El Primer Ministro Justin Trudeau se reunió con los 13 Premieres de las provincias y territorios del país para buscar un acuerdo nacional
POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
La confrontación política en relación al sistema de salud del país, que ha estado en la palestra durante los últimos meses entre los Premieres conservadores de varias provincias de Canadá y el gobierno federal liberal del Primer Ministro Justin Trudeau, podría estar llegando a su fin con un acuerdo consensuado. Sin embargo, el problema que podría quedar pendiente, sin duda, es la posible privatización de los servicios en algunas provincias.
El Primer Ministro Justin Trudeau se reunió el martes de esta semana con los 13 Premieres representantes de igual número de provincias y territorios de Canadá, y llegó con una propuesta concreta: un plan de mejoramiento del sistema de salud en el país que implica $46.2 billones adicionales en fondos durante un periodo de diez años. Eso sí, con compromisos y controles específicos de que dichos fondos serán utilizados para mejorar el sistema de salud y no para otros usos.
La propuesta federal establece un nuevo flujo de dinero a partir del próximo presupuesto, e incluye un complemento al aumento general planificado para la Transferencia de Salud de Canadá (CHT) y una financiación sustancial para acuerdos bilaterales con provincias y territorios para hacer frente a sus necesidades específicas.
La propuesta incluye una inyección inmediata de $2 mil millones para enfrentar la crisis en hospitales pediátricos y salas de emergencia, así como también para los tiempos de espera para cirugías. “Obviamente, han sido años difíciles, pero ahora se necesita apoyo y mejores resultados para los canadienses”, dijo el Primer Ministro a los periodistas mientras presentaba su propuesta a los premieres de las provincias.
Explicó que la atención se centra en mejorar los servicios de salud familiar, contratar más médicos y enfermeras, impulsar los servicios de salud mental y adicciones y modernizar la recopilación de datos médicos.
Previo al inicio de la reunión dijo que “los canadienses están orgullosos de nuestro sistema universal de atención médica pública, pero todos debemos reconocer que no ha estado funcionando al nivel que los canadienses esperarían… es por eso por lo que sentarse con las provincias, trabajar en colaboración, invertir significativamente en áreas prioritarias nos hará avanzar en el camino correcto”.
Al final de la reunión de esta semana todos los participantes coincidían en que este fue básicamente el punto de partida para un proceso de negociación que si bien comenzó desde hace ya varios meses entre los técnicos del gobierno federal y de los gobiernos liberales en el área de la salud, requerirá muchísima negociación política entre el gobierno federal y cada provincia.
Hay que tener en cuenta que el financiamiento de la atención médica siempre ha sido un tema polémico entre las provincias y el gobierno federal, el cual ha sido exacerbado aún más con los efectos de dos años de pandemia que ha estresado aún más un sistema de salud ya tenso que urge de un nuevo acuerdo de financiación.
Un punto de fricción importante en las negociaciones ha sido la línea de base para la financiación de la atención de la salud en Canadá. Las provincias han estado solicitando al gobierno federal que aumente la participación de CHT en el gasto total en salud pública del 22 al 35 por ciento, pero esto no les fue ofrecido por el Primer Ministro.
En su propuesta de este martes, Trudeau incluye un aumento anual del cinco por ciento a CHT durante los próximos cinco años, con un mecanismo incorporado para aumentar permanentemente la financiación en los años posteriores.
Después de los primeros cinco años, la escala de CHT volverá a un aumento del tres por ciento cada año, pero las provincias y territorios comenzarán desde una base más grande después de años de aumentos mayores de lo normal.
Para acceder al CHT mejorado, las provincias primero deben comprometerse a mejorar la forma en que los datos de salud “se recopilan, comparten, utilizan y notifican a los canadienses para promover una mayor transparencia en los resultados y ayudar a gestionar las emergencias de salud pública”, dijo el gobierno en un documento de antecedentes proporcionado a los reporteros
El segundo escollo importante ha sido precisamente la imposición de condiciones a cualquier aumento de la financiación. Las provincias han insistido en que la provisión de atención médica es una responsabilidad provincial. Al final, el gobierno ha incluido fondos sin condiciones y fondos condicionados en su propuesta.
La primera reacción de los Premieres luego de la reunión fue confusa, dijeron que no, dijeron que sí, y dijeron que talvez. Lo cierto es que todos coincidieron en que nuevos fondos siempre son bienvenidos, pero dicen que necesitan tiempo para analizar la propuesta y tomar decisiones dado que el gobierno no les está ofreciendo las cantidades que ellos habían solicitado: cerca de 300 billones de dólares en un periodo de 10 años.
Pero en la conferencia de prensa los periodistas les preguntaron si sus respuestas significaban que no iban a aceptar la propuesta, la cual es definitiva según el gobierno federal, y la respuesta fue igual confusa; pero quedó claro que varios de los Premieres agradecen los nuevos fondos que van a recibir.
En lo que ambos bandos coinciden en todo caso es que el proceso de negociación esta comenzando y que habrá mas conversaciones en las próximas semanas, especialmente antes de que el gobierno federal anuncie el presupuesto de la nación en el cual deberá incluir estos fondos.
El Primer Ministro había descrito la reunión de esta semana como una “conversación de trabajo” sobre cómo ambos niveles de gobierno pueden mejorar los “resultados para los canadienses”. Y dijo que su gobierno trabajará con las provincias durante las “próximas semanas” para elaborar los detalles del nuevo acuerdo de financiación. Y todo indica que así será.