El Primer Ministro Justin Trudeau y el Presidente Joe Biden lo acordaron en su reunión y los grupos de derechos humanos iniciaron las protestas
POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Se acabaron las historias sobre Roxham Road, el punto fronterizo ciego entre Canadá y los Estados Unidos que en los últimos años estaba a la vista de todo el mundo y por donde cruzaron decenas de miles de solicitantes de asilo que buscaban el sueño canadiense desde tierras estadounidenses. O por lo menos eso es lo que intentan hacer los gobernantes de estos dos países, que se termine el paso y se acaben las historias.
Pero la realidad podría ser completamente distinta y las historias en los medios de comunicación podrían continuar y ser horrorizantes, dicen los defensores de los derechos de los refugiados, al explicar que cuando se cierra una puerta siempre se abre una ventana, y esta ventana por la cual cruzar y llegar este país sería posible en cualquiera de los casi 9,000 kilómetros que mide la frontera entre Canadá y los Estados Unidos.
El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunciaron el fin de semana un acuerdo que amplía su autoridad para expulsar a los solicitantes de refugio que cruzan la frontera compartida de las naciones en puntos de entrada no oficiales, lo que ha generado la condena de los defensores de los derechos humanos.
El acuerdo entre ambos mandatarios entró en vigencia el sábado a la media noche y extiende efectivamente el llamado Acuerdo de Tercer País Seguro (STCA, por sus siglas en inglés) a toda la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
“Estados Unidos y Canadá trabajarán juntos para desalentar los cruces fronterizos ilegales e implementar completamente el Acuerdo de Tercer País Seguro actualizado”, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante un discurso ante el parlamento canadiense en Ottawa el viernes por la tarde.
El sábado, un comunicado de la Oficina del Primer Ministro de Canadá anunciaba que “Para hacer frente a la inmigración irregular, estamos ampliando el Acuerdo de Tercer País Seguro para que se aplique no sólo en los puertos de entrada designados, sino en toda la frontera terrestre, incluidas las vías navegables interiores, garantizando la equidad y una migración más ordenada entre nuestros dos países”.
El acuerdo entró en vigor a las 12.01 horas del 25 de marzo y permitirá a Canadá devolver a los inmigrantes procedentes de Estados Unidos que quieran solicitar asilo en puntos de entrada no oficiales como el cruce de Roxham Road. Es decir que ahora el Acuerdo de Tercer País Seguro se aplica en toda la línea fronteriza entre Canadá y los Estados Unidos y con ello se cierra una laguna jurídica que permitía a los migrantes que llegaban a Canadá desde Estados Unidos usando puntos de entrada no oficiales presentar sus solicitudes de refugio. También permitirá a las autoridades estadounidenses devolver a los solicitantes de refugio que viajen a Estados Unidos procedentes de Canadá, un fenómeno que ha estado en fuerte crecimiento durante los últimos años.
Vilma Filici, profesora de temas de inmigración en Seneca College y Consultora migratoria, dice que el temor que tienen todas las organizaciones que trabajan con refugiados es de que al cerrar la frontera completamente para los solicitantes de refugio, ellos van a encontrar otras maneras de entrar a Canadá, porque cuando las personas se encuentran en situaciones desesperantes toman medidas desesperantes, y eso implica, como ya se ha visto en el pasado y muchas veces, que van a arriesgar sus vidas para poder entrar a Canadá.
“Porque ya ha sucedido. Hay gente que ha entrado por los campos de Manitoba durante el invierno y han perdido sus extremidades, manos y pies, porque se congelaron, tuvieron ‘frostbite’. Hay personas que murieron congeladas. Hemos visto también muchísimas personas que han muerto tratando de cruzar el río, entonces ese es el temor que se tiene, que las personas de todas maneras, ante las situaciones que están viviendo, van a buscar la forma de llegar a Canadá y que cerrando la frontera completamente, tal y como se ha hecho ahora, estamos poniendo a muchas personas en situaciones vulnerables y en riesgo”, explicó.
De hecho, las protestas en contra de esta ampliación al acuerdo comenzaron de inmediato, y este lunes diversas entidades protectoras de los derechos de los refugiados iniciaron plantones enfrente de las oficinas del Primer Ministro en Montreal y de varios ministros del gabinete en diversas ciudades, entre ellas frente a las oficinas del MP Marco Mendicino, Ministro de Seguridad Publica de Canadá, en Toronto.
Según Filici, la mejor opción para solventar esta situación es que se elimine el Tratado del Tercer País Seguro “debido a que es inconstitucional, ya que una vez que los solicitantes de refugio son regresados a Estados Unidos luego de haber puesto pie en tierra canadiense, las personas son arrestadas y son maltratadas, por lo que Canadá está faltando a los derechos de estas personas que han pisado suelo canadiense en el marco de nuestra constitución política”.
Explicó que de hecho en este momento hay un caso ante la Corte Suprema de Justicia, la cual tiene que definir si el tratado es constitucional o no. Y se espera que se haya una decisión en algún momento este verano. “Si la decisión es que si, que el tratado va en contra de la Constitución canadiense, entonces está la esperanza de que se cancele el tratado y volvamos a la frontera abierta para las personas que lleguen del sur. Si la respuesta es que no está en contra de la Constitución canadiense, entonces vamos a seguir con la frontera cerrada”, apuntó.