Frustración es la palabra con que se puede resumir el sentimiento de los usuarios ante la incapacidad del gobierno federal
POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Primero fueron las largas filas en el aeropuerto, tanto a la hora de ingresar como de partir en Canadá, luego llegaron las también interminables líneas para poder obtener un pasaporte, y ahora, para continuar empeorando la situación, la novedad es las largas filas para poder recoger las maletas cuando se llega al país, y el descubrimiento de que muchas veces este no ha llegado en el vuelo.
Que el canadiense tiene una paciencia infinita no hay duda, porque si no, las protestas serían a diario y en incontables lugares el país. La pregunta es ¿hasta cuando seguirá el gobierno federal dándole vuelta a la rueda sin llegar a ningún lado? ¿Cuándo presentará soluciones reales a problemas aparentemente simples que cualquier gerente eficiente habría ya solucionado? La luz realmente aun no se ve al final de la línea.
Alejandra llegó un miércoles a las 5:00am a una de las oficinas de pasaportes en las que supuestamente, si se llevan todos los documentos necesarios, se obtiene el documento para viajar en menos de 48 horas.
Cuando arribó al lugar ya había una fila que daba vuelta a la cuadra. Cuatro horas después, y cuando todavía había en la fila unas 50 personas delante de ella y varios cientos detrás, un agente de seguridad salió a decir que ya se había llenado la cuota del día y que regresaran al día siguiente.
Ella le explicó que su hijo, menor de edad, tenía programado salir del país durante la primera semana de julio, y el agente le dijo que muchos en la fila que no podrían ingresar al recinto gubernamental viajaban uno o dos días después y que literalmente no había nada que pudieran hacer ahí esa mañana.
Frustrada y con la necesidad de obtener el documento para que su hijo menor de edad pudiera viajar, pidió permiso nuevamente en su trabajo y la siguiente semana mejoró su plan: su hijo mayor llegaría a las 2:00am a hacer fila y ella llegaría a las 6:00am a continuarla. Dicho y hecho. A las 2:00 am ya había varias decenas de personas haciendo fila, y a las 6:00am la fila era nuevamente interminable.
Pero esta vez sí pudo entrar al reciento dado que ocupó uno de los primeros cien puestos en la larga espera. Presentó toda la documentación requerida y está a la espera de que le avisen el día que tiene que ir a recoger el documento.
La semana pasada, la ministra federal de familias, niños y desarrollo social, Karina Gould, dijo que el gobierno ya había contratado o estaba en proceso de contratación de 1,200 empleados para gestionar la avalancha de solicitudes de pasaportes que ha surgido a través de las oficinas de Service Canada, y explicó que no habrá compensación para los viajeros que se vean obligados a cancelar sus planes debido a los atrasos en la obtención de su documento de viaje.
También explicó que se está explorando la posibilidad de “pedir prestados” alrededor de 200 empleados de la Agencia de Ingresos de Canadá, Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá y Asuntos Globales de Canadá, para que ayuden en el procesamiento de pasaportes.
Fuentes oficiales han reconocido que solo en el aeropuerto Pearson, en Toronto, casi medio millón de pasajeros de vuelos internacionales fueron retenidos en el mes de mayo debido al aumento de la demanda de viajeros y la escasez de personal, y se ha visto que la mayoría de los principales aeropuertos canadienses han sido afectados recientemente por largas colas, retrasos y cancelaciones de vuelos.
Pero ahora, para poner sal a la herida, además de esos problemas, los viajeros se quejan de otro gran problema: la pérdida de equipaje, el cual incluso a veces no llega durante su viaje. ¿Cuándo llegará la solución a todos estos problemas? No hay duda de que viene con retraso.