POR GILBERTO ROGEL* / TORONTO /
El esperado verano llegó hace unas semanas y la mayor parte del país está “disfrutando” del calor, tratando de olvidarse por un momento de otra serie de situaciones que provocan preocupación entre la mayoría de la población, como por ejemplo el incremento en los precios de la comida y la falta de empleos de calidad, quizás dos de las mayores fuentes de inquietud principalmente entre la comunidad de nuevos inmigrantes.
Y este último elemento es una de las cosas más llamativas en la actualidad. Recientemente apareció en los noticieros nacionales un informe gubernamental que asegura que Canadá tiene un faltante de empleos de cerca de un millón de puestos laborales sin llenar. Así como lo lee, un millón de posiciones están vacantes y muchos empleadores están reduciendo sus operaciones por falta de personal calificado. Pero la gran pregunta es ¿dónde están estos trabajos y de qué tipos son?
El informe dice que con los efectos de la pandemia del COVID 19, en un punto bastante manejables, la economía está en proceso lento de recuperación pero existen miles de empleos que no se han podido llenar por falta de personal, en otras palabras que hay trabajos que al parecer nadie está dispuesto a realizar, algo un poco difícil de creer, especialmente cuando vemos que muchos recién inmigrantes están en busca de lo que salga para poder pagar la renta y la comida.
Esta última semana escuché de un amigo cercano, que el banco de comida de mi sector, por cierto uno de los más reconocidos y efectivos en la ciudad, que durante la etapa de cierre de la pandemia permitió que los usuarios llegaran a recoger su cuota mensual en dos ocasiones, acaba de reducirlas a una sola visita, ya que la cantidad de usuarios se ha multiplicado de manera alarmante, una señal que la economía no anda nada bien.
De igual manera, en las noticias apareció otro reporte que pone los pelos de punta. Las rentas de una unidad habitacional en Toronto (un apartamento de un dormitorio) ha subido en más de 13 por ciento, y estaría llegando a niveles de los meses previos a la pandemia. Es decir, según estos reportes la renta promedio de un apartamento de un dormitorio estaría en $2,065. y una habitación con dos dormitorios habría subido a $2,849, siéntase dichoso si usted está pagando menos que esas cantidades.
No se puede discutir que vivir en una de las ciudades con mejor nivel de vida en todo el mundo tiene su precio. Según ciertas informaciones que circulan en Internet estiman que para vivir decentemente en Toronto una persona promedio debe tener un ingreso de alrededor de $2,200. con lo cual le alcanzaría para poder salir razado, en pocas palabras para pagar la renta de una habitación, cubrir la comida y otros gastos necesarios, nada de lujos ni vacaciones, no entretenimiento.
Y es con base en estos datos alarmantes que volvemos a nuestro punto de partida. ¿Y dónde están los puestos de trabajo que no se han llenado en las últimas semanas? ¿De qué tipo de labores estamos hablando y qué nivel de experiencia se necesita para aplicar a ellos? Realmente la información es muy difusa al respecto y no se sabe con exactitud los detalles de estos, y es esta misma situación que da pie para que ciertos aprovechados divulguen información tergiversada diciendo que nadie quiere trabajar en Canadá, cuando realmente hay miles de recién inmigrantes tratando de hacer lo más posible por adaptarse a esta sociedad.
Sobre este mismo hecho, fue llamativo cómo la semana pasada un grupo de representantes de la comunidad latina se reunió con una diputada Federal para discutir este tema y otros de preocupación para los recién inmigrantes. En la discusión fue interesante cómo cada una de las y los asistentes insistieron que nadie viene a Canadá a aprovecharse del sistema, todo lo contrario. Cada participante insistió que hace falta información práctica sobre los mecanismos y procesos para aplicar a oportunidades laborales con los diferentes niveles de gobierno, principalmente con el gobierno federal.
En conclusión, podemos decir que este verano esta maravilloso para aquellas o aquellos que venimos del trópico, hay que disfrutarlo en la medida de lo posible, pero sin discusión sería mucho mejor si cada uno de los que hemos llegado a este país en busca de mejores oportunidades realmente las podamos encontrar para lograr una mejor adaptación a esta nueva sociedad.
*Gilberto Rogel es un periodista de origen salvadoreño radicado en Toronto, quien se especializa en temas de libertad de expresión en América Latina.
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