POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Esta semana se cumplen exactamente dos años desde que se dio a conocer públicamente la aparición, en la provincia china de Hubei, de la primera persona contagiada con COVID-19, y a la fecha aún continúa la incertidumbre de hasta cuando el mundo deberá lidiar con esta peligrosa enfermedad.
La última mala, realmente mala noticia, llegó en el mes de noviembre del año pasado con la aparición de la nueva variante de la enfermedad conocida como Ómicron, que apareció justo en los momentos en que Canadá y muchos otros países del mundo comenzaban a relajar las medidas de protección ante la para entonces disminución de los casos.
Desde entonces la situación no ha hecho más que empeorar la ocupación en las salas de emergencia de los hospitales, con infectados de esta nueva variante que es mucho mas agresiva en el contagio pero que ha resultado menos letal debido principalmente a que alrededor del 90 por ciento de la población canadiense ya está vacunada.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, casi 2,000 canadienses han muerto de COVID-19 solo en lo que va del mes de enero, un número que se vuelve mas preocupante al notar que el 74.6% de los fallecidos en los últimos meses corresponde a personas no vacunadas. Sin embargo, algunos grupos sociales, apoyados por unos pocos dirigentes políticos, continúan con sus campañas en contra de la vacunación.
El fin de semana por ejemplo se realizó una protesta frente a Queen’s Par por las medidas restrictivas existentes, y esta semana es noticia la caravana de camioneros que se dirige desde la provincia de Alberta hasta el Parlamento Federal, en Ottawa, para protestar por la exigencia de vacunación que se ha impuesto a los camioneros que ingresan al país. Estas protestas están recibiendo el apoyo de líderes del Partido Conservador a nivel federal.
Mientras tanto, la ciudad de Toronto ha dado a conocer números alentadores en su campaña de vacunación: El 90 por ciento de los residentes mayores de 12 años ya han recibido su primera dosis de vacuna, el 53 por ciento de los residentes ya han recibido su tercera dosis, el 51 por ciento de los niños han recibido dos dosis y el 15 por ciento han recibido su primera.
“Alcanzar esta tasa de vacunación del 90 por ciento para las primeras dosis marca un hito importante en nuestra campaña de vacunación. Quiero agradecer a todos los miembros del equipo de Toronto que están trabajando en este esfuerzo de vacunación y a todos los residentes que se han ofrecido para vacunarse, protegiéndose a sí mismos, a sus conciudadanos de Toronto y a nuestro sistema de atención médica”, dijo al respecto el alcalde de la ciudad John Tory.
Simultáneamente, el Premier de Ontario, Doug Ford, anunció que la provincia comenzará a eliminar las restricciones de salud pública a partir del próximo 31 de enero, con un plan que busca levantar la mayoría de las medidas restantes a mediados de marzo.
A partir del 31 de enero, un amplio abanico de negocios podrá reabrir al público para prestar servicio en interiores, con límites de capacidad del 50 por ciento: Restaurantes, bares y otros establecimientos de comida; Minoristas, incluidos los centros comerciales; Gimnasios; Salas de cine; Espacios para reuniones y eventos; Museos, galerías, acuarios, zoológicos y atracciones similares; Casinos, salas de bingo y otros establecimientos de juego; Servicios, ritos y ceremonias religiosas; Las arenas y salas de conciertos al 50 por ciento de su capacidad o hasta 500 personas, lo que sea menor.
Además, se permitirán reuniones sociales en interiores de hasta 10 personas y reuniones al aire libre de hasta 25. Para toda esta nueva etapa de reapertura se mantienen los requisitos de prueba de vacunación y las mascarillas.