El Papa Francisco visitó el país y Estadísticas Canada anunció que el idioma español avanza sostenidamente en el mundo anglófono
POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Fue como un largo invierno que duró prácticamente dos años, y al final del cual, aun y cuando realmente la pandemia no ha finalizado del todo, llegó la primavera de ramplón y sacó a la gente a las calles. Así se sintieron los meses de abril, mayo, junio y los que le siguen, una vez que las reglas para prevenir el virus del COVID19 se comenzaron a relajar: Florecieron las fiestas, las reuniones y los festivales.
El uso de las mascarillas se eliminó a finales del mes de marzo en Ontario, y un par de semanas antes ya había sido eliminado el uso del Pasaporte de Vacunación. Hay que recordar que el sistema de prueba de vacunación se introdujo en Ontario a finales de septiembre del año pasado (2021) para poder ingresar a bares, restaurantes, cines y gimnasios, y que la versión del código QR de este se hizo obligatoria en la primera semana de enero de este año.
A nivel nacional también ya había nuevas reglas para viajar: a partir del 1 de marzo la prueba PCR y la cuarentena ya no eran obligatorias para los viajeros vacunados. Sin embargo, aún se requería una prueba rápida de antígenos y era posible que algunos viajeros debieran realizar una prueba de PCR en el aeropuerto si se los elige para el control.
Finalmente, las reglas de vacunación fronterizas, el uso obligatorio de la aplicación ArriveCAN, la obligatoriedad de llevar puestas las mascarillas en los aviones y en los trenes finalizó el 1 de octubre, en una decisión del gobierno federal de no continuar con estas medidas preventivas de la propagación del COVID-19, y que fue como ponerle la cereza al pastel.
Pero a medida que las reglas para prevenir la propagación de la enfermedad iban quedando fuera de circulación, la gente iba circulando mas y mas en las calles, en los centros comerciales, en los bares y restaurantes y en muchos lugares más a los que la pandemia les había prohibido llegar en masa.
Y en la comunidad hispana comenzaron a aparecer también los festivales. Uno de los primeros en realizarse fue la “Feria Latina”, la cual que se llevó a cabo el domingo 3 de julio en Toronto, organizado por el Consejo Canadiense para la Herencia hispana (HCHC), y con la participación de la mayoría de los consulados de los países de América Latina en Toronto.
Aquí pareció que las frustraciones y las tensiones acumuladas durante el largo período de restricciones de la pandemia del Covid-19 se desvanecieron en las sonrisas y los rostros de alegría de las más de 20 mil personas que se dieron cita al Artscape Wychood Barns and Park, en las inmediaciones de Saint Claire Ave W y Christie St., de Toronto.
Desde las diez de la mañana, miembros de las diferentes comunidades hispana/latinoamericanas y de otras comunidades étnicas de esta ciudad y sus alrededores empezaron a llenar el amplio espacio del “Barns” para disfrutar de un ambiente esencialmente artístico y cultural.
Luego, el 16 de julio se realizó el Vaughan Latin Festival en la ciudad de Vaughan, el cual fue organizado por la organización Fuerza Latina.
El 29, 30 y 31 de julio se llevó a cabo el Mississauga Latin Festival y el sábado 13 de agosto se realizó el Hamilton Latin Festival en la ciudad de Hamilton. Ambos eventos contaron con música, danza y comida latina, siendo la diferencia fundamental que el primero atrajo a más visitantes dado que tuvo tres días de duración.
El sábado 20 y domingo 21 de agosto se llevaron a cabo dos festivales latinos simultáneamente: uno en Dundas Square (en downtown Toronto), el Panamerican Food Festival, y otro en Downsview Park (área de Keele y Wilson), el Barrio Latin Music Festival. El primero cumplió 10 años de realizarse y en el mismo abundó la comida y una importante cartelera de artistas locales, mientras que el segundo presentó de igual forma una cartelera formidable de artistas, entre ellos algunos de alcance internacional.
El verano se fue apagando pero no las ganas de celebrar al interior de la comunidad hispana, así es que en el mes de octubre, en el marco de las celebraciones del Mes de la Herencia Hispana / Latinoamericana, se llevoo a cabo el más importante evento cultural de la comunidad: el Desfile Latino y Fiesta de Otoño realizados en el mero corazón de Toronto: La calle Yonge y Dundas Square.
El corazón de Toronto vibró con la fuerza de la sangre latina. La alegría desbordante, la diversidad, la música, el colorido y los sentimientos de orgullo y fraternidad caracterizaron el primer Gran Desfile Latinoamericano que se realizó por una de las principales arterias viales de la ciudad, y la Fiesta de Otoño 2022 que tomaron su downtown con actividades culturales, el domingo 9 de octubre.
Desde muy temprano, la calle se llenó de gente animosa. Equipos deportivos infantiles, de fútbol y gimnasia, pusieron el toque dulce con sus ordenadas prácticas a calle abierta. Los vestidos típicos, pletóricos de volantes, colores y ornamentación, sustituyeron los abrigos obligados por los 9 grados de temperatura.
El Desfile arrancó como estaba previsto, a las 11 am. Efectivos de la Policía de Toronto escoltaron la colorida caravana a la que se fue sumando gente. Algunos niños saludaron desde los balcones, mientras otros transeúntes, sorprendidos por la energía vibrante de la caravana, se detuvieron a mirar y tomar fotos o videos desde las aceras. Más de 10 cuadras lucieron pletóricas de alegría, música, diversidad y vistosidad, contrastando con el gris de las edificaciones.
