Pierre Poilievre asume el liderazgo Conservador y aumentan los temores de confrontación política

La esposa del nuevo líder, la venezolana Anaida Galindo, fue la encargada de presentarlo con algunas frases en español en la convención

POR OSCAR VIGIL / TORONTO /

Si del algo se puede estar seguro para los próximos tres años es de que la política federal canadiense no va a ser aburrida. Esto lo garantiza la elección del MP Pierre Poilievre como líder del Partido Conservador Progresista, un político joven pero polarizante que apoyó abiertamente a los camioneros que protestaron durante semanas en Ottawa a principios de este año.

Pierre Poilievre ganó el liderazgo conservador con amplia mayoría: el 68 por ciento de los miembros del partido votaron por él y obtuvo 330 de los 338 distritos electorales del país. Venció a cuatro contrincantes y va a sustituir en el puesto a Erin O’Toole, quien renunció a principios de este año.

Nacido en Calgary, Alberta, ahora vive en Greely, Ontario. Tiene 43 años y fue elegido por primera vez al Parlamento a los 24 años como representante del distrito electoral de Nepean-Carleton, en Ottawa. Ha sido miembro del Parlamento Federal durante siete mandatos y fue ministro principal del gabinete en el gobierno del ex primer ministro Stephen Harper.

Está casado con la canadiense de origen venezolano Anaida Galindo, con quien ha procreado dos hijos. Anaida Galindo, hoy conocida como Anaida Poilievre, inmigró a Canadá con su familia en 1995, cuando ella tenía apenas 8 años. Es graduada en comunicaciones y habla perfectamente inglés, francés y español. Y ella fue quien presentó al nuevo líder conservador durante convención en que fue anunciado su triunfo.

Pierre Poilievre basó su campaña para ganar el liderazgo del partido en una plataforma que establece que los gobiernos deberían desempeñar un papel menor en la vida de sus ciudadanos. De hecho, durante su campaña Poilievre prometió hacer de “Canadá el país más libre de la Tierra”, limitando la influencia del gobierno en la vida de los canadienses.

La posición de Poilievre es que el gobierno no debería involucrarse en la vida de los canadienses más de lo necesario, y prometió que de convertirse en Primer Ministro facilitaría que los canadienses abrieran negocios sin impuestos gubernamentales ni trámites burocráticos difíciles.

También prometió que prohibiría todos los futuros mandatos de vacunas relacionados con el trabajo y los viajes, algo que está en la línea de algunos de los objetivos de las protestas de los camioneros en Ottawa de principios de este año.

Durante la campaña de liderazgo atacó al Banco de Canadá, acusándolo de eludir su responsabilidad y permitirse ser un “cajero automático” del hábito de gasto del primer ministro Justin Trudeau, y aseguró que despediría al actual gobernador del Banco de Canadá una vez sea elegido Primer Ministro.

Poilievre también es un devoto de las criptomonedas y ha asesorado a los canadienses que invertir en Bitcoin podría permitirles “optar por no participar” de la inflación. Por cierto, el precio del bitcoin estaba la semana pasa en 19,813 dólares, muy por debajo de los 60,000 por unidad al que estaba a finales del año pasado.

Poilievre también culpa a Trudeau por la inflación en Canadá, calificándola como resultado directo de que Trudeau abrió las puertas de la bóveda del banco durante la pandemia, y obvia por completo la dinámica económica internacional que ha disparado los precios y la inflación tras la guerra en Ucrania.

En su primer discurso de campaña en Saskatchewan, Poilievre prometió acabar con el sistema de fijación de precios del carbono del gobierno federal.

Sin embargo, el nuevo líder de la Oposición de Su Majestad deberá esperar tres años para ir a elecciones en busca de la primera magistratura del país, dado el Acuerdo de Confianza y Suministro que el primer ministro Justin Trudeau firmó con el líder del NDP, Jagmeet Singh, a principios de este año, el cual podría garantizar que los liberales permanezcan en el poder hasta la campaña prevista para el 2025.

Pero además, Poilievre y su partido deberá moderar su discurso y muy probablemente buscar el centro del espectro político para poder convencer a los canadienses de que voten por ellos, dado que la historia muestra que los canadienses no votan mayoritariamente por posiciones políticas extremas.

En toda esta madeja es muy probable que Anaida Galindo juegue un papel importante para atraer al voto latino y al inmigrante en general. “En tanto que mujer latina, es un placer y un orgullo el poder ser una voz fuerte para el pueblo latino y para muchos inmigrantes”, dijo Anaida en español ante la multitud al momento de presentar a su esposo como el nuevo líder del Partido Conservador Progresista.

Y agregó, siempre en español: “Dios mío, quien se lo hubiera imaginado”, al explicar que ella y su familia llegaron a vivir a un barrio de clase trabajadora en el este de Montreal en 1995, luego de haber salido de un país que enfrentaba serios desafíos económicos y sociales.

“Mi padre, pasó de usar trajes de negocios y administrar un banco a subirse a la parte trasera de una camioneta para recolectar frutas y verduras, porque eso era lo que tenía que hacer para alimentar a su familia”, dijo Anaida, agregando que “No hay mayor dignidad que mantener a tu propia familia”.

Puso además como ejemplo su propia experiencia, ya que pasó de estudiar y al mismo tiempo trabajar en un McDonald, como la mayoría de los jóvenes canadiense, a trabajar luego en el Parlamento Federal, que fue donde conoció, se enamoraron y se casaron con el ahora nuevo líder conservador Pierre Poilievre.