
POR OSCAR VIGIL
Puede ser que una tarde falte la energía eléctrica en la ciudad de Holguín, Cuba, pero eso no es relevante, porque la ciudad brilla con la energía propia del arte y de la cultura.
Museos, exhibiciones de artes plásticas, obras de teatro, concursos de literatura, música de guitarras, de violín, y conciertos musicales con sus inseparables danzas populares, es lo que llena esta ciudad colonial de energía positiva.
Una noche en Holguìn es la oportunidad para sumergirse en la sensibilidad de sus habitantes, especialmente de sus artistas, en su mayoria jóvenes pero apoyados por los maestros consagrados. Y es también la ocasión para vivir los ritmos afrocaribeños y latinos de la isla.
En un salón completamente lleno y con música en vivo frente al Parque Central de la ciudad, que resultó ser la Casa de la Cultura, se estaba realizando la premiación del 2do Concurso Nacional de Cuentos Breves. Todo mundo era bienvenido. Adentro, varios jóvenes leyendo sus trabajos por los que habian sido galardonados. Aplausos, vítores y lágrimas de felicidad. Los premios: libros donados por escritores consagrados. Alimento para el espíritu!
Al otro lado del parque, el Teatro de la ciudad, Eddy Sunol, anunciando la programación del mes. Todas producciones de grupos de teatro locales, lamentablemente ninguna que se ajuste a nuestra agenda.
Mas noche, aglomeración de personas en la puerta de entrada a La Casa de la Trova. Presentación especial de la solista Yamila Rodriguez. Música, baile, apoteósico! Lleno total.
Calles coloniales llenas de vida, opciones gastronómicas por doquier, música en vivo emanando de bares y restaurantes, parejas y familias caminando en los innumerables parques, jôvenes iluminando el ambiente, gente simplemente viviendo la felicidad de la vida en una ciudad que irradia cultura. ¡Así es Holguín!
