Canadá podría deportar a ex funcionaria salvadoreña solicitante de refugio

DOUGLAS AGREDA / TORONTO
Clara Rico Martínez, quien en dos ocasiones fue presidenta del Instituto Salvadoreño de Fomento Cooperativo (INSAFOCOOP), llegó a Canadá buscando refugio en diciembre del 2009. Pero tras casi tres años de haber solicitado la protección del Estado luego de asegurar que su vida corría peligro en su país de origen, podría ser deportada en las próximas semanas hacia El Salvador.

El Consejo de Inmigración y Refugio de Canadá (Inmigración and Refugee Board, IRB), máxima instancia en materia de refugio en el país, dio una respuesta negativa a la solicitud de refugio de Rico Martínez, y con ello allanó el camino para que ella y su hija, Sarah Rico, sean regresadas a El Salvador.

La ex presidenta del INSAFOCOOP fue acusada en el año 2006 de haber cometido un supuesto fraude con el pago de salarios de empleados que laboraban en la Fundación para la Educación Cooperativa (FUNECOOP). Fue encarcelada y, tras un largo proceso judicial que duró tres años, fue exonerada de todos los cargos.

En su momento denunció que ella únicamente había sido el chivo expiatorio de poderosos líderes políticos salvadoreños, y que a pesar del fallo judicial a su favor continuaba siendo “perseguida” por personas que no identificó.

Se contactó a Rico Martínez para obtener su versión sobre la situación en que se encuentra en este momento en Canadá, pero declinó dar declaraciones aduciendo que su proceso de refugio en Canadá aun continuaba y que todavía temía por la seguridad de ella y de su hija en El Salvador.

Fuentes familiarizadas con los casos de refugio en Canadá explicaron que luego de haber sido rechazada en su solicitud de refugio, Clara Rico Martínez tiene derecho a una apelación del caso a través de un proceso conocido como Evaluación de Riesgo Previo a la Remoción (Pre Removal Risk Assessment, PRRA), el cual evalúa el riesgo que corre el solicitante de refugio si es regresado a su país de origen.

Si la evaluación de riesgo es positiva, Rico Martínez y su hija recibirían la protección del Estado, pero si es negativa serían deportadas de forma inmediata del país. Estadísticamente, el nivel de respuestas positivas a la evaluación de riesgo es menor del 5 por ciento, explicaron las fuentes.

Durante los últimos años se ha experimentado un fuerte incremento en el número de salvadoreños que llegan a solicitar refugio a Canadá, en su mayoría acosados por la violencia de las pandillas. Contrario a esta tendencia, el Caso de Rico Martínez se basa en persecución política, como en los viejos tiempos.

(Foto cortesía de lapagina.com.sv)