POR GILBERTO ROGEL / TORONTO /
Millares de estudiantes en casi todo Canadá regresan a los salones de clases esta semana, en lo que es el tercer Septiembre bajo condiciones médicas especiales, y en medio de muchas expectativas de si realmente este año escolar será normal como los vividos en el pasado, y con nuevas y discutidas directrices como por ejemplo el uso opcional de las mascarillas que fue la regla en los últimos 24 meses.
En los pasados días me recordaba cómo hasta hace pocos meses la búsqueda frenética de vacunas contra el COVID 19 fue la tónica que marcaba el día a día de muchas personas, la necesidad de confiar en los especialistas médicos y la urgencia de volver a la normalidad, hoy parece que vamos avanzando. En la actualidad, Canadá registra uno de los índices más altos de vacunación en todo el mundo, algo de lo cual todas y todos deberíamos estar muy orgullosos.
El regreso a los salones de clases es un enorme reto para las autoridades políticas y educativas de cada provincia canadiense. El mejor ejemplo de ello, y por ser la provincia que mejor conozco, Ontario deberá afrontar muchos desafíos a corto y mediano plazo, empezando por garantizar que las niñas y los niños de los grados de elementales reciban una educación de calidad y ello pasa por negociar con los sindicatos de maestros un acuerdo de trabajo acorde a las condiciones actuales del país.
Los sindicatos del sector educativo han advertido en los últimos días que las condiciones laborales de muchos maestros a nivel provincial están por debajo de los estándares de otras provincias, además que durante los últimos 24 meses los estragos de la pandemia han sido muchos, por lo tanto una negociación del nuevo contrato laboral deberá tomar en cuenta todas estas situaciones.
La amenaza de una huelga en este sector no ha sido descartada del todo por los mismos sindicatos y muchos padres de familia recordamos como tres años atrás las negociaciones entre los maestros y el gobierno provincial han sido muy tensas y los resultados han sido muy mínimos, si lo vemos en el beneficio para los estudiantes.
El principal sindicato de los maestros está pidiendo al gobierno del Premier Ford un incremento salarial de cerca del 12 por ciento, en otras palabras un aumento de $3,25 por hora trabajada, bajo los argumentos que a este sector le ha sido negado un ajuste salarial durante la pasada década, sin importar además el efecto de la inflación que en otros sectores se ha sentido con mucha fuerza.
Pero el Premier Ford, fiel a su pensamiento conservador, ha demostrado poco interés en negociar y acceder a las demandas de los sindicatos.
En conclusión, el año escolar está por comenzar y obviamente muchas cosas deberán replantearse de cara a cómo nuestra vida y las de nuestros hijos vuelve un poco a la normalidad de la que gozábamos hasta hace tres años, por ello también es justo y urgente que cada uno de nosotros ponga de su lado para que este proceso sea de la manera más correcta.
*Gilberto Rogel es un periodista de origen salvadoreño radicado en Toronto, quien se especializa en temas de libertad de expresión en América Latina.
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