La recepción de los vecinos fue positiva. Muchos conductores tocaron sus cornetas en apoyo al desfile y no faltó uno que otro espontáneo que se animó a entrar al desfile para bailar al ritmo de una salsa, un merengue o una cumbia.
Como parte de la celebración de las raíces, la cultura y la diversidad en el mes de la Herencia Hispana / Latinoamericana 2022, Dundas Square se convirtió en el mejor escenario para la muestra cultural.
Canadá habla español
El éxito de las actividades latinas tiene mucho que ver, al parecer, con la realidad de que el español se escucha en prácticamente cada esquina de las principales ciudades del país. En los supermercados, centros comerciales, parques, restaurantes, etc. Por ello, no es una sorpresa que este sea uno de los idiomas más hablados en los hogares canadienses, según Estadísticas Canadá.
De acuerdo con los datos del Censo del 2021, la cantidad de canadienses que predominantemente hablan un idioma que no es el inglés o el francés ha alcanzado una cifra récord. Y aunque los dos idiomas oficiales de Canadá, el inglés y el francés, siguen siendo los idiomas dominantes, la cantidad de personas que hablan un idioma no dominante en el hogar aumentó a 4,6 millones, o aproximadamente al 13 por ciento de la población.
Así, 530,945 personas dijeron hablar Mandarín en sus hogares, 520,390 Punjabi, 393,430 Yue (Cantones), y 317,365 Español, convirtiendo al idioma de Cervantes en el cuarto más hablado fuera del Inglés y del Frances.
“Otros idiomas que se hablan predominantemente en el hogar también crecieron rápidamente, incluido el tigrigna, un idioma de África Oriental (+114 % a 22,000 personas), turco (+48 % a 28,000 personas), tagalo (+29 % a 275,000 personas), árabe (+28 % a 286,000 personas), lenguas persas (+26% a 180,000 personas) y español (+20% a 317,000 personas).
La peregrinación del papa
Y el idioma español resonó en la televisión y en la radio en todo Canadá. Durante varios días, en el mes de julio, para muchos fue una sorpresa encender sus radios y televisores, seleccionar prácticamente cualquiera de las cadenas más importantes del país y oir al Papa Francisco leer en español todos sus discursos en suelo canadiense. Vino a pedir perdón a nombre de la Iglesia Católica, y lo hizo en su idioma natal.
“Señora gobernadora general, señor primer ministro, queridos pueblos indígenas de Maskwacis y de esta tierra canadiense, queridos hermanos y hermanas: Esperaba que llegara este momento para estar entre ustedes. Desde aquí, desde este lugar tristemente evocativo, quisiera comenzar lo que deseo en mi interior: una peregrinación penitencial. Llego hasta sus tierras nativas para decirles personalmente que estoy dolido, para implorar a Dios el perdón, la sanación y la reconciliación, para manifestarles mi cercanía, para rezar con ustedes y por ustedes”, fueron sus primeras palabras en el idioma de Cervantes el lunes 26 de julio en la provincia de Alberta.
Desde ahí, todo su peregrinar en la búsqueda del perdón y la reconciliación con los pueblos originarios canadienses, a quienes la iglesia Católica, junto a muchas iglesias de otras denominaciones, ayudó al gobierno canadiense a despojar de sus raíces cuando fueron internados en sus escuelas residenciales, lo hizo en español y con traducción simultánea al inglés y a las lenguas originarias de las comunidades indígenas afectadas.
Los sin papeles
Otro grito que también se escuchó en español en Canadá fue el de miles de inmigrantes y sus simpatizantes, entre ellos centenares de origen latinoamericano, quienes realizaron manifestaciones en las principales ciudades del país en el mes de octubre para pedir al gobierno federal que cree un programa especial para otorgar estatus permanente a las personas indocumentadas.
Y ese tan esperado proceso de regularización para las personas que viven si estatus en Canadá podría ser una realidad muy pronto, dicen los expertos en el tema, basados en información del Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanos que por el momento aún no es oficial.
Pero se debe de tener claro que el gobierno no está hablando de una amnistía general sino que de un programa especial de regularización, lo cual implica que las personas que podrán solicitar entrar a este programa deberán cumplir una serie de requisitos que aún están por establecerse.
“Hay una diferencia enorme entre un programa de regularización y uno de amnistía. En una amnistía simplemente todo el mundo calificaría a menos de que tengan un récord criminal o problemas de salud seria. En este caso, es un programa de regularización y va a haber ciertas reglas que las personas tienen que cumplir, y si no las cumplen, no van a calificar”, explicó la profesora de tema de inmigración de Seneca College y Asesora de Inmigración Vilma Filici.
Dijo que aún no se sabe con exactitud cuantas personas van a ser beneficiadas con este programa ni cuales van a ser exactamente los requisitos que se van a establecer, pero explicó que sobre la base de los programas pilotos recientes que ha implementado el gobierno, se sabe que hay ciertos factores que van a ser absolutamente esenciales para que las personas califiquen, como por ejemplo el manejo del idioma, que hayan trabajado y que estén trabajando en Canadá, y muy probablemente que hayan llegado al país entre fechas específicas.