Ante las amenazas de anexión de Donald Trump, Canadá alza la bandera del patriotismo

Justin Trudeau fue captado inadvertidamente diciendo que el deseo de Donald Trump de absorber a Canadá “es algo real”

POR OSCAR VIGIL / TORONTO /

Todo indica que lo que parecería haber comenzado como una broma, broma de mal gusto, pero broma en principio, se está convirtiendo en una verdadera pesadilla para Canadá: El primer ministro Justin Trudeau considera que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, habla en serio en sus intenciones de querer apoderarse de Canadá.

Las razones de esta macabra ambición del mandatario estadounidense caen por el momento básicamente en la especulación, pero la lógica de la mayoría de analistas estaa puesta en los vastos recursos naturales con que cuenta Canadá, entre ellos minerales de diverso tipo, recursos forestales y agrícolas, pero sobre todo, y pensando en el futuro, el agua, ese precioso liquido que estaa comenzando a escasear en el mundo, y que este país pose en demasía tanto por sus abundantes lagos y ríos como también como reservas en los glaciares.

Con un unánime rechazo a la idea de anexión por parte de los canadienses (cerca del 90% estarían en contra según las encuestas), lo que esta situación estaa generando es un enaltecimiento del patriotismo, el cual se podría ver reflejado con mas fuerza en los próximos días.

Esta semana se conoció que los cinco ex primeros ministros vivos de Canadá se han unido para saludar el patriotismo canadiense, motivados precisamente por las recientes “amenazas e insultos” del presidente estadounidense Donald Trump.

Los primeros ministros, cuyos mandatos abarcan desde 1979 hasta 2015, están pidiendo a los canadienses que enarbolen la bandera del país con orgullo este próximo sábado 15 de febrero, que es el Día de la Bandera y el 60 aniversario de la bandera de la hoja de arce roja y blanca. El entonces primer ministro Jean Chrétien declaró el 15 de febrero como el Día de la Bandera en 1996.

“Ante las amenazas e insultos de Donald Trump, los canadienses se han unido para expresar su amor por nuestro país y su determinación de defender los valores de Canadá y nuestra independencia”, escribieron los cinco exlíderes en una declaración.

“Como ex primeros ministros de Canadá, aplaudimos este espíritu nacional. Y llamamos a nuestros compatriotas canadienses a mostrar la bandera como nunca antes”, dice el comunicado.

La declaración fue firmada por los ex primeros ministros conservadores progresistas Joe Clark y Kim Campbell; los ex primeros ministros liberales Jean Chrétien y Paul Martin; y Stephen Harper, quien dirigió el Partido Conservador creado en 2003 por la fusión del PC y la Alianza Canadiense.

El llamado de los cinco ex primeros ministros se da justo en el momento en que el primer ministro Justin Trudeau dice que el presidente Donald Trump no está bromeando acerca de que Canadá se convierta en el estado número 51 de los Estados Unidos.

Captado inadvertidamente en un micrófono abierto en una cumbre a puertas cerradas de líderes empresariales y laborales la semana pasada, Trudeau dijo que el deseo de Trump de absorber a Canadá es “algo real”.

En los comentarios, grabados por el periódico Toronto Star, Trudeau sugirió que el presidente Trump es muy consciente de los vastos recursos minerales de Canadá. “Sugiero que la administración Trump no solo sabe cuántos minerales críticos tenemos, sino que también puede ser por eso que siguen hablando de absorbernos y convertirnos en el estado número 51”, dijo el mandatario.

La inclinación de Trump por las bromas sobre el estado número 51 se remonta a su cena con Trudeau a fines del año pasado en Mar-a-Lago. En ese momento, el entonces ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, parecía seguro de que las bromas eran solo por diversión.

“El presidente estaba contando chistes. El presidente nos estaba tomando el pelo”, dijo LeBlanc en esa ocasión.

Pero desde entonces Trump ha planteado repetidamente la posibilidad de la pertenencia de Canadá a los Estados Unidos, insistiendo en que los canadienses estarían mejor como estadounidenses.

“Si eso sucediera, los ciudadanos canadienses obtendrían una reducción de impuestos muy grande, una reducción de impuestos tremenda, porque pagan impuestos muy altos”, dijo en enero en Carolina del Norte. “Tendrían una cobertura de salud mucho mejor. Creo que a la gente de Canadá le gustaría”, agregó.

El mes pasado, Trudeau respondió en X: “No hay la más mínima posibilidad de que Canadá se convierta en parte de los Estados Unidos”. Y le dijo a la cadena estadounidense MSNBC que la retórica de Trump sobre los 51 estados estaba relacionada con su amenaza de imponer aranceles punitivos.

En aquel entonces, Trudeau vio la fijación con la anexión como “una distracción un poco de una cuestión muy real que aumentará el costo de vida para los estadounidenses y dañará una relación comercial que funciona extremadamente bien”.

Sin embargo, Steve Bannon, exasesor principal de Trump, ofreció recientemente su propia explicación sobre el pensamiento del presidente. En una entrevista con Global News de Canadá, Bannon habló de una mayor integración como algo casi inevitable.

“Permítanme ser brutalmente franco”, dijo. “Geoestratégicamente, no tienen realmente otra opción (que unirse a los EE. UU.) si quieren su soberanía, porque desde el norte, desde el Ártico, se verán invadidos por una gran competencia de potencias que no tienen la capacidad de ganar”.

El 3 de febrero, Trump y Trudeau hablaron dos veces sobre aranceles. Entre esas llamadas telefónicas, el presidente estadounidense soltó su lenguaje más fuerte hasta el momento sobre la absorción del Gran Norte Blanco.

Pero las amenazas de Trump lo que han hecho es unir al país, y las respuestas comienzan a ondear en todo Canadá.