas luces está concentrando todo el poder político en el país, algo típico de las dictaduras.

Los salvadoreños en Toronto protestaron por las largas filas en el centro de votación debido a que únicamente había cuatro mesas habilitadas para votar; y en El Salvador, el desorden y las anomalías en los centros de sufragio fue tan grave que el Tribunal Supremo Electoral ha ordenado repetir algunas votaciones y contabilizar nuevamente las papeletas.

Aun no hay resultados oficiales pero Nayib Bukele ya se autoproclamó como ganador. Paralelamente, hay muchas voces que hablan de fraude, pero la verdad es que nadie puede dudar del fuerte apoyo popular que tiene el ya reelecto presidente.

Pero lo que tampoco nadie puede dudar es que el gobierno de Nayib Bukele y su partido Nuevas Ideas está violando los derechos humanos en El Salvador y convirtiéndose de hecho en una dictadura, la cual ha metido preso al escritor salvadoreño-canadiense Carlos Bucio Borja simple y sencillamente por leer en público los artículos de la constitución política salvadoreña que prohíben explícitamente la reelección inmediata del presidente, tal y como lo hizo Nayib Bukele ese día.

Foto de Mercedes Umaña