POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
En estos tiempos modernos, ¿Se podría vivir sin Facebook e Instagram? ¿O sin Google? Todo indica que pronto sabremos esta respuesta dado el enfrentamiento que se está dando entre estos dos gigantes tecnológicos y el gobierno de Canadá, debido a la reciente aprobación de la legislación conocida como “Bill C-18, the Online News Act”.
Esta legislación, la cual fue asentada como ley la semana pasada por la Gobernadora General, obliga a los gigantes digitales como Google y Meta, empresa matriz de Facebook e Instagram, a pagar a los medios de comunicación canadienses por el contenido que de ellos comparten en sus plataformas digitales, ya sea que muestran una vista previa o la reutiliza en sus plataformas, y con lo cual obtienen grandes dividendos económicos.
Ante la aprobación de la legislación, Google anunció que eliminará las noticias canadienses de sus plataformas y finalizará los acuerdos existentes con los editores locales. Meta también confirmó que está eliminando las noticias canadienses de Facebook e Instagram y finalizando acuerdos con editores locales.
Pablo Rodríguez, Ministro de Patrimonio de Canadá, dice que le sorprendió el anuncio de Google. “Bueno, Meta, siempre dije que era complicado, Google todavía tenemos conversaciones… Estoy un poco sorprendido por la reacción de Google”.
Sin embargo, Rodriguez, de origen argentino, fue firme en la determinación del gobierno federal por establecer el mecanismo a través del cual la industria periodística canadiense también reciba réditos económicos por el trabajo que hacen y que es usado por los gigantes tecnológicos.
“No podemos tener gigantes tecnológicos tan poderosos como ellos, con grandes abogados y todo, que vengan aquí y les digan a los miembros del parlamento y al gobierno elegido por el pueblo: ‘Esto es lo que van a hacer'”, dijo el ministro. “No podemos aceptar eso. Somos una nación soberana”, enfatizó.
Rodríguez dijo que el anuncio de Google lo tomó por sorpresa porque la ley aún no está en vigor. Dijo que las conversaciones con la compañía siguen en curso y que se ha llegado a un terreno común.
“Alrededor de 500 salas de redacción cerraron sus puertas en todo el país… y seguirán cerrando sus puertas”, dijo Rodríguez. “El statu quo no funciona porque el dinero va a parar a los gigantes tecnológicos”.
La ley, que fue aprobada el 22 de junio, entrará en vigor a finales de año.